Profesionales y aficionados

AutorCarmen Sanabria Pérez - Alberto Sereno Álvarez
Páginas72-84
Capítulo 4
Profesionales y aficionados
Los directivos de cualquier empresa son el nexo de unión entre los
profesionales de su organización y el sistema. Ahí radica la
importancia del papel que corresponde a esta función clave para el
buen funcionamiento de toda institución. Los directivos no son tanto
quienes deciden lo que hay que hacer como el «pegamento» que lo
une todo. Esta consideración plantea inmediatamente el dilema de si
los directivos de la Administración deben o no ser profesionales.
Antes de contestar a esa pregunta, permitid que nos refiramos al
contexto real en que se ejerce la dirección (a todos los niveles) en el
escenario de nuestra historia. Porque, sin duda, cada organización es
un mundo (algunas, incluso más) y dirigir tiene matices importantes
según dónde y cuándo.
Los directivos de cualquier empresa son el nexo de unión entre
los profesionales de su organización y el sistema.
Empecemos por el principio. La Administración está dirigida por el
Gobierno, como debe ser y establece la Constitución. A su vez, el
Gobierno está formado por políticos profesionales, muchos de ellos
funcionarios. Eso también está bien. Lo que ya no está tan claro que
sea bueno es cómo la política invade, hacia abajo, parcelas que
deberían corresponder a la acción técnico-administrativa. Según se
desprende de los estudios comparados, la Función Pública superior
en España está más politizada que en los países de nuestro entorno
(aunque a la altura de Francia o Bélgica) y uno de sus grandes lastres
es la falta de estabilidad de los equipos directivos, que se suceden de

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