Prologo

AutorRodolfo Fernández Fernández
Cargo del AutorAbogado

Este es el segundo libro de la colección de Derecho Empresarial Pedro Brosa & Asociados. De la actualización del Derecho Clásico (L.E.C. en el primer libro) a una aportación realmente novedosa en el ámbito del Derecho más moderno, todavía por regular: el Derecho de las Tecnologías de la Información.

El primer libro se configuró con las aportaciones de los integrantes de un Departamento de nuestra Firma, el Departamento Contencioso. El que hoy presentamos es obra exclusivamente de uno de nuestros jóvenes valores, D. Rodolfo Fernández Fernández, Director a su vez del Departamento de Tecnologías de la Información que él mismo promovió y ha desarrollado.

Rodolfo es profesor universitario y estudioso apasionado de esta rama del Derecho. Él nos representa en la Asociación Española de Comercio Electrónico (A.E.C.E) y ha formado parte de la Comisión que informó al Gobierno sobre la Nueva Ley en gestación.

Su dedicación y experiencia en la materia le han granjeado una posición destacada entre los especialistas en tal rama del Derecho. Todo ello, por sí sólo, avalaría ya la valía de esta obra, si no fuera porque la precisión del léxico empleado, la claridad de exposición y la solidez de su línea argumental hablan con voz propia y defienden por sí mismas el interés y la oportunidad del trabajo que os presentamos.

Como dice el autor en su Introducción «el Derecho actúa siempre como un elemento regulador de la realidad social y económica, por tanto, por su propia naturaleza no puede ir por delante de esta realidad». Es cierto, la vida no se prelegisla. Es demasiado rica en posibilidades como para encorsetar «ab initio» sus iniciativas. Pero sí se encauza.

Todos los avances tecnológicos suelen alterar los hábitos abriendo nuevas posibilidades de realización y el Derecho, entonces, debe estar ahí para conseguir que estos usos más novedosos no vulneren los intereses legítimos de los conciudadanos.

Lo apasionante de servir a un Derecho nuevo, de contribuir a su formación, es que supone una labor creativa la cual requiere, no sólo un examen previsional muy profundo, sino, ante todo, una rica imaginación para hallar respuestas simples y eficaces a toda una gama muy variada de planteamientos picarescos.

Internet, instrumento globalizador por excelencia, está obligando a plantear un Derecho mundial. La electrónica sirve también para contratar y los contratos mediante ordenador procuran la posibilidad de un rastro probatorio que no deja el teléfono. El contrato...

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