Prólogo

AutorGeofredo Angulo López
Cargo del AutorDoctor en derechos fundamentales por la Universidad de Jaén, Andalucía (España)
Páginas13-20

Page 13

La Humanidad como sujeto de los derechos, o de los derechos humanos, puede hacernos creer que estamos tocando el límite de fundamentación de los propios derechos. Es cierto que si hacemos al «sujeto universal», es decir, a la Humanidad, como sujeto titular de los derechos humanos, solo la perspectiva de un observador imparcial, extrahumano, podría librarnos de la pugna conceptual entre nosotros los «humanos» por autodefinirnos. Esta perspectiva extrahumana, bajo la ficción de un supuesto «marciano» que nos visitara a los terrícolas, ha sido utilizada expresamente o implícitamente en contraposición a la antigua máxima del trabajo teórico, tertium non datur. Al cabo, hasta nuestro supuesto observador imparcial extrahumano, termina por ofrecernos una narración contradictoria sobre la Humanidad, los derechos humanos y, cómo no, sobre nosotros los terrícolas, empeñados en cubrir de derechos toda la orbe terrestre y a todos los seres «bípedos implumes» que la habitan. Ni siquiera nuestro extraño amigo llegado de Marte puede hacer otra cosa que señalar nuestras propias divergencias sobre la definición de lo específicamente humano. Un desafío de autodefinición que no cesamos de señalar como lo más digno que podemos emprender. Sobre todo tras las amargas experiencias de nuestras guerras mundiales y la insociabilidad con que continuamos tratándonos, unos a otros, en nuestra era global.

Afortunadamente tenemos otras expresiones que nos delimitan el análisis; tales como derechos naturales, derechos fundamentales o derechos subjetivos. Estos últimos conceptos jurídicos han servido de parámetro para cualquier teórico de los derechos contemporáneo, cuando han intentado adentrarse en el examen concreto de la catego-

Page 14

ría «derechos humanos». Geofredo Angulo, también se sirve de todo el elenco de categorías jurídicas sobre los derechos para, por un lado, ofrecernos una definición plausible de lo que sean los derechos humanos y, por otro lado, para lograr un examen riguroso de la obra de cuatro de los mejores estudiosos de los derechos humanos de los últimos años; Gregorio Peces-Barba, Luigi Ferrajoli, Francisco Laporta y Angelo Papacchini. En este sentido, la obra de Geofredo Angulo, se enmarca dentro de los análisis clásicos sobre los derechos humanos, comentando a través de un trabajo extraordinario las debilidades de sus distintas definiciones y los exiguos pero necesarios éxitos conceptuales.

Leyendo la obra de Geofredo Angulo, lo primero que nos encontramos es con la idea de que todos estamos involucrados en una tarea común; la tarea de conocer cuál es el mecanismo jurídico-político que nos une en cuanto seres humanos o Humanidad. Hay otros mecanismos a través de los cuales somos capaces de entender que todos estamos hechos de una «misma pasta». Partiendo de nuestro común material genético, pasando por nuestra común capacidad para la comunicación lingüística, llegamos asimismo a nuestra común habilidad para crear, tanto cosas materiales como símbolos de identidad. Suponemos, entonces, que son muchos los puentes comunes y que el Derecho, hasta hace poco únicamente ligado a cada Estado o a cada comunidad, también debe abrirse a la estructura de lo común; de lo jurídicamente común. Así, hemos venido a considerar que con la expresión «derechos humanos», se alude a la común naturaleza jurídica que cualquier ser humano posee con independencia de cualquier otro atributo más local, más cultural, más histórico o más parcial. ¿A qué aludimos, entonces, cuando subrayamos que todos poseemos una misma naturaleza jurídica?

La teoría de los derechos humanos, tal y como expone en su libro Geofredo Angulo, ha de procurarse su propia «pasta común», distinta de la materia genética que nos definiría como especie o de la capacidad lingüística que nos definiría a los humanos como seres sociables evolucionados. El Derecho, como sabemos, no acepta sin más cualquier definición de lo común, ya provenga de otras ciencias o de cualquier otra fuente, sin hacer su propia traducción a términos jurídicos. Además, cuando elabora sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR