La pareja

AutorManuel Millán Ventura
Cargo del AutorDpto. de Psicología Evolutiva y de la Educación Facultad de Psicología. Universidad de Valencia
Páginas527-568
527
1. INTRODUCCIÓN
“No estoy en este mundo para llenar
tus expectativas y tu no estás en este
mundo para llenar las mías. Tú eres tú
y yo soy yo, y si por casualidad nos
encontramos es hermoso. Si no, no
puede remediarse”.
Fritz Perls
Esta frase del fundador de la Terapia Gestalt es impactante y refleja una de las
concepciones actuales de la pareja a partir de la definición básica de que la Pareja
es “un encuentro que dura” (Neuburger, 1988). Una pareja es la resultante de la
historia de dos personas que por razones variadas se encuentran de forma casual
(el azar) y luego no llegan a separarse (la necesidad), porque forman un vínculo
afectivo y sexual, un vínculo particular de pertenencia a algo que van
construyendo conjuntamente. Para que exista pareja los componentes de la
misma poco a poco a través de las interacciones, conscientemente o no,
participan en la constitución, mantenimiento y desarrollo de ese vínculo que define
una relación, un contexto y al final una institución. El futuro de la Familia es la
Pareja.
La crisis de la Pareja actual, como todas las crisis, es positiva puesto que la
alternativa es la “lisis”. La “crisis” es una perturbación temporal de los
mecanismos de regulación de un individuo o un conjunto de individuos y la “lisis”
sería una crisis catastrófica que corresponde a la participación de una
desorganización duradera, que puede acabar en muerte. Toda crisis es opción de
desarrollo puesto que supone una transformación necesaria desde unas parejas
inscritas en las Familias, a unas familias inscritas en las Parejas.
Históricamente el pasado de las Familias eran las parejas que se constituían
como alianza (de ahí el nombre genérico de los anillos de boda) entre familias.
Eran las familias de origen las que seleccionaban directa o indirectamente los
candidatos/as de forma consciente, siguiendo sus valores de conveniencia, más o
528
menos explícitos. Tampoco se crea que hace falta que las familias elijan “lo que
más te conviene” para formar pareja, la educación y nuestro inconsciente hacen el
trabajo indirecto y latentemente de forma eficaz. Los estudios demográficos
confirman que la inmensa mayoría elegimos parejas homogéneas, socio-
culturalmente hablando. Por otro lado, la influencia de las familias a la hora de dar
la conformidad o la aceptación de la pareja elegida aún sigue contando. La
elección y construcción de una pareja forma parte de la política, de la política
familiar y tres son las razones por las cuales las políticas familiares funcionan, en
primer lugar para poder tomar decisiones sobre la propia vida hace falta tener una
individualidad diferenciada con respecto a la familia de origen.
En segundo lugar, la realidad social debe poder permitir un espacio de libertad
real en la práctica que asegure que el coste-beneficio de la elección de pareja
desde la autonomía es adecuado; y en tercer lugar la construcción de un espacio
íntimo supone trascender lo comunitario de la Familia y lo social del mundo
estatal. Es verdad que cualquier elección es una transformación que supone un
riesgo, puesto que se desechan opciones posibles y viables con lo que se pierden
seguridades antiguas, pero ser héroes, mártires o rebeldes parecen opciones que
no están al alcance de todo el mundo, consecuentemente no son opciones
democráticas, ni justas ni igualitarias.
Nos encontramos, en definitiva, ante un cambio institucional y cultural que no
puede ser abordado desde una narrativa ideológica, de lo que deberían ser las
cosas o de lo que nos gustaría que fueran. La fuerza de los fenómenos cotidianos
y las presiones personales y sociales, nos obligan a ahondar en causas y a
explorar nuevos territorios desde la tradición científica aunque a veces no
tengamos mapas.
529
2. LA FAMILIA Y LA PAREJA
El Matrimonio ha sido tradicionalmente la clave de la Familia puesto que el tabú
del incesto impide, o al menos dificulta, que la familia se reproduzca a sí misma.
La Familia tiene mucho que ver con la reproducción, no solamente por ser una de
sus funciones principales, sino porque como cualquier institución social tiende a
protegerse y a perpetuarse, con independencia de cuáles sean sus funciones. La
Pareja ha crecido y se ha desarrollado a la sombra del Matrimonio, aunque esta
afirmación pueda sonar a despropósito. El triunfo del Matrimonio ha sido su
fracaso y ese fracaso es el que ha permitido la visibilidad y la autonomía de la
Pareja.
Aunque legalmente la Pareja es la que refunda la Familia en cada generación, las
sociedades tradicionales no permiten que un asunto de tanta trascendencia quede
en manos de personas jóvenes e inexpertas. Es difícil pensar que racionalmente
alguien en plena adolescencia pueda tomar decisiones libres. El control social
tanto externo (presiones de las familias de origen, normas educacionales, legales,
normas comunitarias, etc.) como interno (pulsiones, identidad, autoeducación,
etc.) durante siglos ha ido conformando mitos, rituales y programaciones precisas
y muy complejas alrededor de cómo ser pareja estaba integrada en la vida
familiar.
En un mundo inestable, la Familia resulta ser un refugio donde dos de las
necesidades básicas del individuo, la seguridad y la pertenencia, se pueden
satisfacer adecuadamente. A medida que lo social ha resultado más organizado y
más seguro, cuando la autonomía y la creatividad del individuo resultan
necesarias para vivir en una sociedad democrática en expansión constante, la
Pareja se ha ido independizando de las Familias y de la institución matrimonial.
Vivimos en este momento en las primeras sociedades postradicionales, donde el
presente y el futuro son los horizontes de nuestras vidas cotidianas. Lo novedoso y

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR