Prólogo

AutorEnrique Mora Benavente
Cargo del AutorDirector General de Política Exterior y de Seguridad Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación
Páginas23-30
23¿ES POSIBLE COMBATIR EL TERRO RISMO YIHADISTA A TRAVÉS DE LA JU STICIA?
Desde tiempo inmemorial, el hombre –la mujer, necesario es señalar-
lo, mucho menos– ha viajado a tierras extrañas para combatir. Las motiva-
ciones han variado, desde la búsqueda de la gloria personal y con ello de la
fortuna, hasta el convencimiento de la justicia y superioridad de una idea
o una causa por la que luchar. Con el advenimiento del Estado moderno
y la creación de ejércitos regulares, e indisolublemente unidos a un estado
nación, se dio la paradoja de que nunca antes tantos millones de personas
habían recorrido miles de kilómetros para combatir y tan pocos lo hacían
voluntariamente. Casi desaparece así la figura del combatiente individual
que abandona su hogar, su familia y se desplaza a un entorno desconoci-
do, donde en muchas ocasiones ni siquiera habla la lengua de los que va
a defender, ni por supuesto, a matar. En los años 60 y 70 del siglo pasado
el fenómeno queda relegado a los mercenarios en las guerras africanas, o
algún idealista que quería «liberar pueblos» en América Latina. Después
de esto parecía ya destinado al baúl de la historia. Los soldados de fortuna
serían en el futuro poco más que protagonistas de sagas literarias.
La llamada Primavera Árabe cambia esto, como cambia tantas cosas.
El deseo, de una parte de los árabes, de que sus gobernantes sean, por fin,
responsables de sus actos y rindan cuentas, choca con sátrapas aferrándose
al poder en algunos países y con el muro de una ideología que se dice ori-
ginada en el Islam, en otros. Salvo para una absoluta minoría, la primavera
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