Las medidas de protección a la familia en el primer franquismo: el subsidio familiar
| Autor | Mª José Collantes de Terán de la Hera |
| Cargo del Autor | Universidad de Cádiz |
| Páginas | 101-151 |
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El nacimiento* de la política familiar en España surge en plena Guerra Civil, en la zona nacional, al adoptarse la primera medida de protección social de la familia: La Ley de subsidios familiares de 18 de julio de 1938. Esta primera asignación familiar fue complementada paulatinamente a lo largo de la década de los cuarenta con todo un conjunto de mecanismos que hacen de la política familiar el eje de la política social franquista. Una sistematización bastante clara de dichos mecanismos es ofrecida por Manuel Alonso García, que divide en directas e indirectas las diversas medidas concretas en que se ha manifestado el valor y reconocimiento constitucional dentro del campo de la política social franquista de carácter familiar. Las directas, con un carácter verdaderamente fundamental y básico, han tratado de ser la base de una solución plena de los problemas familiares a través de lo que pudiera denominarse un intento de salario familiar. Estas medidas directas vendrían representadas por las siguientes instituciones: el Subsidio familiar, en cualquiera de sus regímenes, general o especiales, que tiene su antecedente en el Decreto-ley de 21 de junio de 1926, y regulado en la Ley de 18 de julio de 1938 y Reglamento de 20 de octubre del mismo año, modificado y ampliado por disposiciones posteriores; el Plus familiar, regulado por Orden de 29 de marzo de 1946 y preceptos complementarios; y la Ayuda familiar a los funcionarios públicos, recogida en la Ley de 15 de julio de 1954 y disposiciones complementarias, y respecto de los funcionarios de la Administración local, por Ley de 27 de diciembre de 1956. En cuanto a las medidas indirectas, serían las que persiguen, por métodos no tan directos, favorecer la situación y el desarrollo de la familia en los diferentes ámbitos a los cuales se extendiese la presencia de ésta o en los que pudiera ser factible la aplicación de cualquier medida orientada a elevar, en una u otra forma, su nivel de vida. Estas medidas indirectas vendrían repre-Page 103sentadas: por el Sistema general de protección a las familias numerosas; por los Subsidios y premios de nupcialidad y natalidad, tanto general (incluidos en el régimen general del subsidio familiar) como los otorgados por las Mutualidades laborales; por el Régimen de protección a la maternidad, bien en el contrato de trabajo de las mujeres, bien en el Seguro Obligatorio de Enfermedad; y por los Subsidios o pensiones de viudedad, orfandad y escolaridad1.
La primera de estas medias o mecanismos directos es, como se ha dicho, el subsidio familiar. Tras la sanción del Fuero del Trabajo -primera de las Leyes Fundamentales-, el 18 de julio de 1938 se aprobóPage 104la ley sobre "Régimen Obligatorio de Subsidios Familiares", inspirada en el sistema establecido en Italia a finales de 1934 para compensar el bajo nivel adquisitivo de las familias, inferior en términos reales al existente en los años veinte. La Ley de Subsidios Familiares -que entró en vigor el 1 de febrero de 1939- explicaba en su preámbulo:
"Es consigna rigurosa de nuestra Revolución elevar y fortalecer la familia en su tradición cristiana, sociedad natural perfecta y cimiento de la Nación./ En cumplimiento de la anterior misión, ha de otorgarse al trabajador -sin perjuicio del salario justo y remunerador de su esfuerzo- la cantidad de bienes indispensables para que, cuando la prole sea numerosa -y así lo exige la Patria- no se rompa el equilibrio económico del hogar y llegue la miseria, obligando a la madre a buscar en la fábrica o en el taller un salario con que cubrir la insuficiencia del conseguido por el padre, apartándola de su función suprema e insustituíble, que es la de preparar sus hijos, arma y base de la Nación, en su doble aspecto espiritual y material..."2.
De estas significativas palabras vamos a destacar, en primer lugar, la importancia que se le otorga a la familia, considerada como "cimiento de la nación; en segundo lugar nos fijaremos en cómo se fomenta desde el Estado las familias numerosas, a pesar de que a primera vista la abundancia de hijos pueda provocar el hundimiento económico de las mismas; en tercer lugar, y precisamente para solventar estas dificultades, nos centraremos en la obligación del Estado de intervenir a favor del trabajador estableciendo tanto un salario familiar -"salario justo y remunerador de su esfuerzo"- como de un subsidio familiar -cantidadPage 105de bienes indispensable para atender a la prole numerosa-; finalmente, analizaremos minuciosamente la regulación establecida en la Ley de Subsidios Familiares de 1938 y en su Reglamento, sirviéndonos para ello del folleto que explicaba su entrada en vigor y las normas para su aplicación3.
Uno de los pilares básico del régimen franquista, ya desde sus comienzos, fue la familia, entendida ésta como comunidad natural, de fondo moral y base de la socieda y el Estado y, por lo tanto, con un gran alcance social y político. Estas características son las que se resaltan en las Leyes Fundamentales del Estado español, como es el caso del Fuero del Trabajo (de 9 de marzo de 1938), el Fuero de los Españoles (de 17 de junio de 1945) y la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (de 17 de mayo de 1958).
El Fuero del Trabajo, en su Declaración XII-3, contiene la siguiente formulación: El Estado "reconoce a la familia como célula primaria natural y fundamento de la sociedad, y al mismo tiempo como institución moral dotada de derecho inalienable y superior a toda ley positiva...".
Por su parte, el art. 22, párrafo 1º del Fuero de los Españoles dice expresamente que "El Estado reconoce y ampara la familia como institución natural y fundamento de la sociedad, con derechos y deberes anteriores y superiores a toda ley humana positiva".
Asimismo, la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento afirma, en su Principio V, que "La comunidad nacional se funda en el hombre... y en la familia, como base de la vida social". Y el VI añade que "Las entidades naturales de la vida social, familia, municipio y sindicato, son estructuras básicas de la comunidad nacional..."
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En múltiples ocasiones sería el propio Franco quien, a través de sus discursos, se ocupe de ensalzar a la familia como pieza fundamental del Nuevo Estado, a la que había que prestar la máxima atención y ayuda:
"Para nosotros la familia constituye la piedra básica de la nación... Al correr los años, nuestra Nación ha sido, más que una suma de individuos, una suma de hogares, de familias con un apellido común... Por la elevación de sentimientos que el orden familiar entraña, por la solidaridad del común destino, por la red de afectos y tradiciones acumulados al corres de los años, que de padres a hijos se transmiten con la antorcha del deber, de los honores, del trabajo o del sacrificio, no solo es semejante a lo que puede establecerse entre la familia y la Patria, sino que la familia constituye un modelo, un arquetipo para la Nación" (31-XII-1953: Mensaje de fin de año)4.
Aprovechando la celebración del I Congreso Nacional de la Familia Española, Franco pronunciaría las siguientes palabras recalcando la importancia de la familia:
"La mayoría de los males que a la sociedad moderna aquejan son debidos en su mayor parte a la debilitación del vínculo familiar. Cuando la institución familiar se debilita, la sociedad padece, y cuando aquélla llega trance de desintegración la sociedad entera se anarquiza./ La Naturaleza ha hecho de la familia la célula de toda la vida social/ ...Si queremos conseguir un mundo mejor hemos de mirar a la familia como su piedra básica/ ...Si aspiramos a que la familia constituya esa piedra básica de la sociedad moderna en la que todos los españoles se integran, hemos de cuidar de cuanto al mejor desenvolvimiento de la familia cristiana interesa, seguros de que de la asociación de las familias y del estudio de sus problemas sólo se derivarán bienes para nuestra nación, que una vez más habrá señalado al mundo el verdadero camino para la enmienda de la sociedad moderna. Empieza aquí a apercibirse el gran tesoro que la familia significa y a contemplar con envidia a los pueblos que a través de todas las vicisitudes han sabido conservar esta bendición de Dios que la familia representa"5.
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La familia es la base fundamental de la sociedad porque en ella se forman y educan los hijos, cuantos más numerosos mejor para la Nación, pues el aumento del potencial humano la hará más poderosa. En este sentido resulta muy ilustrativo un folleto publicado por el Instituto Nacional de Previsión con ocasión de la entrada en vigor de la Ley de Subsidios Familiares en enero de 1939, en el que se explica la importancia de la familia y la necesidad de ayudarla más cuanto mayor fuera el número de hijos. Bajo el título "La política de la familia al servicio de la política demográfica", podía leerse:
"Es indudable que el Estado será tanto más fuerte si cuenta con que los cimientos de la Nación son sólidos y sanos./ Sólo el núcleo familiar puede prestar esta base y ésta es la finalidad perseguida por la rama general de subsidios: Que la familia sirva de fortaleza a la Nación./ Todos los Estados...
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