Prefacio
| Autor | Dña. Edith Cresson |
| Cargo | Comisaria de ciencia, investigación y desarrollo |
Al finalizar el siglo XX, la movilidad de los ciudadanos es una necesidad y un derecho individual indiscutible. En la búsqueda de un equilibrio entre transporte privado y público, la realidad muestra que la utilización del automóvil particular es predominante (un 75% de los viajes se realizan actualmente en automóvil privado). Esta situación es cada vez más problemática en las grandes aglomeraciones. Los continuos embotellamientos en los centros urbanos y en sus vías de acceso inciden negativamente en la calidad de vida, en el medio ambiente y en el transporte urbano.
La mejora del sistema de transporte urbano y por tanto de la movilidad individual debe basarse en la búsqueda de nuevas tecnologías capaces de desarrollar sistemas de transporte efectivos no convencionales, en paralelo con el desarrollo de un automóvil "inteligente" que sea no contaminante, seguro y con un rendimiento adecuado. Sin embargo, la solución a los problemas de movilidad no debería nunca dejar de lado los aspectos relacionados con el individualismo, la seguridad, el respeto al medio ambiente, la eficacia energética y la competitividad de los sectores industriales involucrados.
La movilidad es esencial para la actividad económica. Entre los efectos indirectos, hay que mencionar el ejemplo del transporte de carga ligado a toda la actividad industrial. En cuanto a los efectos directos, hay que mencionar la industria del automóvil, que constituye por sí sola una de las principales fuentes de riqueza. La producción de automóviles en la UE contribuye en un 2% al PIB, proporciona 1,8 millones de empleos a través de la red de distribución y de los talleres de reparación, así como 1,8 millones de empleos directos que realizan el 8,3% de los trabajos de manufactura.
La industria del transporte depende en la actualidad de su capacidad de producir calidad a precios competitivos a nivel mundial. Es vital estimular a la industria europea con el fin de que no se quede rezagada respecto a EE.UU. y Japón, que basan su desarrollo en las fuertes inversiones que se hacen en I+D. Para poder responder con soluciones "inteligentes" y competitivas y reforzar su competitividad en el mercado, la industria debe hacer frente a un inmenso desafío tecnológico.
La Comisión Europea es consciente del desafío que supone esta situación para el sector del transporte en particular y para la Unión Europea en general. La administración de los intereses de la industria del transporte, del medio ambiente y del sector energético y de las necesidades de los ciudadanos no es tarea fácil.
En este contexto, la Comisión ha dispuesto unas acciones que integran la percepción de este tema por parte de diferentes Direcciones Generales (DG XII, JRC, DG VII, DG III, DG XIII y DG XI) y que tienen por objetivo el avanzar en la búsqueda de soluciones conjuntas a los problemas de transporte urbano. La estrategia de base de la Comisión para la mejora de la calidad de la movilidad urbana ha sido expuesta en el libro verde "La red del ciudadano". También hay que resaltar la importancia del reagrupamiento de la I+D de los dominios del transporte y de la tecnología dentro del 4º Programa Marco y la creación de Task Forces. Los que trabajan en "El automóvil del mañana" y la "Intermodalidad" son especialmente importantes para el transporte urbano y tienen como finalidad llevar a los diferentes actores involucrados a trabajar en la conciliación de todos los elementos que deberán configurar el transporte urbano "del mañana".
La normalización de los sistemas de transporte utilizables en todas las ciudades y la estimulación de la investigación común entre diferentes Estados Miembros son dos de los ejemplos que demandan una acción a nivel de la Unión Europea. Sin embargo, la Comisión Europea tiene siempre presente la cuestión de la subsidiaridad, ya que nos encontramos ante un problema cuya competencia principal recae sobre los gobiernos locales.
Este número especial del IPTS Report sobre el transporte urbano busca hacer una presentación de la situación actual y de las posibles vías abiertas por las nuevas tecnologías con el fin de aportar nuevos elementos a los responsables políticos.
