Patentes de Invención: análisis de la ley 'procedimiento' una reflexión.

AutorDra. Mónica Susana Martínez.
CargoUCA - DAT.

Las sociedades actuales aprecian el progreso científico y técnico, este es un bien muy importante en nuestro tiempo.

Cuando un bien es apreciado tiende a ser objeto de apropiación o uso por otras sociedades o individuos, cuanto más útil, práctico, apetecible o demandado, mayor será el interés por el mismo.

Ahora, si este bien al que me refiero es una patente de invención existe la necesidad por parte del Estado de regulación que tenga como objetivo el avance del conocimiento y que tienda al bienestar social y a su vez que quien invierte en el proyecto sea adecuadamente retribuido.

Cuando una empresa logra un bien que patentar desea que lo avale un marco jurídico adecuado, estable y seguro que le permita tomar decisiones –incluso de carácter económico-, como así también de inversión en investigación y desarrollo. Pretende que los resultados logrados resulten rentables.

Ninguna empresa podría permitirse regalar el fruto de los esfuerzos que le insumió la investigación y el desarrollo de ese bien; por el contrario, requieren compensación por las inversiones realizadas, de otro modo no sería atractivo, deben obtener un incentivo.

El progreso científico y técnico al que nos referíamos, en general, es caro, y en su faz comercial, para conseguir determinadas aplicaciones hay que invertir aún más dinero, por lo que resulta lógico que tanto empresas como inventores deseen proteger sus innovaciones, evitando el aprovechamiento “gratuito” de su esfuerzo por parte de otros.

La idea que subyace en estos procedimientos que se instrumentan es compensar el esfuerzo y dinero invertidos por el inventor, estimulando al mismo tiempo el avance científico y tecnológico que beneficia a toda la sociedad –esta idea fue explícitamente puesta en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, art. 1, sec. 8, parág. 8-.

Los estados nacionales, al presente y con algunas variantes han previsto sistemas para reconocer los derechos de propiedad intelectual, marcas, patentes de invención.

Podríamos decir que la patente es una concesión otorgada por el poder público a su inventor (o causahabientes), por la que éste adquiere el derecho durante un plazo máximo improrrogable de 20 años contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud , de excluir a otros de la explotación (hacer, usar, vender, ofertar para la venta, etc.) , lo que se especifica en el otorgamiento de esa patente.

Como contrapartida de la garantía que le otorga el poder público, el...

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