Primeros ferrocarriles cubanos

AutorRoberto O. Bustillo Bolado
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Administrativo, Campus Universitario de Ourense (Universidad de Vigo)
Páginas112-116
112 ROBERTO O. BUSTILLO BOLADO
III. FERROCARRILES EN CUBA
1. Artículo del Diario de la Habana el 1 de enero de 1838,
dando noticia de los trabajos y el estado de las obras
públicas en la Habana durante 1837
(Gacetas de Madrid de 22 y 22 de febrero de 1838)
(Ref. en Cap. III.2)
(Gaceta de Madrid de 22 de febrero de 1838)
(…) A continuación y según el órden que hemos guardado otras
veces presentamos el trabajo y el estado de las obras públicas durante
el año próximo pasado por las notas que nos ha facilitado la bondad
de sus respectivos directores.
Cárcel (…) Cuartel que se costruye en el segundo piso (…) Plaza de
Tacon (…) Campo militar (…) Camino militar (…) Calles (…) Muelle
nuevo (…)
(Gaceta de Madrid de 23 de febrero de 1838)
Acueducto de Fernando VII (…) En cañerías (…)
Camino de hierro. La conclusión y apertura del primer tramo del
que está construyendo la Real junta de fomento, desde la capital hasta
la villa de Güines, es un acontecimiento que necesariamente formará
época en nuestra historia y hará célebre el año de 37 en los fastos de
esta parte preciosa de los dominios españoles. Las incalculables ven-
tajas que semejantes vías de conduccion proporcionan á todos los
paises, y particularmente á aquellos cuya alma es el comercio (y entre
estos debe indudablemente encontrarse la mayor de las Antillas), son
demasiados obvias para ponernos á enumerarlas: lo grandioso de las
obras y la excelencia de su construccion estan patentes, y no podian
menos de resultar asi, teniéndose como se ha tenido por modelo la mas
selecta fábrica de esta especie de la Gran Bretaña; y por último, la
economía respectiva y la celeridad con que se ha llevado á cabo marcan
el decidido interes que en bien de la patria ha animado al digno Excmo.
Sr. presidente de la Real junta de fomento conde de Villanueva, Sres.
Vocales de la misma y Sres. Comisarios de su seno que han inspeccio-
nado y regentado sus trabajos con notoria asiduidad.
Vimos en efecto, y con júbilo inexplicable, anunciada la solemne
apertura del primer tramo de este ferro-carril, que comprende 6½ le-

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