Prólogo

AutorFernando C. Scarpa del Castillo
Páginas11-15

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"España es el país europeo donde uno puede hacerse rico mas rápidamente", manifestaba pletórico el por entonces Ministro de Economía del gobierno de Felipe Gonzalez, Don Carlos Solchaga.

Y no le habría faltado razón al señor ministro si por riqueza entendía, no el fruto del esfuerzo colectivo dentro de un marco político, social y administrativo responsable, sino como el fruto envenenado de una espiral de especulación masiva, facilitada por un sistema bancario cortoplacista, alentado por un poder político complacido y complaciente y aderezado con la llegada masiva de inversión extranjera, atraída por la potencial rentabilidad de un país recién incorporado a la Comunidad Económica Europea.

Y... ¡de aquellos polvos, estos lodos!. Aquellos "aires de grandeza" solo sirvieron para hinchar la desmesurada "burbuja" de nuestra economía, que sin duda habría proporcionado hoy al añorado Luís Berlanga un argumento perfecto para completar su trilogía con una última producción: "La Burbuja Nacional".

Ahora, cuando la cruda realidad se impone; cuando "dos mas dos, vuelven a ser cuatro", y no ocho, o diez-y-seis; cuando la retribución a nuestro trabajo se aplica a cubrir la necesidad cotidiana -¡Señor, danos hoy nuestro pan de cada día!- y no a inversiones persiguiendo tan cuantiosas como hipotéticas plusvalías, es cuando el país comienza a tomar conciencia de que el sueño de nuestra fugaz opulencia se ha concluido, y que nuestra supervivencia dependerá de una actitud colectiva, en la que prevalezcan los valores universales del trabajo, la responsabilidad y el compromiso.

Y ahí se "redescubre" el papel decisivo da la persona emprendedora. A tal punto que el "adjetivo" se transforma en

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"sustantivo" y ya en letras mayúsculas adquiere personalidad propia con el término EMPRENDEDOR, que la Enciclopedia Libre Wikipedia define como...

"Persona que emprende con resolución, acciones difíciles, en economía, finanzas y empresa, asumiendo riesgos económicos. Alguien que, identificando una oportunidad, organiza los recursos para ponerla en práctica, mostrando su capacidad para iniciar y operar empresas nuevas"

A partir de esta definición, es fácil identificar a Eduardo Sanz, autor de ¿VENDEMOS?, como un genuino espécimen de EMPRENDEDOR, cuyo sentido de responsabilidad colectiva le hace superar el límite de su propio proyecto y, consciente de que "o nos salvamos todos, o no se salva ninguno", compartir generosamente con otros "emprendedores", que...

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