Prólogo
| Autor | Kahale Carrillo, Djamil Tony |
| Páginas | 17-26 |
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La Fundación Æquitas persigue potenciar el desarrollo y efectividad de los derechos de las personas que, sea por razones de edad o de enfermedad física o psíquica sea por pertenecer a determinados colectivos socialmente menos favorecidos, están necesitadas de una especial protección. Sobre la base de ese objeto esencial se proyectan sus fines estatutarios (art. 5º Estatutos):
· La mejora del marco normativo regulador de la situación jurídica de los menores, discapacitados, y personas de la tercera edad.
· El impulso de las necesarias reformas legislativas para la regulación de la problemática planteada por determinadas situaciones en las que se encuentran personas no discapacitadas pero necesitadas de una especial protección.
· El asesoramiento jurídico gratuito en materia de capacidad jurídica y de obrar de las personas físicas.
· El consejo y asesoramiento tanto en orden a la aplicación de los bienes que por vía de donación, herencia o legado, los ciudadanos deseen destinar a la ayuda de personas desprotegidas como en orden a la elección de la persona o institución a la que los padres o parientes pudieran encomendar el cuidado de los bienes del hijo o pariente no discapacitado pero necesitado de una especial protección.
· La colaboración con todas las entidades públicas y privadas dedicadas a la ayuda de menores, enfermos, discapacitados, tercera edad, así como de colectivos desfavorecidos.
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· La formación profesional, la inserción laboral o la creación de empleo en favor de los minusválidos que permita la creación de puestos de trabajo para los mismos y, finalmente, su integración en el mercado de trabajo.
Esas finalidades concuerdan, lógicamente, con la voluntad manifestada por el fundador: no otro que el Consejo General del Notariado (art. 1º Estatutos). Nada extraña, por tanto, que entre sus cauces de actuación aparezca la organización de cursos, seminarios y mesas redondas; la realización de informes y estudios sobre las fórmulas jurídicas más idóneas para la creación o transmisión del patrimonio; la publicación de libros, revistas, folletos u otros impresos de investigación o divulgación y cualesquiera otras actividades que, para el desarrollo de los fines fundacionales, acuerde el Patronato. Entre éstas destaca la convocatoria de los Premios de Investigación Jurídica en la Prevención, Rehabilitación, Integración Social o Promoción de Personas con Discapacidad, Personas Mayores, Inmigrantes, Infancia, Refugiados u otros grupos que carezcan de la debida protección.
La obra que tiene el lector ante sí obtuvo, precisamente el mencionado galardón en su octava convocatoria y complementa el enfoque que la obra colectiva dirigida por el Profesor Reviriego Picón publicó la propia Aequitas en colaboración con Caja Madrid sobre la violencia de género. En su Presentación advertía Blanca Entrena Palomero (Notaria y Patrona de la Fundación) que sólo un mayor nivel cultural de respeto a los derechos de todas las personas por el hecho de serlo, siendo todos distintos como somos, y respetando nuestras diferencias, permitirá que la sociedad avance en esta materia.
Pues bien, la necesidad de que se produzca esto último (el avance) y la pertinencia de que se actúe por el camino indicado (más educación, más respeto) resulta singularmente exigible cuando una persona se encuentra fuera de su propio país y vienen padeciendo la violencia en su círculo familiar íntimo. De ahí la pertinencia de que la investigación elaborada por el Profesor Titular Adjunto de la Universidad a Distancia
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de Madrid (UDIMA) obtuviera el Premio y de que, especialmente, vea la luz pública.
Siendo un libro escrito por jurista y para una convocatoria de carácter eminentemente jurídico, es notable que también se contextualice la cuestión examinada, a cuyo fin se analiza la situación del colectivo femenino en el mundo mediante el estudio de diversos informes internacionales (Banco Mundial, UNIFEM, ODM, UNAIDS, ACNUR, ONU), para la cual aborda las áreas de salud, trabajo, derechos humanos y poder empresarial, educación y comunicación, y población y familia.
La práctica muestra que las mujeres extranjeras suelen tener cierta dependencia hacia a sus agresores, debido a la falta de redes de apoyo, tanto sociales como familiares, lo que origina una mayor inseguridad a la hora de romper con la situación de violencia. Por otra parte, existe el recelo del colectivo procedente de ciertas culturas a ser examinadas por facultativos varones en centros sanitarios, circunstancia que también ocurre ante los reconocimientos médicos...
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