Prólogo
| Autor | Ignacio Moralejo Menéndez |
| Cargo del Autor | Profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Salamanca |
| Páginas | 11-20 |
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I. El libro de Ignacio Moralejo Menéndez, al que estas páginas quieren servir de prólogo, lleva por título Sociedad en formación y defensa del patrimonio social. Este rótulo viene ya a poner de relieve alguna de las finalidades del trabajo que nos ocupa, pues manifiesta con nitidez el ámbito del proceso fundacional de la Sociedad Anónima cuyo estudio abarca, a la par que expresa la visión con que el autor afronta los muchos problemas que en tal período se suscitan.
En primer lugar, la delimitación del tema me parece especialmente oportuna, pues creo que no me equivocaré si afirmo que detrás de todas las cuestiones relativas al patrimonio social en la etapa fundacional aparecen algunos problemas que, con demasiada frecuencia, vienen a conocer los Tribunales. En efecto, tras la formalización del contrato en escritura pública se produce, como un efecto más de los derivados del propio negocio societario, el traspaso de distintos bienes y derechos en favor de la Sociedad Anónima que se quiere fundar por los socios. Tal circunstancia afecta directa-Page 12mente a los intereses de los propios aportantes, pero también el de sus acreedores personales que, contra lo que a veces suele afirmarse, no ven menguado sino transformado el patrimonio de su deudor, aún cuando dicha transformación -y ello puede resultar, según las circunstancias, indudable- pueda provocar enormes dificultades en la realización de los créditos pendientes de pago. Sin embargo, me parece que ese desplazamiento patrimonial también merece otro enfoque, pues la formación de tal masa patrimonial lo es para el desarrollo de una concreta actividad -a la que puede darse ya comienzo tras el otorgamiento del instrumento público- y que permite alcanzar el fin social común, pero lucrativo, de todos los socios. Este último aspecto del fenómeno fundacional obliga a otro tipo de consideraciones, pues el desarrollo de la actividad por una sociedad pendiente de su propia inscripción tendrá como consecuencia la necesidad de disponer del patrimonio inicialmente formado por las aportaciones sociales, el cual podrá ser objeto de agresión para la satisfacción del crédito de otros acreedores, esto es los sociales. Aparece entonces toda la temática relativa a la disponibilidad y defensa de ese patrimonio -permítaseme el calificativo- social.
El lector comprenderá así la trascendencia práctica de los problemas que en este libro se atienden. Pero una mínima reflexión sobre las cuestiones tratadas obligarán también a buscar un asidero firme que permita, de conformidad con el estado de nuestro Derecho positivo, una adecuada respuesta a los interrogantes que preocupan -en la práctica diaria- a los acreedores y socios durante la etapa fun-Page 13dacional de la Sociedad Anónima. Dicho en otras palabras, una acertada solución de los problemas que aparecen en esta fase fundacional reclama, sin ser posible, otra solución, una correcta comprensión de los aspectos dogmáticos. Pues bien, ese enfoque -y reto-, basado en una delicada unión...
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