La primera república y la constitución de 1911

AutorJosé Luis Brey Blanco
Páginas127-153
IV. LA PRIMERA REPÚBLICA Y LA CONSTITUCIÓN
DE 1911
1. INTRODUCCIÓN
El tercer periodo de vigencia de la Carta Constitucional de 1826 se extien-
de desde 1842 a 1910. Con carácter general, durante este periodo destacan dos
hechos principales: el intercambio, básicamente, de dos partidos en el poder y
el nacimiento de las nuevas fuerzas sociales y políticas que terminarán derri-
bando la Monarquía. Como ya se ha indicado, fue ésta una época de la historia
de Portugal caracterizada por la existencia de una relativa calma y estabilidad
institucionales, en la que, además, se produjo el mismo fenómeno que se dio
también en España durante la Restauración: el “turnismo”, vinculado estrecha-
mente con el caciquismo182. Sin embargo, al mismo tiempo que se consolidaba
esta circunstancia, se iba gestando, poco a poco, el declive y la crisis del siste-
ma. En términos de valoración política la mayoría de los autores coinciden en
que la República fue el desenlace lógico de una época de gobierno monárquico
que ya no daba más de sí. Interpretando por nuestra cuenta el pensamiento
de Fátima Bonifácio, todo parece indicar que la tendencia demostrada por la
182 Cfr., ROSAS, F., a primeira república, 1910-1926, como venceu e porque se perdeu,
Bertrand Editora, Lisboa, 2018, p. 26. El siguiente texto de Oliveira Marques resume muy bien
los dos fenómenos más característicos de este periodo: el bipartidismo y el rotativismo. En efecto:
“Regeneradores e Históricos primero, Regeneradores y Progresistas después, este sistema bipartidista
que procuraba imitar el rotativismo inglés se hizo cargo del poder durante casi cincuenta años, con
algunos breves interludios en períodos de crisis. Con todo el rotativismo se vio rápidamente amenazado
por el surgimiento de nuevas fuerzas políticas y por el declive del propio régimen monárquico
constitucional”, DE OLIVEIRA MARQUES, A. H., Breve História de Portugal, op. cit., p. 481.
Sobre este mismo tema puede verse también: PEREIRA MARQUES, F., “Saúde e Fraternidade”,
A República possível (1910-1926), Gradiva, Lisboa, 2018, pp. 15 y ss.
JOSÉ LUIS BREY BLANCO
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izquierda liberal monárquica a hacerse eco de las demandas democráticas del
radicalismo hizo que el advenimiento de la República fuese visto, en cierto
modo, como la salida natural a la crisis, así como el inicio de una nueva etapa
que se aventuraba mucho mejor desde el punto de vista del progreso social,
económico y político. Podemos, pues, decir que la historia se repite, en este
caso para poner en marcha una vez más la dinámica del proceso revolucionario.
Efectivamente, igual que ocurrió en 1836, también ahora, en 1910, se constata
la existencia de una alianza entre la izquierda monárquica liberal y las fuerzas
del radicalismo democrático183. En def‌i nitiva, como dice Fernando Rosas, la
Monarquía cayó porque desde f‌i nales de siglo se vio “asediada con creciente
vigor y radicalismo por un movimiento republicano de base urbana y popular
liderado por la elite pequeñoburguesa de las ciudades –el frente político de los
apartados o excluidos del poder”184. Pero cayó también porque ni ella misma
ni los sectores que la habían apoyado siempre se mostraron dispuestos a de-
fenderla haciendo frente a sus oponentes185.
Lo cierto es que este tipo de juicios se suceden uno tras otro entre los auto-
res. En líneas generales, la idea predominante es que la crisis del sistema liberal
no afectó sólo a la Monarquía, sino que alcanzó de lleno también a la Primera
República, debido a que tampoco ésta consiguió solucionar los problemas que
la Monarquía le había dejado como herencia. Con palabras de Hipólito de la
Torre, el regeneracionismo republicano, que se había propuesto a sí mismo
como la verdadera respuesta a todos esos problemas, acabó siendo un fracaso:
“Como en tantos otros países, desde f‌i nales del XIX el estado liberal
portugués inició un prolongado ciclo de agotamiento, motivado por
las insuf‌i ciencias del modelo político y económico para absorber las
crecientes presiones sociales sobre el sistema. Incapaz de aportar
una solución a la crisis, la monarquía fue derribada en 1910. Pero el
regeneracionismo republicano –pretendidamente democrático– muy
183 Cfr., BONIFÁCIO, F., “Síntesis interpretativa del siglo XIX portugués”, en GÓMEZ, B.,
PALACIOS, D (eds.), Una historia política de Portugal. La difícil conquista de la democracia,
op. cit., pp. 22-25.
184 ROSAS, F., “Pensamiento y acción política en el Portugal del siglo XIX (1890-1976).
Ensayo interpretativo”, en GÓMEZ, B., PALACIOS, D (eds.), Una historia política de Portugal.
La difícil conquista de la democracia, op. cit., pp. 53-54.
185 Ibíd., p. 54.

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