Ariño Ortiz, G.: Las tarifas de los servicios públicos. Poder tarifario, poder.de tasación y control judicial. Instituto García Oviedo. Universidad de Sevilla, 1976
| Autor | José María Chico y Ortiz |
| Páginas | 717-717 |
Page 717
ARIÑO ORTIZ, G.: Las tarifas de los servicios públicos. Poder tarifario, poder.de tasación y control judicial. Instituto García Oviedo. Universidad de Sevilla, 1976.
Enfrentarse con un tema de «tarifas» de servicios públicos, procediendo de un campo que se limita a satisfacerlas obedientemente, es una singular singladura llena de riesgos y que provoca deseos constantes de ejercer el «derecho al abandono», la toalla del púgil. Pero el libro me ha llamado la atención porque, de una parte, al autor-aunque no le conozca personalmente-le he leído y recensionado otra vez en estas páginas, y, de otra, el haber intervenido en la elevación de cierta tarifa de servicio público en mis primeros contactos con la Administración eran motivos más que suficientes para leerme el libro y luego sentir la tentación de recensionarlo.
Se hace curioso destacar cómo la ciencia jurídica administrativa está reaccionando con bastante más frecuencia que antes frente a lo que podría llamarse «abuso del poder», o lo que en términos privados denominaríamos «abuso del derecho». Desmontado el viejo tinglado del «acto discrecional» y establecido el recurso contencioso-administrativo, aún quedan escondidos en los amplios pliegues del manto que cubre la estatua ecuestre de la Administración viejos privilegios, amplias potestades e injusticias notorias. El viejo poder feudal en el esquema señor-vasallo vuelve a plantearse en las relaciones Administración-ciudadano. La llamada «institucionalización del poder» no acaba de penetrar en la rígida y escayolada figura del funcionario, que sigue pensando en que es propietario del poder más que agente del mismo. Sus derechos-como dice Fernández Miranda-no son originarios, sino adventicios.
Una de estas muestras de falta de recepción de lo que es y puede ser la idea del poder es el campo de las tarifas, que el autor estudia monográficamente con profundidad, precisión, sentido panorámico y con la asepsia que todo trabajo jurídico precisa. Sirva como ejemplo de lo que digo alguna de las frases que el autor plasma en su estudio introductivo: «Para un jurista esto no puede dejar de resultar sorprendente y un tatito escandaloso, pues tiene entendido que la gestión de los intereses públicos no puede ser nunca una especie de "chalaneo" o de acuerdo entre amigos, sino que tiene necesariamente que someterse a normas y cauces jurídicos que sean garantías al mismo tiempo del Estado y de la sociedad.» Por otra parte-continúa el autor-...
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