Intervención del presidente de la Asociación, profesor don Francisco López Menudo, en la solemne sesión de apertura del VIII Congreso

Páginas253-258

Page 253

La Asociación Española de Profesores de Derecho Administrativo, la AEPDA, como la llamamos familiarmente por ser cosa amiga y c ercana, se reúne por octava vez para celebrar su Congreso anual, en unas fechas que ya han adquirido carta de naturaleza: la segunda semana de febrero, cuando ha quedado atrás el crudo enero y se atisba ya la primavera, aunque bien es verdad que en Alicante es primavera cada día. También en primavera, la de mayo de 2004, se gestó esta Asociación por lo que pronto cumplirá nueve añitos.

Aunque todos sabéis por propia experiencia el esfuerzo que hay detrás de un evento como este, creo que es de justicia resaltarlo aquí; y desde luego, no para atribuirme méritos gratuitos, sino para señalar precisamente quiénes son los verdaderos acreedores de esta deuda que la Asociación contrae en estos tiempos tan difíciles.

Recuerdo nítidamente el «pistoletazo de salida» de esta carrera en cuya meta estamos hoy. Fue el 10 de febrero del pasado año, en plena celebración del Congreso de Tarragona, en la histórica Casa Canals a la que fuimos invitados todos por la Autoridad Portuaria, gracias al buen hacer de los organizadores de aquel Congreso, tan fructífero y tan grato.

Cuando aún seguíamos embobados con aquella exhibición de castellers con la que fuimos obsequiados, y la bella Casa se llenó del tintineo de las co pas y de nuestro propio bullicio, nos retiramos con Juan José Díez, en un aparte, como en el ángulo oscuro del salón, y nos dijo que si la Asociación lo ne cesitaba se ofrecía a asumir la organización de este Congreso. Y lo pasmoso fue que lo ofreció con toda naturalidad, como si tal cosa, cuando no dejaba de correr de boca en boca la idea que a todos nos encogía: el miedo de organizar algo en estos tiempos de restricciones sin cuento, salvo que se tuviera fe infi nita en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Quiero deciros que fue un gesto gallardo, que me conmovió por su sencillez y su grandeza universitaria.

Page 254

Esta Universidad puede sentirse orgullosa de este equipo de administrativistas, representados en esta ocasión por Juan José Díez Sánchez. Ellos mantienen así enarbolada la bandera del Derecho administrativo, el amor por la Universidad, siguiendo la huella indeleble del maestro, el profesor Ramón Martín Mateo, uno de los grandes y por ello presente aquí entre nosotros, lo esté o no físicamente. Él ha sido rector de esta Universidad como lo fue de la del País Vasco, auténtico apóstol del Derecho ambiental en España y admirado por todos en cualquier faceta del Derecho administrativo. Sus discípulos se han volcado con la Asociación desde el primero al último detalle; por ello es mucha la gratitud que les debemos.

Y en este capítulo de agradecimientos a los artífices directos de este grato Encuentro quiero hacer una mención muy especial a Isaac Martín Delgado, nuestro secretario, una mezcla de talento, abnegación y eficacia difícilmente superable. Mucho le debemos a Isaac porque la gestión diaria de la Asociación va teniendo ya la dimensión de una pequeña empresa, y quizás me quede corto. Además, investiga, enseña y atiende a su familia; es un «hombre-orquesta», siempre leal y amable con todos.

Por tanto, gracias a ellos, a los miembros de nuestra Junta Directiva y a todos vosotros, tan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR