Presentación
| Autor | Agustín Luna Serrano |
| Páginas | 17-21 |
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Este breve estudio tiene su origen en la lectio sobre "certeza y verdad en el derecho" impartida durante una celebración, nunca bastante agradecida, acordada por la Universidad de Almería, cuyo contenido fue reproducido para ser distribuido su texto en tal ocasión. Algo más tarde -siguiendo un antiguo consejo académico de que primum recte docere, deinde id elaboratum in scriptis edere- dicha exposición fue acogida, revisada pero sólo con alguna mínima variación y la adición de unas cuantas notas, por los "Estudios de Deusto", incluyéndose en su vol. 61/1 de enero-junio de 2013.
El acervo bibliográfico consultado, incrementado en buena parte en sendas visitas a las magníficas y acogedoras bibliotecas universitarias de Perugia y de Sassari, y en particular mi inclinación personal hacia los temas relacionados con la que se ha dado en llamar "teoría del derecho", me hicieron pensar en la oportunidad de profundizar en el contenido de aquellas primeras elaboraciones, insistiendo en el mismo en la perspectiva que me es propia como jurista de derecho positivo y, desde luego, continuando a discurrir sobre el asunto examinado no tanto a priori -según es habitual entre nuestros "teóricos del derecho"- como a posteriori y como reflexión asentada mucho más que en las lecturas en las experiencias de no pocos años.
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Como bien sabe el atento lector, el derecho aflora y se resume en proposiciones lingüísticas -legislativas, negociales, administrativas, forenses, judiciales o doctrinales- que arguyen un discurso en el que, al igual de lo que ocurre en los relatos humanos más habituales, como son los propios de la lógica, de la gramática y de la retórica, se entremezclan las aprehensiones relativas a las cosas percibidas y las asunciones referentes a las cosas apreciadas, en consonancia con la tradicional distinción, de persistente recorrido histórico, entre cosas sensibles e inteligibles o bien, si se prefiere y con expresiones menos recientes, entre la cognitio intuitiva y la cognitio abstractiva. De aquí que resulten explicables las frecuentes ambigüedades del communis usus loquendi de los juristas, los cuales sabemos perfectamente y abiertamente reconocemos que en nuestro par-
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ticular universo no hay -ahora menos que nunca- verdades o certezas inconcusas y en el cual sólo aproximativamente tiene lugar lo que podríamos llamar, como los antiguos, la discretio veritatis aut falsitatis.
No puede olvidarse, en efecto, que la presencia de toda quaestio iuris, que es en definitiva lo que...
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