Prólogo

øQué es la huelga? øfisiología jurídica o patología social? Algunos, los amigos de la precisión y los matices, completarían la pregunta ensanchándola. øQué es la huelga? øfisiología jurídica? y en ese caso øcuál de las posibles fisiologías jurídicas?, o, del otro lado ya de la pregunta alternativa øpatología jurídico-social, más que patología social simplemente? En todo caso, las respuestas a esta o a estas preguntas, que aquí reflejo, fueron las que constituyeron el tema de análisis de la V Sesión del Seminario de Derecho Social Comparado, organizado por la Facultad de Derecho (ESADE) de la Universidad Ramón Llull, cuyas actas tengo ahora el honor y el placer de presentar en forma de libro colectivo.

1. Ahora bien, y previamente a los aspectos temáticos de esta Sesión de nuestro Seminario, quisiera dejar apuntado aquí algo que es más bien biográfico, y que tiene mucho que ver, por un lado, con la historia de estos Seminarios nacidos al tiempo que la Facultad de Derecho de ESADE y dentro de ella, y, por otro, con lo que ha sido hasta ahora su identidad metodológica, su modo de trabajo. Y aquí es donde entra lo personal y biográfico a que me refiero.

Porque esta historia de nuestros Seminario y de su peculiar modo de trabajo han tenido mucho que ver con la amistad intelectual de Gérard Lyon-Caen. Hasta ahora, había sido Gérard Lyon-Caen -ese gran amigo y extraordinario jurista que siempre supo combinar creativamente el rigor intelectual con la amistad- quien, en las otras Sesiones del Seminario1, asumiera el trabajo y la responsabilidad de cerrarlas con una ponencia de síntesis. Una ponencia maestra, que Gérard creaba, a la vista de todos, en la última reunión de la Sesión, mientras, por un lado, acogía creativamente todo el análisis de derecho comparado elaborado, o simplemente sugerido, por los diferentes ponentes nacionales, y, por otro lado, se exponía generosamente a las críticas que su creación espontánea suscitaba, asumiéndolas con la lealtad intelectual que siempre le caracterizó como hombre de ciencia.

Desgraciadamente para todos, este rito creativo, y escribiendo desde aquí me atrevería a decir que unamunianamente agónico, del Seminario ya no se dio en esta V Sesión. El estado de salud de Gérard Lyon-Caen ya no le permitió acudir a ella, o así lo pensaba él, en contra de los deseos y de la persistente insistencia mía y de otros amigos, deseos que se revelaron vanos ante su tenacidad personal, bien conocida por los que le tratamos y reconocida por él mismo, orgullosos de ser como era. Por ello, su posterior muerte sobrevenida, que a los miembros ya habituales del Seminario nos afectó profundamente en su doble condición de amigo y de intelectual, nos ha animado a algunos ahora, a mí en todo caso, a hacer de la publicación de los trabajos de esta V Sesión del Seminario la expresión del agradecimiento sincero que sentimos por el amigo leal y fiel así como del testimonio de homenaje que brindamos al intelectual ejemplar que fue siempre Gérard Lyon-Caen.

No es éste un gesto gratuito, ni tampoco sólo mío. De hecho, en la preparación de esta Sesión del Seminario, y sin inmiscuirse por ello en el trabajo de preparación que desplegó con celo para esta Sesión Alain Supiot -otro habitual de nuestro Seminario, otro generoso común amigo, otro fino intelectual del derecho que aceptó asumir la función de síntesis a la que renunciaba por su salud Gérard- Gérard Lyon-Caen no dejó de enviarme, con disimulada generosidad, viejos -y siempre nuevos- papeles suyos sobre el tema del Seminario, como una última contribución suya a nuestros encuentros. Algunos de ellos, con breves citas, he querido recogerlos en este prólogo, con la finalidad ya apuntada de hacer de este libro un testimonio de homenaje al intelectual socialmente implicado en el derecho, al tiempo que una expresión de agradecimiento al amigo que nos había acompañado siempre en las Sesiones de este Seminario.

2. Por mi parte, y en mi función de iniciador del tema en esta y en las otras Sesiones de nuestro Seminario, eran dos los registros intelectuales que más me atraían a la hora de escoger para esta V Sesión, como objeto de análisis, el tema de "la huelga hoy en el derecho social comparado". Dos registros que quedaron, de algún modo, expresados o recogidos en un cuestionario-índice, que, en la tradición de nuestros Seminarios, era habitual enviar a los ponentes nacionales invitados, con la finalidad de facilitarles la coherencia del trabajo de comparación de los diferentes derechos nacionales presentes en la mesa de análisis de cada Sesión del Seminario.

El primero, y el más simple, de esos dos registros era el de la evolución histórica de una institución que es jurídica pero que sigue expresándose con vigor social, al menos para los que nos acercamos a los fenómenos sociales desde la perspectiva de una cierta mirada del derecho sobre ellos. Recuerdo haberle oído decir a Gérard Lyon-Caen, más de una vez, en las muchas ocasiones que tuve de intercambios intelectuales con él sobre el sentido y el método de derecho del trabajo, que una ciencia (y la ciencia jurídica lo era, me decía, entre otras) no era más que un lenguaje bien hecho. No era puro nominalismo lo suyo. De eso estoy bien convencido. Recuerdo bien que él siempre acogió positivamente mis respuestas cuando yo reaccionaba diciéndole que una ciencia (y la ciencia jurídica lo era, entre otras, repetía yo) no era más que su historia. De hecho, lo que de la historia de derecho del trabajo me interesa lo descubrí en Lyon-Caen. En su modo de pensarla como un proceso de creación de conceptos para las realidades que se le iban presentando como jurista, y a los que luego les iba dando nombres, adamíticamente. Un...

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