Prof. Dr. Dr. H. C. Miguel Bajo
| Autor | Silvina Bacigalupo Saggese |
| Cargo | Catedrática de Derecho penal. Universidad Autónoma de Madrid |
| Páginas | 5-8 |
ADPCP, VOL. LXXIII, 2020
NECROLÓGICA
Prof. Dr. Dr. H. C. Miguel Bajo
(Oviedo, 24 de febrero de 1945 - Madrid, 4 de abril de 2019)
Hace ya un año de aquel triste día, en que amanecíamos con la
noticia de que el profesor Miguel Bajo nos había dicho adiós. Aún
resulta difícil asimilar su ausencia. Su presencia, sin embargo, es y
estará siempre. Tuve la gran suerte de contar con sus enseñanzas como
estudiante de doctorado y desarrollar posteriormente mi formación
académica junto a un gran penalista que vivía el Derecho con pasión y
disfrutaba profundamente de la discusión. Su capacidad de trabajo era
indescriptible y difícil de alcanzar. Como maestro, su generosidad
académica fue una característica que enseguida llamaba la atención,
no solo por aceptar posiciones dogmáticas distintas, sino porque
nunca hacía uso ni imponía su autoridad académica para mantener la
razón. Al contrario, la única autoridad eran los argumentos mejor fun-
dados. Abierto a aceptar opiniones y posturas distintas a las suyas,
siempre que el contrincante tuviera la capacidad de exponer su pos-
tura sin fisuras y, sobre todo, de resistir a la agudeza con la que siem-
pre tenía un argumento más para confrontar. Esa forma de ser, siempre
accesible y cercano, también la demostraba en las aulas con sus estu-
diantes. Asistir y compartir con él sus cursos de Derecho penal econó-
mico fueron otra parte importante de sus enseñanzas. Sus cualidades
docentes y la pasión con que transmitía sus explicaciones eran com-
prensibles al ver el aula llena de estudiantes disfrutando e intervi-
niendo con preguntas a aquellas primeras horas intempestivas de la
mañana en que impartía sus clases.
Para los más jóvenes penalistas que no han tenido la oportunidad
de seguir su trayectoria académica y conocerlo más de cerca, éste es
un buen momento para recordarlo. Como él mismo contaba, su pasión
por el Derecho y, en particular, por el Derecho penal, surgió desde
muy pronto cuando siendo estudiante en la Universidad de Oviedo
asistía a las clases del profesor Juan Córdoba. Allí también conocería
a quien sería su admirado y querido maestro, el profesor Gonzalo
Rodríguez Mourullo. En 1967 Miguel Bajo se licenciaba obteniendo
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