Preguntas y respuestas sobre la situación de las telecomunicaciones móviles en España

AutorAriño & Almoguera, Abogados
Páginas221-234
  1. ¿POR QUÉ ESTÁN TAN BAJAS LAS ACCIONES DE LAS EMPRESAS DE TELECOMUNICACIONES MÓVILES?

    Todas las acciones de las empresas del hipersector TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) o TMT (Tecnología, Media, Telecomunicaciones) se han visto afectadas a la baja, desde sus máximos alcanzados en marzo del 2.000, por una creciente desconfianza hacia la evolución futura de sus respectivos sectores. Esta desconfianza procede de la concatenación de los siguientes factores: a) la corrección de las excesivas expectativas generadas sobre los beneficios de las nuevas tecnologías; b) la percepción de que los nuevos servicios que se esperan de la evolución tecnológica se retrasan ¿su aparición no es tan inmediata como se creía¿; y c) en lo que se refiere a la telefonía móvil en concreto, la inseguridad regulatoria creada a partir del comportamiento reciente de los Gobiernos europeos y de la Comisión Europea, y el daño ya provocado por las exacciones de las licencias UMTS.

  2. ¿RESULTA RAZONABLE LA SENSACIÓN DE INSEGURIDAD EXISTENTE?

    No, no lo es. Proviene más de un sentimiento que de un comportamiento racional. Los sectores tecnológicos y, en concreto el de las telecomunicaciones, continuarán desarrollándose en el futuro previsible. La corrección del exceso de la valoración bursátil ya se ha producido; el retraso de la aparición de los nuevos servicios no implica negar su existencia, sino descontarlos a más largo plazo; y el comportamiento de los Gobiernos provocando inseguridad regulatoria es ilógico y pasajero (la misión de los poderes públicos es precisamente la contraria).

    Las circunstancias sólo pueden mejorar. Ahora bien, es sabido que las valoraciones bursátiles se mueven tanto o más por apreciaciones subjetivas que por razonamientos impecables, y, en este sentido, la desconfianza actual es comprensible, aunque sepamos que tiene que desaparecer a medio plazo. Los potenciales de las telecomunicaciones y, especialmente, de las telecomunicaciones móviles, continúan siendo muy altos.

  3. ¿PUEDE CORREGIRSE?

    La inseguridad que afecta a los inversores y la volatilidad de las acciones tecnológicas durará todavía algunas semanas, incluso algunos meses. Poco cabe hacer a corto plazo en este terreno. Unas valoraciones arrastran a otras; en estos momentos, la corrección que en Internet están sufriendo las empresas «punto com» tiene un claro eco en las de telecomunicaciones; hace falta tiempo para que las expectativas positivas ¿que se mantienen en estos sectores¿ se hagan de nuevo perceptibles. En cambio, la inseguridad regulatoria es inmediatamente corregible; es suficiente para ello con un comportamiento inequívoco de los poderes públicos respecto a la regulación presente y futura, que envíe las adecuadas señales al mercado y a los inversores.

  4. ¿POR QUÉ NO APLICAR SENCILLAMENTE LA REGULACIÓN DE LAS TELECOMUNICACIONES FIJAS A LAS MÓVILES?

    Esta idea se está extendiendo por algunos medios y es un craso error. La regulación de las telecomunicaciones fijas no puede trasplantarse directamente a las móviles por razones tanto históricas como técnicas o económicas. Históricamente, el largo período de monopolio que justificó el diseño del actual sistema de precios de interconexión y acceso en las redes fijas, no existe en las móviles, que, en su versión digital, hoy dominante, nacieron en competencia. Técnicamente, la red móvil funciona de manera muy distinta que las red fija: en la primera, todos los componentes de la red están al servicio de todos los usuarios, mientras que, en la segunda, el elemento clave, el bucle de abonado, lo utiliza uno sólo; el valor de localización del usuario sobre el territorio, y sus tecnologías asociadas, característico de la primera, no existe en la segunda; la capacidad de implantación rápida de la banda ancha sobre territorios extensos y poblaciones densas de la primera tampoco existe en la segunda etc. Y, económicamente, los rápidísimos ciclos de sucesión de las generaciones tecnológicas de las telecomunicaciones móviles las diferencian radicalmente de las fijas en aspectos clave de su gestión: necesidades de amortización, tiempo de familiarización de los usuarios, difíciles apuestas empresariales en torno a la arquitectura de red, rápida obsolescencia de los equi-

    pos, etc.

  5. ¿LAS DIFERENCIAS EXISTENTES, ¿JUSTIFICAN REALMENTE UNA REGULACIÓN DIFERENTE?

    En la mayoría de los casos, sí. La regulación es un mecanismo de precisión que no puede funcionar sin adaptarse con toda exactitud al sector regulado y a las fuerzas que se mueven en él. Piénsese, por ejemplo, en la entrada en el mercado de redes fijas y móviles: la primera está siempre abierta y las licencias pueden concederse sin limitación de número, mientras que la entrada al mercado en la segunda la controla el Estado a través de los mecanismos de asignación de frecuencias radioeléctricas. O piénsese en los contratos de itinerancia (roaming) que se celebran entre redes móviles; ni son ni pueden confundirse con contratos de interconexión entre redes fijas. En algunos casos, en cambio, la regulación puede ser común: las redes móviles también se interconectan, y sus comunicaciones de voz afectan al servicio universal de telefonía fija, a cuya financiación es muy posible que antes o después deban colaborar. Lo que en cualquier caso es muy...

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