La pasantía

AutorLuis Benítez Carrasco

En el preludio del Título XXXI de la Segunda Partida (de las siete partidas que publicó como leyes fundamentales de los reinos de Castilla y León, el Rey Alfonso El Sabio) se dice:

"De como el Rey y el pueblo deben amar y guardar la tierra en que viven poblándola e amparándola de sus enemigos, diximos assaz complidamente en los títulos antes deste. E porque de los homes sabios, los homes, las tierras e los reinos se aprovechen se guarden e se guíen por el consejo dellos, por ende queremos en el fin desta Partida fablar de los 'estudios' e de los maestros, e de los escolares que trabajan en amostrar e de aprender los saberes.

E diremos primeramente como es 'estudio' (hoy sería Universidad) e quantas maneras son de ellos, e por cuyo mandato deben ser fechos.

E que maestros deben ser los que tienen las escuelas (hoy serían Facultades) en los Estudios et en que logar deben ser establecidos, e que previlegíos e que honras deben haber los maestros que leen a los escolares que aprenden contidiamamente... y después fablaremos de todos los homes e cosas que pertenecen al estudio en general".

Así se ingresaba en la Universidad (o estudios, como dice el Rey Sabio) "pasando de estudios menores a estudios mayores", sin más requisitos que ser aceptado por el cancelario (que hoy podía ser el Rector) de la Universidad, exigiéndose sólo el ir arreglado de ropa y la inscripción en el registro.

Antes del siglo XV no existía una Ley general de estudios y cada universidad española era totalmente autónoma tanto en los estudios que en cada una de ellas se impartían, que se agrupaban en escuelas o facultades (derecho, medicina, teología...). Además estaba la Academia de Artes, que pudiera corresponder a la actual Facultad de Filosofía y Letras.

A esto se le llamaba pasar los cursos. En algunas de ellas (sobre todo en las fundadas antes del siglo XVI), sólo se precisaba asistir a clase durante varios cursos oyendo las lecciones que daban los maestros que mostraban sus saberes, como dicen Las Partidas de Alfonso El Sabio, por lo que dio lugar a que tuviera razón lo que escribió un autor de la época: "...un estudiante por leño que fuera acaba graduándose con sólo pasar los cursos".

En la mayoría de las Universidades españolas los estudiantes habían de cursar tres años en las clases, para adquirir el título de bachiller, sin que al final de cada uno de ellos se les exigiera al estudiante comprobación de los conocimientos que había adquirido y algunos años más para...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR