Prevención: factores protectores y factores de riesgo

AutorConcepción Nieto Morales
Páginas158-159

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Factores protectores son el conjunto de factores que pueden prevenir que se desarrolle una conducta delictiva, entre los que se encuentran factores personales, sociales y ambientales.

El comportamiento antisocial desencadena infracciones, estigmatización además de entrar en conflicto con la Ley.

Los Factores de riesgo más importantes se encuentran relacionados con la familia, desigualdad, ambientales, económicos, socio relacionales, etc.; en educación el aprendizaje social disfuncional, fracaso escolar, absentismo, abandono, no formación laboral, etc.; a nivel psicopatológicos presentan baja tolerancia a la frustración, descontrol, irresponsabilidad, impulsividad, etc.

Factores predictivos de reincidencia delictiva se relacionan con la edad y el comienzo de la trayectoria delictiva, con factores psicopatológicos, socialización familiar delictual, consumo de estupefacientes. Algunos factores son muy difícil y complicado modificarlos produciendo reincidencia, tal es el caso de alteraciones psicológicas y de personalidad, las relaciones sociales, y el consumo de estupefacientes.

Es importante desde que el niño es pequeño la orientación de la conducta no solo con valores y habilidades, también con responsabilidad, capacidad de respuesta, control de impulsos, comunicación, hay que desarrollar estrategias de regulación y desarrollo emocional y solución de problemas, en definitiva, conductas prosóciales; que reforzadas positivamente irán moldeando la conducta.

¿Cómo se pueden prevenir los factores de riesgo en los menores y jóvenes?

La prevención de los factores de riesgo en los menores y jóvenes es un factor fundamental y se debe realizar desde diversos ámbitos institucionales.

Desde la familia, la educación unida a un sistema de normas y pautas educativas adecuado es fundamental, aunque si la familia y la escala de valores que esta tiene no es el adecuado o se hace imposible que los hijos acaten normas y pautas educativas, no existirá la adecuada prevención que pueda evitar entrar en conflicto con la Ley o perpetrar actos delictivos.

La normalización familiar es un gran reto para la prevención de situaciones de riesgo de desprotección y delictual en los jóvenes. Cuando desde la familia resulta imposible la prevención y las conductas disruptivas se normalizan en la vida de los menores y jóvenes se debe actuar desde los Servicios Sociales Comunitarios, existiendo programas específicos para menores y jóvenes infractores, aunque depende...

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