La presión fiscal relativa en españa

AutorRamón Soler Belda
Páginas305-305

Page 305

No es cierto que la presión fiscal española sea de las más altas de Europa. Posiblemente haya sido la que más rápidamente ha crecido en las últimas décadas; pero esto es lógico si tenemos en cuenta que hasta la reforma fiscal iniciada en 1979, la presión fiscal era con mucho la más baja del continente, por lo que el punto de partida cuando se hace la reforma fiscal es muy inferior al de otras naciones. Aunque las leyes tributarias del primer momento622tenían unos tipos relativamente altos, la falta de control sobre lo declarado, la no regulación de otros tipos de impuestos aparecidos con posterioridad, hace que la presión fiscal nominal fuese alta, pero la presión fiscal efectiva no lo fuese tanto.

Pasar en dos décadas de una presión ridícula a otra que no difiere demasiado de la media europea, supone un recorrido muy doloroso por la rapidez con la que se produce. Aun hoy estamos por debajo de los países próximos, como se ha encargado de recordar el informe de los expertos encargado por el gobierno623donde España aparece en el 32%, frente a la media europea del 35,5% o la media ponderada superior al 38%, aun con la complejidad del cálculo.

Hasta no hace mucho se hablada de la "Agenda para el Post-Bienestar" en los países desarrollados, donde se pretende una mayor demanda de servicios públicos de mejor calidad, y una relación fluida entre la Administración y los ciudadanos, lo que requería mantener, cuando no incrementar esta presión fiscal que garantice la viabilidad del sistema624, en la actualidad cualquier veleidad de este...

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