Prólogo

AutorMaría José Falcón Tella
Páginas19-24

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A decir verdad, me desconcertó la llamada de la profesora Ma. José Falcón y Tella proponiéndome la escritura de un prólogo para este libro publicado con felicidad y merecimiento. Sé -y ella también- que asociar mi nombre a su minucioso trabajo de investigación no le reportará a éste más lustre del que por sí posea porque -entre una multitud de razones- yo no he acreditado no ya mérito (siquiera con alguna monografía gris acerca de la "equidad" o de su parentela) sino ni un perceptible interés por esa temática (más bien, al contrario, una cierta apatía). Soy consciente, pues, de que al constituirme en prologuista de tan elaborado libro no presto un favor sino salgo favorecido (y no es una cláusula de estilo). De modo que entiendo la propuesta de la profesora Falcón como un gesto benevolente hacia mi persona (que agradezco de corazón) y, por eso, lo interpreto más como invitación (u oferta) que como petición (o demanda).

Mi relación con Ma. José Falcón, aunque intermitente siempre afectuosa, data del día de la lectura de su tesis doctoral1, acto en el que participé como miembro de la Comisión examinadora que presidía el notabilísimo administrativista profesor Garrido Falla (a cuya memoria, por cierto, va dedicado el presente libro). Recuerdo que fui debidamente puesto en antecedentes sobre el historial académico de la doctoranda, que es de los de "quitar el hipo", si se me permite el vulgarismo, y que había merecido la corona del Premio Nacional de Terminación de Estudios en Derecho. Que una licenciada en Derecho con un "curriculum" tan apabullante optara por un área -la Filosofía del Derecho- de nula rentabilidad para el medro económico, social y político, decía mucho sobre la vocación que movía a Ma. José y la seriedad de su apuesta (¡muy atrayente tenía que presentar la Filosofía Jurídica el catedrático Don José Iturmendi!). Y puesto que la inteligencia hace buenas migas con la modestia, aún no se me ha olvidado que la intervención inicial de la doctoranda fue mesurada en el tono y compendiosa en el contenido, pero -luego- rápida y duro y al cuerpo en sus contestaciones a la bate-Page 20ría de cuestiones y observaciones formuladas por el Tribunal. Los años pasados no han dejado oscurecer mi convencimiento de que detrás de sus maneras suaves había firmeza de carácter y de criterio. Y -agregaré- de muy buen hacer, como acreditaría el subsiguiente Premio Extraordinario de Doctorado con que la honró la Facultad de Derecho Complutense.

Después, a Ma. José la perdí de vista y hasta casi de referencias, salvedad hecha de mis esporádicas y fugaces visitas a esa Facultad madrileña (las más de las veces con ocasión de alguna tesis doctoral) donde siempre se me ha regalado una cálida acogida. Pero sin que pasaran muchos años, la profesora Falcón y Tella nos obsequió con un nuevo libro (Concepto y fundamento de la validez del Derecho, Civitas, 1994) que portaba un "prefacio" del profesor belga François Ost y que fue vertido primero al portugués2 y más tarde al inglés3. Y como el tiempo corre que es una barbaridad, no me acuerdo de la fecha concreta en que Ma. José Falcón fue nombrada Directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Complutense (cargo que sigue ostentando en la actualidad y entre cuyas atribuciones figura la de dirigir también el Anuario de Derechos Humanos que edita el mencionado Instituto). Lo digo porque...

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