El problema de la premoriencia

AutorXavier O'Callaghan
Cargo del AutorMagistrado del Tribunal Supremo. Catedrático de Derecho Civil

En el caso de que varias personas hayan perecido con ocasión de un mismo acontecimiento puede ser incierto el momento preciso de la muerte de cada una, del que dependa la posibilidad de que se realice entre ellas una sucesión hereditaria.

En el Derecho romano existían unas presunciones basadas en la edad, que determinaban quién se presumía muerto antes. Se desenvolvieron en el tiempo por la multiplicidad de casos posibles y el Código de Napoleón acogió una serie que se basaban en la mayor o menor resistencia orgánica, teniendo en cuenta la edad y el sexo. Sin embargo, tales presunciones son injustificadas porque en semejantes casos el momento de la muerte depende no tanto de la resistencia orgánica como del azar o de la situación particular de las personas, es decir, de la accidentalidad del hecho.

El legislador ha resuelto estas cuestiones en el artículo 33 del Código civil: Si se duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, quien de ellas ha muerto primero, el que sostenga la muerte anterior de una o de otra debe probarla; a falta de prueba, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro. Su ámbito de aplicación se extiende a todo caso de duda sobre la relación de supervivencia entre dos personas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR