Los presupuestos participativos en Europa

AutorJuan Calvo Vérgez
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Financiero y Tributario, Universidad de Extremadura
Páginas255-296
XVII. LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS EN
EUROPA
1. INTRODUCCIÓN
Siguiendo a CABANNES192 puede afirmarse que tradicionalmente exis-
te una percepción extendida entre la mayoría de los ciudadanos de que sus
representantes, una vez elegidos, explican muy pocas veces sus decisiones
políticas. En efecto, los ciudadanos se quejan de que los políticos no rinden
cuentas de sus acciones. Y, ciertamente, si los políticos no rinden cuentas
de sus acciones, difícilmente los ciudadanos podrán responsabilizarlos de
una gestión que la mayoría desconoce.
En este sentido se ha de señalar que entre elección y elección, la demo-
cracia representativa que se ha impuesto como modelo de gobierno en la
actualidad carece de mecanismos concretos a través de los cuales los ciuda-
danos puedan participar directamente en el control de sus representantes y
en la toma de decisiones políticas. A este respecto cabe estimar que cuantas
más ventanillas tenga el sistema para recibir las opiniones y las demandas de
los ciudadanos, más posibilidades de ajuste existirán entre las preferencias
de los ciudadanos y las políticas. Y, paralelamente, cuantos más escaparates
ofrezca el sistema para que los políticos sean escrutados por la ciudadanía,
192 CABANNES, Y., “Participatory budgeting: a signif‌i cant contribution to participatory
democracy”, en la obra colectiva Environment & Urbanization. Participatory Governace, vol.
16, núm. 1, IIED, London, UK, 2004, pág. 29.
Juan Calvo Vérgez
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mayor capacitación ciudadana existirá para discernir entre la mala gestión
y la buena gestión de sus representantes y para castigarles o premiarles en
consecuencia.
A priori la apuesta por los Presupuestos Participativos podría ser vista
como una apuesta por el aumento de poder de control de la ciudadanía sobre
sus representantes, que serviría tanto de ventanilla para introducir demandas
de los ciudadanos en el sistema como de escaparate de la gestión municipal,
aumentando la transparencia de la administración local. Piénsese que en el
momento en que los representantes locales se comprometen a dar cuentas
de forma directa a sus ciudadanos de su acción política, están creando las
condiciones para que la decisión electoral se forme con un mayor nivel de
conocimiento de la gestión local. Pues bien, del mismo modo a través de
la implementación de los Presupuestos Participativos se está extendiendo
la elaboración del programa de gobierno más allá del programa electoral,
posibilitando la inclusión de nuevas demandas ciudadanas.
De un tiempo a esta parte la difusión de la cooperación descentralizada
y los esfuerzos llevados a cabo con la finalidad de divulgar algunas expe-
riencias de democratización de la gestión participativa en distintas ciudades
latinoamericanas fomentó el nacimiento de las primeras experiencias de
Presupuesto Participativo en Europa. Se trata de experimentos acometidos
con la finalidad de involucrar a los ciudadanos en la construcción de las
prioridades de gasto de las distintas Administraciones Públicas municipales
mediante la organización de ciclos anuales de reuniones públicas (abier-
tas aunque reguladas) y del suministro de otras herramientas de apoyo al
perfeccionamiento progresivo de aquellas opciones que deban incluirse en
los documentos de planificación (planes presupuestarios y programas de
servicios y obras públicas).
A lo largo de estos últimos 20 años y, especialmente, a partir de las
experiencias realizadas en ciudades tales como Porto Alegre (Brasil), han
sido muy numerosas las instituciones internacionales (principalmente el
PNUD193, Hábitat y el Banco Mundial) que han contribuido a la difusión
de las experiencias latinoamericanas más significativas. Incluso la Unión
Europea procedió a financiar la realización de proyectos de intercambio con
el lanzamiento de una Red (la Nº 9 del programa de cooperación URB-AL)
193 Véase PNUD, Informe sobre desarrollo humano: profundizar la democracia en un mundo
fragmentado, Mundi-Prensa, Madrid, 2002.
La experiencia de los presupuestos participativos en los entes locales 257
dedicada exclusivamente a la cuestión de los Presupuestos Participativos.
Y, paralelamente a dicha actuación, tuvo lugar el desarrollo de diversos
programas de diálogo y de cooperación igualitaria entre ciudades con la
finalidad de proyectar sobre el ámbito europeo el conjunto de innovaciones
creativas relacionadas con la gestión participativa que vieron la luz en di-
versas ciudades del Cono Sur, animadas por un nuevo replanteamiento de
los modelos de gestión territorial tomados de la Europa Occidental.
Estas prácticas a las que nos referimos han consistido en la experi-
mentación de un conjunto de políticas de gestión innovadoras destinadas
a transformar el uso territorial tradicionalmente existente, ofreciéndose así
a los distintos poderes institucionales el inicio de un proceso de apertura a
la toma de decisiones compartida con los habitantes, en aras de alcanzar la
asunción de una auténtica responsabilidad por parte de los distintos tejidos
sociales existentes en la experimentación de políticas sociales, económicas
y ambientales centradas en los objetivos de la sostenibilidad.
Asimismo se ha tratado de evitar que, con motivo de las relaciones
existentes entre el conjunto de las instituciones locales y la sociedad ci-
vil, se originaran situaciones de ‘asimetría’ dentro de las relaciones de
complementariedad recíproca existentes entre Entes Locales, Provincias,
Regiones, Estados e Instituciones Supranacionales. Téngase presente que,
si bien en la mayoría de los casos la globalización de los problemas se ve
acompañada de una localización de las soluciones, en raras ocasiones la
descentralización de las responsabilidades se traduce en el surgimiento de
una descentralización paralela de los recursos y de los poderes decisorios
con los que poder hacerle frente.194
Son múltiples los ejemplos de Presupuestos Participativos que han tra-
tado de orientarse hacia la inversión de este mecanismo, ofreciéndose así
por parte de las autoridades locales a los ciudadanos espacios de gobierno y
de decisión a cambio de obtener el compromiso de éstos y de sus organiza-
194 Dada esta situación en numerosas ocasiones suele recurrirse a la subcontratación y a la
externalización, especialmente de las responsabilidades sociales. Ahora bien, sin perjuicio de
reconocer lo anterior debe señalarse que son raras las ocasiones en las que las decisiones sobre
las transformaciones del territorio y las políticas públicas se comparten con la sociedad civil.
De hecho lo que suele suceder es justamente lo contrario, es decir, que los mecanismos de
privatización tienden a dejar márgenes de poder cada vez más amplios a aquellos que gestionan
los ‘bienes comunes’ (los cuales, en su día, fueron también ‘bienes públicos’, tanto desde el
punto de vista de la propiedad como de la gestión).

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