Volumen, Orientación E Intensidad En La Delincuencia Actual De Menores. Perspectiva Criminológica

AutorCésar Herrero Herrero
Cargo del AutorProfesor de Derecho Penal y Criminología
  1. INTRODUCCIÓN

    Al hacerse referencia al sentimiento de inseguridad, con relación a conductas dañosas, en las distintas sociedades humanas, la delincuencia juvenil (la llevada a cabo por menores de 18 años) es presentada, casi siempre y en todas las épocas, como uno de los elementos principales que le engendran. Por no ir más lejos que a principios del siglo XIX, relatos periodísticos, publicados en Inglaterra, aseguraban que: "La lamentable depravación que durante los pasados años se ha manifestado claramente entre jóvenes de uno y otro sexo, en la metrópoli y en sus alrededores, había dado lugar a que se crease una sociedad para investigar las causas del aumento de su delincuencia." 1 Al iniciarse el siglo XX, Stanley HALL, en su obra "Psicología de la adolescencia" (1904), afirmaba que la violencia juvenil estaba en aumento y que las edades eran, cada vez, más precoces (doce años) para toda clase de delitos.

    Esa percepción, ante la delincuencia de menores, no ha declinado en las últimas décadas. Los "mass media", las tertulias radiofónicas, las "mesas redondas" celebradas en los más diversos foros, reportajes televisivos, declaraciones de no pocos profesionales de la política, siguen recalcando, de forma generalizada, la expansión y violencia de la delincuencia juvenil.2 Se habla incluso, con alguna frecuencia, de explosión de la misma.3

    ¿Está próxima a la objetividad la precedente visión en lo que atañe al volumen, orientación e intensidad de la actual delincuencia de menores ? Es esto lo que tratamos de abordar partiendo de datos, que nos esforzaremos por interpretar adecuadamente, ofrecidos por la Criminología comparada.

    Con el fin de contestar a esas cuestiones, vamos a desarrollar, a continuación, los siguientes apartados:

    - Volumen, orientación e intensidad de las figuras delictivas de menores a la luz de las fuentes criminológicas de conocimiento. Tipos delictivos tradicionales sobresalientes.

    - Delitos relacionados con algunos tráficos ilícitos y con las nuevas tecnologías.

    - Actuales categorías, más impactantes y típicas, del delinquir de menores.

  2. VOLUMEN, ORIENTACIÓN E INTENSIDAD DE LAS FIGURAS DELICTIVAS DE MENORES A LA LUZ DE LAS FUENTES CRIMINOLÓGICAS DE CONOCIMIENTO. TIPOS TRADICIONALES SOBRESALIENTES

    En este apartado vamos a referirnos, en primer lugar, al volumen "in genere" de la delincuencia juvenil. Simultáneamente, hablaremos de sus figuras delictivas actuales. Aquí, de las más tradicionales (orientación delictiva). Al mismo tiempo, se hará referencia, también, a la mayor o menor gravedad de éstas, tanto en sí mismas como en sus formas de ejecución (intensidad de esa delincuencia ).

    1. Aproximación al volumen de la delincuencia juvenil

    Digamos, sucintamente, que, de acuerdo con la estadística comparada oficial, fundamentalmente la elaborada por los correspondientes institutos policiales, de los países de nuestra área de cultura (países occidentales más industrializados) la delincuencia juvenil "ïn genere" se aproxima, en cuanto al volumen de los últimos años, al 15% de la delincuencia general total.4 Si bien, las estadísticas de algunas de esas naciones, como es el caso, por ejemplo, de Francia, ofrecen cifras apreciablemente mayores:20 ó 22%.5 Por el contrario, otros países ofrecen, como veremos, estadísticas muy por debajo de la media.

    Las más bien escasas encuestas de "victimización" y los más escasos, aún, informes de "delincuencia autorrevelada", apuntan, asimismo, a la notable participación de los menores en el campo de la actividad penalmente ilícita. Aunque también, aquí, la cifra negra es muy alta.6

    2. Las figuras delictivas tradicionales más sobresalientes en la delincuencia juvenil

    Más que el volumen de la delincuencia juvenil interesa, sin embargo, la orientación y la intensidad de la misma. El volumen hace referencia a su cantidad y, por ello, para explicarle o comprenderle, puede bastar, a veces, hacerlo desde criterios cuantitativos (v. gr., por la densidad y concentración demográfica...). La orientación y la intensidad delictivas expresan, por el contrario, su calidad, ya que hacen referencia a los bienes, valores o intereses agredidos por el delincuente y a la gravedad de la lesión. Y, por lo mismo, ponen de manifiesto cuál es el peligro de tales delitos para la convivencia de una comunidad, al mismo tiempo que advierten a ésta sobre las disfunciones de sus formas de civilización y cultura capaces de desestructurarla más allá de lo estadísticamente "normal".7 No puede olvidarse que esta clase de disfunciones se convierten siempre en estímulos o condicionamientos criminógenos. Sobre todo, cuando los receptores son personas en proceso elemental de crecimiento biopsicológico y maduración relacional.8

    La infracción cometida y el modo de cometerlo apuntan siempre a las carencias afectivas, a la ausencia de los valores personales y sociales que afectan al infractor, así como a las privaciones socioeconómicas en que se ve envuelto. En ello, como parece manifiesto, no está exenta de responsabilidad la sociedad concreta donde aquél habita.9

    Teniendo siempre en cuenta las observaciones anteriores, ¿cuáles son las figuras delictivas graves prevalentes en el delincuente juvenil, abstractamente considerado?

    Sin ánimo exhaustivo y haciendo referencia a algunos países representativos de nuestro entorno sociocultural, y refiriéndonos tan solo, ahora, a los delitos o crímenes convencionales (tradicionales), las estadísticas institucionalizadas ofrecen datos como los que siguen:

    1. En Estados Unidos.

      - Los delitos o crímenes más graves, perpetrados por jóvenes menores de 18 años, serían los de: Asalto (assault o aggravated assault); violación y agresión sexual (sexual assault o forcible rape); robo con violencia o intimidación (robbery); homicidio o asesinato (murder).10

      Algunos de estos delitos, cometidos por menores de 18 años, y caracterizados por la nota común de la violencia o la intimidación, que atacan, de forma grave o muy grave, bienes socio-jurídicos fundamentales, han venido representando como media, durante gran parte de la última década, en el país que ahora nos referimos, alrededor del 15% de los homicidios dolosos; el 17% de las agresiones sexuales más graves y el 32% de los robos con violencia o intimidación de gravedad media. Si bien, teniendo en cuenta el número de delitos esclarecidos, oficialmente, debe añadirse que han sido los jóvenes de entre 13 y 19 años ("teenagers") los que han cometido el 10% de los homicidios, el 14% de las violaciones y el 20% de los robos con violencia e intimidación, referidos al total de los perpetrados en Estados Unidos.11 Son los delitos que, en Derecho penal del mundo anglosajón, quedan englobados dentro de los denominados delitos contra las personas (Crimes against persons).

      También, los menores delincuentes aparecen como sujetos activos de delitos contra la salud pública, sobre todo los relacionados con el tráfico ilícito de estupefacientes.

      Dentro del ámbito de la delincuencia juvenil comparecen, asimismo, otra serie de delitos, menos graves pero mucho más numerosos que los anteriores, que, aunque no entrañen violencia o intimidación contra las personas por el "modus operandi", han de ser destacados por su relevancia criminal e intensamente incidente en la generación de inseguridad ciudadana. Forman el gran grupo de delitos contra la propiedad o el patrimonio (Crimes against property). Los menores delincuentes, desde esta vertiente, se orientan, de forma destacada, hacia delitos de: robo con escalo o con allanamiento de lugar cerrado (burglary); el Robo-hurto o ratería (Larceny o Theft); sustracción de vehículo de motor (Motor vehicle theft); delito de incendio intencional (Arson).12

      La mayor parte de los delitos contra la propiedad, cometidos por menores, los realizan los jóvenes de entre 15 y 19 años Se apunta a que éstos constituyen los sujetos activos del 32% de aquéllos. Si bien, contabilizando, ahí, los delitos menores, que serían, por otra parte, los más numerosos.13

    2. En Francia.- Gran parte de los estudiosos de la delincuencia juvenil están de acuerdo en que, en Francia, esta delincuencia abarca una amplia y especial plataforma. En conformidad con la delincuencia aparente (la expresada en las estadísticas policiales, fundamentalmente) en el tramo de los años 1992-2001, los menores encausados (menos de 18 años) por delitos o crímenes habría ascendido de 98.864 a 177.010. Es decir, del 13,9 % de la totalidad de imputados al 21,2%. Los delincuentes juveniles serían responsables de más del 30% de los delitos contra la propiedad, sobre todo de los llevados a cabo con violencia.

      Sin pasar por alto su notable participación en los delitos más graves contra las personas.

      Tratando de entrar con más detalle, puede hacerse referencia, por ejemplo, a los años 1997 y 1998, años representativos por su media. Pues bien, en el primero de los dichos, las figuras delictivas más sobresalientes y sus "ratios" con respecto a la delincuencia total correlativa fueron:

      - Homicidios 6 % (Homicides)

      - Lesiones dolosas 14 % (Coups el blessures volontaires)

      - Violaciones 17 % (Viols)

      - Tráfico de drogas 11 % (Trafic de drogues)

      - Robos con arma de fuego 14 % (Vols avec arme à feu)

      - Robos en general con violencia 43 % (Autres vols avec violence)

      - Robos con escalo 34 % (Cambriolages)

      - Robos en escaparates o semejantes 32 % (Vols à l'étalage)

      - Robos de automóviles o de dos ruedas 68 % (Vols d'automobiles ou de deux roues)

      - Insultos y atentadosa autoridades 14 % (Outrages et violences à autorités)

      - Tenencia y porte ilícitos de armas 18 % (Port et détention d'armes prohibées)

      - Daños de bienes públicos 94 % (Destructions contre biens publics)

      - Daños de bienes privados 39 % (Destructions contre biens privés)14

      Parecida tónica siguen los años siguientes, con subidas en determinados grupos de delitos. Así, en 1998, cierta ascensión es remarcable en delitos como robos con violencia (el 51 %), amenazas para extorsión de fondos o rackets...

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