Orientación profesional e inserción laboral de los estudiantes universitarios

AutorA. M. Porto; M. J. Mosteiro y M. Castro
Cargo del AutorUniversidad de Compostela

ORIENTACIÓN PROFESIONAL E INSERCIÓN LABORAL DE LOS Y LAS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

PORTO, A.; MOSTEIRO, Mª.J; CASTRO, M.

Universidad de Santiago de Compostela

INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, las relaciones entre educación superior y empleo se centraron en las dimensiones macrosociales en términos de oferta y demanda educativa y movilidad social, o de cambios de entrada y salida debido al rápido incremento en el número de graduados.

En la actualidad, no sólo se ha llegado a reconocer la complejidad de este proceso, sino también que las relaciones entre ambos campos han sido bastante imperfectas. Por esta razón, el interés en alcanzar una información detallada de la transición crece con el proceso de diversificación de la educación superior y el empleo de los graduados.

La educación superior debe ajustarse y responder a las nuevas exigencias del mercado laboral y debe contribuir a un mejor conocimiento de la realidad para transformarla y mejorarla (Campoy y Pantoja: 2000). Esto supone que todos los esfuerzos se dirijan a ofrecer a los estudiantes universitarios una preparación de calidad que dote a los jóvenes de las competencias necesarias para poder tomar decisiones sobre las alternativas profesionales más acordes con su formación. La orientación ha de ser un factor de cambio que potencie esa calidad y se ha de convertir en un instrumento de igualdad social.

En efecto, la igualdad ha de ser uno de los principios que rijan la intervención orientadora, prestando una atención especial a la igualdad entre hombres y mujeres, ya que todavía hoy el género sigue siendo uno de los factores que condiciona la inserción laboral en nuestro país. Los datos así lo avalan; las mujeres no se han incorporado en la misma medida que los hombres al trabajo remunerado, presentan una mayor tasa de paro, sus contratos son precarios, sus salarios son menores y su presencia en los puestos de responsabilidad es escasa.

En este trabajo nos ocupamos de la inserción profesional del alumnado universitario. Introducimos aquí la variable género como elemento básico de estudio y, a partir de ello, revisamos, por un lado, la situación actual de las graduadas y graduados en el mercado de trabajo. Por otro, dada la importancia que hoy se reconoce y otorga a la orientación en el ámbito de la universidad y, especialmente, la orientación profesional como elemento facilitador del proceso de inserción de la población universitaria, estudiamos la opinión de una muestra de estudiantes de último curso acerca de la orientación profesional que reciben en su Universidad.

  1. LA INSERCIÓN PROFESIONAL DE LAS GRADUADAS Y LOS GRADUADOS EN EL MERCADO DE TRABAJO

    Las tendencias detectadas en los últimos años en España y en la mayoría de los países desarrollados, referidas a la evolución de las ocupaciones, muestran una creciente necesidad de trabajadores de alta cualificación, un menor crecimiento del trabajo de escasa cualificación, un incremento de los servicios, la disminución del trabajo manual, la integración de la tecnología al sistema productivo y una incorporación creciente de las mujeres al mercado de trabajo. De hecho, la principal fuente de crecimiento de la población activa en toda Europa ha sido, y seguirá siendo, la mujer (Díaz, 2001).

    Las mujeres de principios del siglo XXI pertenecen a un colectivo que, de manera reciente, se ha ido incorporando a esferas, procesos y funciones sociales con anterioridad reservadas de manera casi exclusiva a los hombres. Su nivel de educación ha crecido significativamente en las últimas décadas, hasta el punto que hoy hablamos de una equiparación numérica y, en algunos casos incluso superior, entre hombres y mujeres que acceden a los estudios universitarios (Torrens, 1996: 245-246).

    Pero, aunque la participación femenina se ha incrementado de manera espectacular en buena parte de las universidades españolas en las últimas décadas, los procesos actuales de inserción de la población universitaria revelan que las graduadas presentan un índice de empleabilidad más bajo y unas tasas de paro dos veces superiores a las de los varones, tanto en titulaciones de ciclo corto como largo (Pérez Vilariño, 2001).

    Estas diferencias ponen de manifiesto, por una parte, que el incremento del nivel de estudios reduce el riesgo de paro especialmente entre los varones (Pérez Vilariño, 2001). Por otra, el estudio de las tasas de graduación por áreas de conocimiento y género revela la existencia de un sesgo en la participación de las mujeres en las distintas titulaciones pues, como señala Figueras (2002) solo unas pocas titulaciones quedan excluidas del proceso de feminización de la Universidad y, paradójicamente, son aquellas en las que el contexto laboral es más favorable.

    ¿Cuáles son los datos disponibles sobre los procesos de inserción de la población universitaria?

    De acuerdo con la información más reciente proporcionada por el INE(1) y el Instituto de la Mujer, la mayor tasa de actividad, tanto en hombres como en mujeres, corresponde a los estudios universitarios de segundo ciclo. La tasa de actividad femenina es inferior a la masculina, sin embargo, estas diferencias son muy pequeñas. Así, comprobamos en la tabla 1 como la tasa de actividad en mujeres con estudios universitarios de primer y segundo ciclo es del 73,48 % y 83,72% respectivamente, mientras que la de los hombres universitarios de primer ciclo es de un 76,55% y de un 85,44% para los de segundo ciclo.

    Tabla 1. Tasa de actividad(2) de los estudiantes universitarios.IV Trimestre 2002

    [NO INCLUYE GRÁFICO]

    Fuente: Instituto de la Mujer.

    Las diferencias son mayores si comparamos la tasa de ocupación masculina y femenina. Para las mujeres con estudios universitarios de 1º ciclo es de un 65,28% frente al 71,90% en el caso de los hombres. En los estudios universitarios de segundo ciclo, las diferencias vuelven a repetirse; la tasa de ocupación es superior en hombres que en mujeres.

    Tabla 2. Tasa de ocupación(3) de los estudiantes universitarios. III Trimestre 2002

    [NO INCLUYE GRÁFICO]

    Fuente: Instituto de la Mujer.

    Con respecto a la tasa de paro, el número de mujeres con estudios universitarios duplica al de varones de idéntica cualificación, tanto si han realizado estudios de primer ciclo como de segundo.

    Tabla 3. Tasa de paro(4) de los estudiantes universitarios. III Trimestre 2002

    [NO INCLUYE GRÁFICO]

    Fuente: Instituto de la Mujer.

    Por otra parte, parece relevante, hacer referencia en este análisis a algunos indicadores que caracterizan la transición de la Universidad al mercado laboral. En primer lugar, comprobamos que del total de la población universitaria que estaba trabajando en el II trimestre del 2000, el porcentaje de mujeres es superior al de hombres. A pesar de ello, también es superior el porcentaje de mujeres que han finalizado su empleo (52,43% de mujeres frente a 47,57% de hombres). Asimismo, del total de universitarios que no han encontrado empleo, el 60,42% son mujeres frente a un 39,58% de hombres.

    Tabla 4. Personas con educación superior por sexo y empleo encontrado. II Trimestre 2000

    [NO INCLUYE GRÁFICO]

    Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE: Módulo de Transición de la educación al mercado laboral.

    Nota: Datos en miles y porcentaje

    Existen igualmente diferencias importantes entre uno y otro sexo en lo que se...

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