Prólogo

AutorAlfonso Serrano-Maíllo
Cargo del AutorDepartamento de Derecho Penal y Criminología. Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid
Páginas11-13
PRÓLOGO
Por Alfonso Serrano-Maíllo
Departamento de Derecho Penal y Criminología
Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid
El doctor Janosch González nos ofrece en la monografía que el crítico
lector tiene en sus manos una contribución importante a la Criminología y
las ciencias sociales en su conjunto. Me refiero a la versión positiva, también
llamada de modo paradójico entre nosotros mayoritaria, de aquéllas. Sin
duda, la principal misión de la Criminología positiva, mayoritaria en países
con una gran tradición antiempírica como España es reclamar un enfoque
científico basado en evidencia contrastada, análisis rigurosos, teoría plausi-
ble, evaluación sólida… para el estudio de los problemas sociales y de las
posibles respuestas a los mismos. Aquí hay que recordar una vez más al
doctor Rodríguez Carracido y su atinada calificación de nuestro país entre
los de la Poética y la Retórica, y la conveniencia de aproximarlo a los de la
Química y la Física. No importa repetir que contribuir a esta aproximación
es la labor más importante de la Criminología en España: es la idea de que
no es posible combatir un problema social con ideología o comunicación,
ni siquiera con mera gestión, sino con evidencia científica. Aplicar el enfo-
que científico ni asegura los resultados esperados ni excluye los contrapro-
ducentes, pero la alternativa sólo puede conducir al éxito en el control y
prevención del fenómeno que se quiere combatir por casualidad. Es impor-
tante reconocer que esta forma de actuar y pensar antiempírica no sólo se
encuentra en nuestros dirigentes políticos, sino principalmente en nuestros
ciudadanos, quizá de modo mayoritario. Fue Hirschi quien afirmó que com-
batir el delito con ciencia requiere coraje, pero que hacerlo sin ella es un
atrevimiento. Por eso, que no se recurra entre nosotros al pensamiento
científico libre de valores, cuando no se le combate, se le acusa de oportu-
nista o de antipatriota o se le ridiculiza, no es sólo achacable a nuestros di-
rigentes –si es que ellos mismos no son un epifenómeno de nuestro antiem-
pirismo.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR