Perspectiva médica

AutorYolanda B. Bustos Moreno
Cargo del AutorProfesora titular de Derecho Civil Universidad de Alicante
Páginas37-110

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1. El tratamiento de la transexualidad desde el punto de vista médico
1.1. La transexualidad como problema de salud mental

El art. 43.1 CE declara que: "Se reconoce el derecho a la protección de la salud". Se entiende que la salud no sólo se define en no padecer enfermedad, sino más genéricamente, en el disfrute de un bienestar general, psíquico mental y social, que ayude a un pleno desarrollo personal (preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, de 1946)58. En este contexto hay que incardinar la necesidad de tratamiento médico de las personas transexuales.

Una característica común de los transexuales, en cuanto pacientes, es su negativa a ser considerados enfermos59. Los transexuales sitúan suPage 38 problema sobre todo en la representación corporal. Si recurren al sistema sanitario no lo hacen porque se sientan enfermos, sino para que se les restituya su "verdadero cuerpo", para "corregir un error de la naturaleza"60, calificándose entonces de problema de salud mental grave61.

A tal fin demandan atención por parte de la Sanidad pública, a través de Unidades multidisciplinares dedicadas al tratamiento específico de los trastornos de identidad de género, que no están cubiertos de forma integral al día de hoy, lo que deriva, en ciertos casos, en marginación social y en el recurso a la automedicación sin control, debido al alto coste de los tratamientos62.

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En la actualidad, los trastornos de identidad de género y la transexualidad -en cuanto problemas de salud mental graves- figuran perfectamente definidos y descritos en el protocolo establecido por la Harry Benjamin International Gender Dysphoria Association's (HBIGDA)63 y en las clasificaciones internacionales de enfermedades64 que, a grandes rasgos, sigue la Ley 3/ 200765. Pese a ello, no se indican tratamientos para eliminarla sino, por el contrario, la hormonación y la cirugía de reasignación sexual, como veremos, tienen como finalidad lograr la verdadera iden-Page 40tidad de género de los afectados. Sin embargo, no fue así en un inicio, y existen dudas sobre su conceptuación futura, en línea con la idea expuesta de que los transexuales no son enfermos mentales66.

1.2. Delimitación
1.2.1. Origen y evolución conceptual

El término transexual apareció por primera vez en la literatura médica en los trabajos de HIRSCHFELD en 192367, pero hablaba sin hacer distinciones entre transvestismo, homosexualidad afeminada y transexualismo68. CAULDWELL en 194969, fue el primero en usar el término transexualismo en un sentido más actual, es decir, para denominar a losPage 41 individuos que desean vivir de forma permanente como miembros del sexo opuesto y que quieren someterse a la cirugía de reasignación de sexo. La primera definición del término transexualidad data de 1953 y fue acuñada por HARRY BENJAMIN, endocrinólogo alemán afincado en Nueva York70. Lo define como el deseo irreversible de pertenecer al sexo contrario al genéticamente establecido y asumir el correspondiente rol y de recurrir, si es necesario, a un tratamiento hormonal y quirúrgico encaminado a corregir esta discordancia entre la mente y el cuerpo71.

El sentimiento de pertenecer a un determinado sexo, biológica y psicológicamente, se llama identidad de sexo o de género, definido así por MONEY en 195572. En 1973, FISK propone el término de síndrome de disforia de género que incluye al transexualismo pero también a otros trastornos de identidad de género. Tiene el sentido de que el trastorno producePage 42 ansiedad asociada al conflicto entre la identidad de género o sexual y el sexo asignado73.

En 1980 el transexualismo como diagnóstico es recogido por la Asociación Americana de Psiquiatría en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 3ª edición (DSM-III). En la revisión de este manual (DSM-IV)74, se abandona la denominación transexualismo, y en su lugar se utiliza el término Trastorno de Identidad de Género (TIG) [categoría 302.85], para designar a aquellos sujetos que muestran una fuerte identificación con el género contrario e insatisfacción constante con su sexo anatómico. La CIE-10 o ICD-10 (International Classification of Diseases, décima edición75), además de mantener el diagnóstico de transexualismo señala cinco formas diferentes de TIG. El término transexualismo [categoría F64.0] se utiliza para designar a una de ellas76. EnPage 43 1979 se constituye la Harry Benjamin International Gender Dysphoria Association (HBIGDA), aprobando unos Estándares de Cuidado Asistencial (ECA)77, que se revisan periódicamente y sirven de guía asistencial para los TIG78. La última revisión, la sexta desde la fundación de la HBIGDA, es de 200179.

1.2.2. Caracterización de la transexualidad

Los transexuales tienen la convicción de pertenecer al sexo opuesto al que nacieron, con una insatisfacción mantenida por sus propios caracteres sexuales primarios (como genitales) y secundarios (por ejemplo, el vello corporal), con un profundo sentido de rechazo y un deseo manifiesto de cambiarlos médica y quirúrgicamente. Desde la infancia, su identidad mental es distinta a su fenotipo genital. Son mujeres que se sienten "atrapadas" en cuerpos de hombre, y hombres que se sienten "atrapados" en cuerpos de mujer; son trastornos psiquiátricos graves que distorsionan la percepción de la realidad, que necesitan ser aceptados social y legalmente en el género elegido. A diferencia de los travestidos, que alivian su conflicto vistiendo y comportándose como el sexo contrario, los transexuales necesitan adaptar su cuerpo al sexo opuesto al que se sienten pertenecer80.

La falta de conocimientos claros sobre la etiología de la transexualidad hace que el único tratamiento posible sea rehabilitador (adecuando el fenotipo de la persona al sexo al que se siente pertenecer, mediantePage 44 intervenciones psicológica, hormonal y quirúrgica)81, pero nunca orientado a "curar" una enfermedad, puesto que los transexuales no se consideran personas enfermas, como hemos expuesto.

No obstante, para comprender esta problemática, hay que comenzar averiguando cómo se define el sexo de una persona, lo que se ha resuelto merced a la definición de las personas en función de los componentes que contribuyen a la diferenciación sexual: el sexo cromosómico, sexo gonadal, sexo hormonal, sexo genital o fenotípico, sexo cerebral, sexo de asignación y sexo de crianza82.

Además, se distingue la acepción coloquial de sexo del de género83, con el fin de entender el concepto de identidad sexual o de género84, quePage 45 debe diferenciarse del de orientación sexual85. La identidad sexual y el sexo anatómico habitualmente coinciden, pero, cuando ello no ocurre, determina la aparición de los denominados trastornos de la identidad de género, también designados como trastornos de la identidad sexual86.

Los trastornos de la identidad de género se caracterizan básicamente por la presencia de un intenso malestar o disforia con el sexo asignado. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) incluyen dentro de esta categoría cuatro diagnósticos. El primero de ellos es el Trastorno de la identidad de género en adolescentes y adultos (DSM-IV), también denominado transexualismo (F64.0, CIE-10)87, o más recientemente transexualidad, término que se considera más apropiado y una forma extrema de disforia de género88.

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Así, la Organización Mundial de la Salud opta por hablar de transexualismo, que lo define como el deseo de vivir y ser aceptado como un miembro del sexo opuesto, que suele acompañarse de sentimientos de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico propio y de deseos de someterse a tratamiento para hacer que el cuerpo concuerde lo más posible con el sxo preferido (CIE-10)89. Mientras que, según el DSM-IV, el trastorno de la identidad de género y/o sexual se caracteriza fundamentalmente por la presencia de una identificación acusada y persistencia con el otro sexo, y de un malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación con su rol sexual, además la alteración no debe de coexistir con una enfermedad intersexual (síndrome adrenogenital, síndrome de feminización testicular, etc.) y provoca en la persona afectada malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad de la persona90.

Dejando a un lado la variedad terminológica con la que...

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