Opciones a corto y a largo plazo para una Normativa Europea sobre la Concentración de Nitratos en el Agua Potable

AutorL.Bontoux, N.Bournis, D.Papameletiou
CargoIPTS

Asunto: Debido a los posibles efectos perjudiciales para la salud pública, se han establecido ya en muchas partes del mundo normas para la máxima concentración admisible de nitratos en el agua potable. No obstante, hay una tendencia al alza de los niveles de nitratos en muchas fuentes de agua potable. En este contexto, una Directiva Europea de 1991 sobre la "protección de las aguas contra la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agrícolas" fijó unas metas muy ambiciosas. Estas iban destinadas a evitar la contaminación por nitratos, las cuales previenen la contaminación de las fuentes de agua potable, incluida el agua subterránea, y la eutrofización, etc.

Relevancia: La actual tendencia al alza de las concentraciones de nitratos en las aguas subterráneas y superficiales europeas, y los numerosos casos de incumplimiento de las normas establecidas para el agua potable, resaltan la oportunidad de un estudio paneuropeo que abarque la salud pública, las políticas de prevención y dar una respuesta técnica. Tal acción debería emprenderse dentro de una estrategia general que abarcara los aspectos medioambientales y agrícolas.

Los beneficios de la Directiva de los Nitratos tardarán mucho tiempo en producirse

A finales de los años 80, los crecientes niveles de nitratos en las aguas subterráneas ponían de relieve que no bastaba el sólo establecimiento de normas para el agua potable (Directiva 80/778/CEE), sino que eran necesarias unas políticas dirigidas a crear condiciones propicias para su cumplimiento. Ante el efecto de los óxidos de nitrógeno (NOx), la deposición atmosférica y de otras fuentes tanto municipales como industriales, y la evidencia de una sustancial aportación agrícola al creciente nivel de nitratos en el agua subterránea (debido al uso de abonos nitrogenados y a la ganadería intensiva), la UE se vio obligada a adoptar la Directiva de los Nitratos (91/676/CEE). Esta Directiva pretende reducir la polución y prevenir la contaminación del agua por parte de las prácticas agrícolas. Sin embargo, los frutos de esta iniciativa tardarán tiempo en producirse. Aunque se pusiera fin de la noche a la mañana a la aportación de nitratos procedentes de las actividades agrícolas, se afirma que en muchos casos las concentraciones de nitratos en el agua subterránea seguirían aumentando durante unos años debido a la acumulación previa de nitratos en las sucesivas capas del suelo, mientras que las concentraciones de nitratos en las aguas superficiales disminuirían rápidamente.

Para cumplir la norma de calidad para el agua potable que establece una concentración máxima de nitratos de 50 mg/l, son necesarias medidas que lo remedien. Diversas variantes ya están funcionando en la UE. Una medida económica y práctica que suele aplicarse es bajar la concentración de nitratos mediante la dilución con agua baja en nitratos. No obstante, la dilución ya es muy extendida y está alcanzando sus límites en algunas zonas. Por lo tanto una estricta aplicación de la norma ha de aumentar forzosamente la demanda a corto plazo de tecnologías de desnitrificación como el intercambio iónico, la desnitrificación biológica, la extracción con solventes, la reducción química, la ósmosis inversa, la electrodiálisis y otros tratamientos con membrana. Aunque se sólo se recurre a estas tecnologías en el caso en que la dilución o el desarrollo de suministros alternativos de agua no es suficiente, a veces no hay otro remedio.

La magnitud del problema

El primer informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) sobre el entorno natural europeo destaca la carencia de datos observacionales publicados sobre los nitratos en el agua subterránea. Debido a esa circunstancia, la AEMA utilizó cálculos obtenidos a partir de modelos los cuales permitían pronosticar la lixiviación de nitratos a partir de la zona de las raíces de la tierra agrícola y estimar el riesgo de contaminar los acuíferos. Estos cálculos indican que en más del 85% de las tierras agrícolas europeas, el agua subterránea situada a un metro de profundidad tiene una concentración de nitratos superior a la pauta (25 mg/l). El mismo modelo revela también que se rebasa la concentración máxima admisible de nitratos (50 mg/l) en un 20% de los casos.

Si bien cabe cuestionar la relevancia de la profundidad de un metro en referencia al agua subterránea en toda Europa, lo que sí demuestran claramente estos cálculos es la magnitud potencial del problema de los nitratos en Europa. Sin embargo, cabe destacar que las muy diferentes condiciones locales, tales como la permeabilidad y la composición del suelo, la capacidad desnitrificadora natural, la profundidad del agua subterránea, las aportaciones de nitrógeno, etc., pueden influir fuertemente en el comportamiento de los nitratos.

Se han publicado muy pocos datos acerca de la cantidad de agua subterránea y superficial utilizada como fuente de agua potable que excede del límite de 50 mg/l. Sin embargo se conoce que un 11% del agua subterránea en Alemania contiene al menos 50 mg/l de nitratos. La concentración de nitratos se ha logrado estabilizar en algunas zonas, e incluso reducir, en suministros de agua potable, gracias a una política de prevención aplicada durante los últimos 5 a 10 años.

Datos de Francia ponen de relieve la gravedad potencial del problema de los nitratos

Informes recientes de Francia estiman que más de medio millón de personas -en particular en la zona dedicada a la cría intensiva de cerdos de Bretaña y en las regiones orientales lindantes con Alemania - reciben actualmente agua potable con concentraciones de nitratos que rebasan crónicamente el límite de 50 mg/l. Unos 3,4 millones de personas reciben agua que en ocasiones rebasa el límite. Además de ello, la confederación hydrográfica Loire-Bretagne estima que un 60% de los recursos hidráulicos dentro de su cuenca corren el riesgo de quedar inutilizables durante los diez próximos años. Estos datos muestran la apremiante necesidad de acometer el problema de los nitratos.

Cuestiones de política de actualidad

La CE ha introducido ya una Concentración Máxima Admisible (CMA) de 50 mg/l y un Nivel de Referencia recomendado (NR) de 25 mg/l en la Directiva del Agua Potable (80/778/CEE). La determinación de estos valores fue fuertemente influido por el trabajo de la Organización Mundial de la Salud, la cual recomienda una concentración de referencia (media) de 50 mg/l de nitratos en el agua potable (1993). La norma Federal de la EPA (Environmental Protection Agency) de los EE.UU. establece un nivel de 10 mg/l de nitrato-nitrógeno en el agua potable (equivalente a 44,3 mg/l de nitratos).

Estas normas y los valores de referencia deberían considerarse en su contexto, y no procede tratarlos aquí. Debe recordarse que en la propuesta de revisión de la Directiva del Agua Potable, adoptada por la Comisión en enero de 1995, se mantienen los 50 mg/l como valor paramétrico para el nitrato. No obstante, esta revisión contempla la posibilidad, antes ausente, de derogaciones de corta duración de la pauta de 50 mg/l. De todas formas, si bien las implicaciones de los nitratos para la salud humana ya no parecen tan acuciantes, al menos en el mundo occidental (ver el cuadro a continuación), esta nueva flexibilidad no pone en entredicho la pauta existente. Debido a la propensión de los nitratos a reducirse a nitritos, la propuesta revisión de la Directiva del Agua Potable contempla la incorporación de una pauta para la combinación nitratos/nitritos.

La Directiva de los Nitratos pretende reducir y prevenir la contaminación del agua debido a actividades agrícolas. Se requiere que los Estados Miembros designen unas Zonas Vulnerables a Nitratos (ZVN), zonas donde, debido a la contaminación por actividades agrícolas, las aguas superficiales contienen una concentración excesiva de nitratos, el nivel de nitratos en el agua subterránea ya rebasa o es posible que rebase los 50 mg/l, o donde las aguas son eutróficas. A continuación las actividades agropecuarias dentro de la ZVN deben controlarse a fin de reducir la lixiviación de nitratos. En la aplicación de "Códigos de Buenas Prácticas Agrícolas" y los "Programas de Acción", se le recomienda a los Estados Miembros velar por que la cantidad de estiércol aplicada durante y después del cuarto año del primer Programa de Acción no exceda de 210 kg N/ha al año para 1999. Durante y después del cuarto año del segundo Programa de Acción, en el año 2003, este valor quedará reducido a 170 kg N/ha al año.

Puesto que, en la Directiva de los Nitratos, se deja a juicio de los Estados Miembros, la definición de ZVN tiene diferencias de interpretación del término 'vulnerable', y por ende la extensión de tierra afectada. Como consecuencia, la Directiva surte efectos diferentes en su implantación en cada Estado Miembro.

La CE se propone promover una interpretación más uniforme de la designación de las ZVN entre los Estados Miembros

En el Reino Unido, esta flexibilidad permitió al Gobierno designar como ZVN una zona mucho más pequeña que la contemplada originalmente; sólo la tercera parte de la zona en la que el agua superficial y subterránea excede del límite de 50 mg/l (650.000 hectáreas de un total de 2 millones de hectáreas, entre setenta ZVN). Esto se debe a que las propuestas del gobierno sólo se aplican al agua subterránea destinada al suministro público. Irlanda no se propone designar ZVN alguna. En cambio, Países Bajos y Dinamarca han designado como zona sensitiva a los nitratos a todo el territorio nacional. Estas variaciones reflejan tanto las diferentes filosofías como las diferentes realidades locales de los Estados Miembros. Por ello, la Comisión se propone inculcar un entendimiento común y una interpretación más uniforme de la Directivoa

La prevención a través de las técnicas agrícolas satisfactorias

De acuerdo con la Directiva de los Nitratos, las medidas mínimas que deben incluirse en los Programas de Acción tienen que ver con restricciones a la cantidad de estiércol utilizada así como a las temporadas en las que se puede usar. Los agricultores deberán disponer de medios de almacenamiento adecuados y de suficiente capacidad para poder evitar su uso durante los períodos de prohibición. También se prevé el registro preceptivo de todas las ocasiones en las que se abone o se estiercolee la tierra. Se están considerando además, como medidas de choque, la posibilidad de uso de estiercol en zonas fuera de las ZVN así cómo la reducción del número de reses.

La implantación de tales medidas podría tener implicaciones significativas para la economía agrícola local, suscitando cuestiones de índole socioeconómica y generando oposición al cumplimiento de la Directiva. Muchos expertos opinan que el valor de 170 kg N/ha fijado para el fin del segundo Programa de Acción no podrá conseguirse en las regiones de actividad agropecuaria intensiva sin una reducción significativa del número de reses.

Efectos de los nitratos sobre la salud humana

Dos son las preocupaciones sanitarias en torno a la presencia de nitratos en el agua potable: la metemoglobinemia y la carcinogenicidad. La metemoglobinemia ocurre cuando los nitratos presentes en la sangre oxidan el hierro ferroso (Fe++) de la hemoglobina haciendo que adopte su forma trivalente (Fe+++), que no es capaz de transportar el oxígeno. Esto disminuye la capacidad portadora de oxígeno de la sangre, pudiendo producir la muerte en casos extremos. El riesgo de la carcinogenicidad se deriva de una posible conexión entre la presencia de nitratos en el cuerpo y la formación de compuestos N-nitrosos potencialmente carcinogénicos.

Aunque la evidencia sugiere que no existe una correlación directa entre la cantidad de nitratos ingeridos (provinientes en su mayoría del consumo de vegetales) y la metemoglobinemia, siguen las discusiones . Los nitratos, en combinación con otros factores, pueden ser un causante importante de la metemoglobinemia. Los efectos tóxicos del nitrato están estrechamente relacionados con su conversión en nitrito mediante la acción bacteriana en el tubo digestivo. Incluso hay casos de metemoglobinemia producida por la formación endógena de nitritos sin la intervención exógena de nitratos o nitritos. Por lo tanto la metemoglobinemia se vincula especialmente con determinadas patologías (infecciones, trastornos gástricos ...) o con la contaminación bacteriana debido a la acción de bacterias reductoras de nitratos. A este respecto los niños de corta edad son la población más propensa debido a que el estado de su tubo gastrointestinal tiene una menor capacidad de conversión de los nitratos en nitritos. Un bajo consumo de nitratos es, por tanto, deseable como defensa contra la metemoglobinemia. No obstante, debe notarse que la metemoglobinemia prácticamente no existe en Europa Occidental.

En cuanto a la carcinogenicidad, es verdad que se ha demostrado la carcinogenicidad en animales de los compuestos N-nitrosos, además de que los nitratos pueden convertirse en nitritos en el cuerpo humano, y que éstos pueden reaccionar con precursores N-nitrosos para formar compuestos N-nitrosos. Sin embargo, las cantidades que se generan en el cuerpo humano son muy inferiores a las dosis que se ha demostrado producen cáncer en animales. Además, la concentración de nitratos en el cuerpo humano no guarda relación necesariamente con el consumo de nitratos exógenos ya que existe también la formación endógena de nitratos. También existen muchos inhibidores de la nitrosación (p.ej. la vitamina C), los cuales hacen difícil establecer un estrecho vínculo entre la presencia de nitratos y los precursores y compuestos N-nitrosos. Los numerosos estudios epidemiológicos publicados sobre el tema siguen siendo poco concluyentes, al demostrar correlaciones positivas, negativas y nulas entre la exposición a nitratos y la incidencia del cáncer.

En conclusión, los nitratos parece que no suponen ningún riesgo grave para la salud pública, pero persisten inquietudes en cuanto a su relación con la metemoglobinemia. Las pruebas a favor de una relación entre el N-nitroso y la carcinogenicidad son menos concluyentes, pero sería prudente mantener las reservas sobre el particular.

Sería posible aliviar el problema mediante una gestión más adecuada de los piensos. La investigación de la nutrición ganadera ha demostrado que la excreción de nitrógeno por las reses puede reducirse entre un 20% y 30% con una sencilla modificación de los piensos. No obstante, según la industria europea de fertilizantes, sólo podría conseguirse en la práctica una reducción del 15%, y esto sólo cuando los animales permanezcan en las cuadras.

Aparte de la Directiva de los Nitratos hay otras medidas que pueden contribuir a la prevención de la contaminación por nitratos en las prácticas agrícolas. En general, la Política Agraria Común se dirige cada vez más a una estrategia para la reducción del uso de los nitratos (la extensificación) y su impacto sobre el medio ambiente (la ordenación del suelo). La norma 2078/92 (medidas agro-medioambientales suplentes de la Política Agraria Común) es un buen ejemplo de esta tendencia, al crear incentivos para reducir las aportaciones y proteger los recursos hidráulicos.

No es posible conseguir uniformidad total en las técnicas agrícolas reconocidas por toda la UE. Por ello deberían adoptarse prácticas sostenibles de la fertilización-N en función de las condiciones locales (el clima, el suelo, el equilibrio hidráulico, la capacidad desnitrificadora del suelo y del agua subterránea, los flujos hidrogeológicos, etc.). No obstante, en todos los casos se necesita una mejor coordinación entre la agricultura y la gestión medioambiental. En particular debería hacerse hincapié en el principio de que quién contamine pague, una política que todavía no ha logrado arraigarse en la mente de la mayor parte del sector agrícola, como demuestra el ejemplo siguiente.

Algunos agricultores se oponen a las medidas propuestas por el Directivo de los Nitratos

Recientemente la 'National Farmers Union' (NFU) del Reino Unido, en un análisis crítico del proyecto del gobierno para la implantación de las Zonas Vulnerables a Nitratos (ZVN), sostuvo que incluso una exposición a nitratos en una concentración de 100 mg/l no supondría "ningún riesgo perceptible para la salud humana". Los agricultores, obligados ahora por la Directiva de los Nitratos a pagar la recogida del estiércol o la reducción del número de reses, consideran que el problema de los nitratos es "en buena medida hipotético", y que se debe a la fijación de unas normas excesivamente rigurosas para el agua potable.

Los agricultores y los terratenientes del Reino Unido se oponen desde hace mucho tiempo a muchas de las propuestas designaciones de las ZVN, alegando que restringirán las actividades agrícolas, mermarán las rentas y harán bajar el valor de la tierra. Es más, dudan de que los controles sobre las prácticas agrícolas prescritas por la Directiva de la CE afecten a los niveles de nitratos en zonas donde fuentes no agrícolas, tales como las descargas de aguas residuales, los pozos negros y la deposición atmosférica de nitratos, contribuyen a las concentraciones de nitratos en el agua subterránea o superficial. Situación esta que prevalece aproximadamente en la mitad de la tierra dentro de las propuestas ZVN en el Reino Unido.

Se recurrirá sólo en último caso a la tecnología de la desnitrificación, debido a su elevado coste

Tecnología de la desnitrificación

Tras el establecimiento, a principios de los años 80, de normas sobre el contenido de nitratos en el agua potable, muchos observadores vaticinaron una creciente demanda de la desnitrificación. Por lo tanto se hizo un gran esfuerzo por adaptar los conceptos conocidos de la desnitrificación a las gamas de concentración necesarias para la industria de abastecimiento de agua potable. La motivación principal del desarrollo tecnológico ha sido la reducción de su coste. Sin embargo, pese a las expectativas iniciales de los promotores del desarrollo tecnológico, la contaminación por nitratos del agua subterránea se ha solucionado en su mayor parte perforando pozos más profundos o aumentando el uso del agua superficial. Las técnicas de desnitrificación se han aplicado como última solución, bien para acometer las concentraciones máximas temporales de nitratos en el suministro de agua, bien como forma permanente de tratamiento.

Estudios recientes de las tecnologías disponibles comercialmente revelan que la mayor parte de los trabajos de desarrollo se han llevado a cabo en Alemania, en Italia y en Francia. Muchas de las plantas comerciales existentes se han construido desde el año 1983, y sus capacidades de tratamiento varían entre 25 y 2.000 m3 de agua por hora. La planta más grande de Europa se halla en el Reino Unido. Los procesos más populares están basados en el tratamiento biológico heterotrófico y autotrófico (desnitrificación), el intercambio iónico (desnitración), la ósmosis inversa, y la electrodiálisis. También es posible la desnitrificación por vías catalíticas.

La ósmosis inversa y la electrodiálisis quitan los sólidos disueltos pero no extraen específicamente el nitrato. La eliminación indiscriminada de los sólidos disueltos, con el coste energético concomitante, junto con la necesidad del tratamiento de la salmuera así como los elevados costes de vertido, hacen que estos procesos sean poco económicos. Si bien la tecnología del intercambio iónico es más selectiva con el nitrato que la electrodiálisis o la ósmosis inversa, también extrae del agua otros componentes tales como los iones de sulfato. También es un inconveniente la mayor transferencia de iones de cloro al agua tratada producida por algunas resinas, aunque se puede evitar utilizando CO2 para la regeneración de las resinas.

Los diferentes procesos biológicos disponibles para eliminar nitratos del agua potable (lecho fijo, lecho fluidizado, biorreactores de membrana combinados) no cambian la composición iónica del agua. No obstante, el coste de los procesos biológicos también es elevado, debido principalmente a los complejos pasos del postratamiento necesarios para eliminar los productos secundarios de la desnitrificación, tales como las células bacterianas, la turbiedad y los pesticidas, los cuales pueden estar presentes en el agua contaminada con nitratos o que pueden tener su origen en el contacto directo del agua con la biomasa desnitrificadora.

La definición de las técnicas agrícolas reconocidas exige unos conocimientos detallados del ciclo del nitrógeno

Prioridades de I+D

La esencia del problema de los nitratos es su presencia en las sucesivas capas del suelo en una cantidad indeterminada pero importante. Su lixiviación es compleja y poco comprendida. Estos procesos pueden estar acompañados de otros de transformación naturales. Más notablemente, bajo ciertas condiciones los nitratos pueden ser eliminados por diversos procesos de desnitrificación naturales tales como la reducción microbiológica de nitratos en presencia del sulfato ferroso, otros iones ferrosos, el metano, o materia orgánica en ausencia de oxígeno. Estos procesos pueden transformar cantidades considerables de nitratos en gas nitrógeno o en óxido nitroso (N2O), un potente gas invernadero y destructor de la capa de ozono. También agravan el riesgo de la acidificación del agua subterránea por la acción de los sulfatos y los iones ferrosos. Nuestra comprensión de las diversas fuentes del nitrógeno, su comportamiento en el suelo y su transferencia al agua subterránea todavía es insuficiente para poder determinar la carga admisible de nitrógeno para un lugar dado. Evidentemente éstos son importantes temas de investigación para el futuro, ya que tales conocimientos serían valiosísimos para la definición de las mejores técnicas agrícolas.

Un mayor entendimiento del proceso mediante el cual el nitrógeno pasa del suelo a la zona no saturada, y de ahí al agua subterránea, haría posible perfeccionar los modelos de predicción existentes. En particular ayudaría a determinar el comportamiento posterior del nitrógeno en el suelo, y a controlar las aportaciones de nitrógeno. La monitorización debería realizarse en paralelo, en particular donde falten datos. Una mejor calibración y convalidación de los modelos así como el trazado sistemático y detallado de la distribución del nitrógeno en el suelo es una clara prioridad para toda la UE.

Las tecnologías de la desnitrificación ya existen y son utilizadas a escala industrial, pero son caras. Los expertos prevén una expansión de este mercado, al menos a corto o a medio plazo, lo cual se traducirá en una reducción del coste simplemente como consecuencia de las economías de escala. No obstante, a la larga, como se indica más arriba, las políticas preventivas deberían empezar a tener efecto, poniendo coto a esta expansión. Bajo estas circunstancias es difícil saber si compensa hacer grandes inversiones en I+D para evaluar los procesos de desnitrificación.

Otras áreas de interés para la investigación en el futuro son el estudio de la absorción de los nitratos por las cosechas, el uso de las tierras húmedas naturales o artificiales para reducir la carga de nitratos en el suelo y el agua subterránea, la optimización de la capacidad desnitrificadora del suelo, y la nutrición del ganado, como factores tendientes a reducir los nitratos en el estiércol.

La Comisión Europea promueve actualmente la investigación de la saturación de nitrógeno en los ecosistemas forestales, el efecto de la labranza sobre la calidad de la tierra y del agua, y el análisis del riesgo del impacto de los productos agroquímicos sobre el suelo y el agua. Además se está investigando los procesos de lixiviación de los nitratos así como su transformación biológica en un proyecto cuyo fin es cuantificar la incidencia de diversas prácticas agrícolas en la contaminación del agua subterránea por los nitratos. También se están investigando unos materiales de referencia certificados para el control de calidad a regir la determinación de la cantidad de nitratos en el agua dulce.

Adoptar una política preventiva será menos costoso a la larga que fiarse de la alternativa de la curación

Conclusiones

Para cumplir las normativas fijadas para el agua potable, los proveedores de agua ya utilizan tecnologías de desnitrificación en los casos donde la concentración de nitratos en el suministro de agua excede los 50 mg/l. Esto origina costes adicionales, sufragados tanto por ellos como por los consumidores. Ya que la mayor parte de las emisiones de nitratos proviene de la agricultura, y dado que la política europea se rige por el principio de que quien contamine pague, los agricultores deberían ayudar a sufragar el gasto. Esto crea problemas de implantación a corto plazo. No obstante, mientras que las políticas curativas (p.ej. la desnitrificación) tienen un sólo uso y un coste perenne, las políticas preventivas (p.ej. las técnicas agrícolas reconocidas) se prestan a una multitud de usos y garantizan el mantenimiento a largo plazo del recurso. Por lo tanto es probable que a la larga el coste de una política preventiva será más bajo, aun cuando a corto plazo pueda parecer alto.

No obstante, las políticas preventivas deben tener en cuenta los problemas a corto plazo

La implantación de la Directiva Europea de los Nitratos es demasiado reciente para mostrar ya una mejora perceptible en la contaminación por nitratos. Esto se debe en parte a que todavía no se han ultimado muchos de los Programas de Acción previstos en la Directiva. También es debido a que las opciones que se han adoptado para la prevención de la contaminación (p.ej. mejores prácticas agrícolas) no pueden presentar beneficios a corto plazo debido a que los nitratos ya presentes en el suelo tardarán años en eliminarse. Queda por ver si las metas de la Directiva de los Nitratos pueden conseguirse a un coste aceptable, y si también será posible cumplir a un coste razonable las normas para la concentración de nitratos en el agua potable (80/778/CEE).

Algunas de las experiencias preliminares ya han generado críticas, alegándose que la Directiva de los Nitratos vulnera los intereses agrícolas. Sea como fuere, el constante aumento de las concentraciones de nitratos en los acuíferos europeos hace necesarios soluciones prácticas que logren compaginar las soluciones a corto y a largo plazo.

A pesar de las medidas preventivas tomadas a nivel europeo, en general siguen en aumento las concentraciones de nitratos en los suministros de agua, y por tanto en el agua potable (al menos en las fuentes de agua más investigadas; en conjunto los datos son todavía deficientes). Esta tendencia apunta a que habrá más casos de incumplimiento de las normas sobre la cantidad de nitratos en el agua potable. Está claro que las medidas preventivas están resultando difíciles de implantar, y que en todo caso tardarán tiempo en reportar beneficios. Se nos plantean entonces dos problemas inmediatos: ¿ cómo establecer medidas preventivas armonizadas a largo plazo, y qué hacer en los casos donde la concentración de nitratos en el suministro de agua rebasa los 50 mg/l ?

La prevención de la excesiva emisión de nitratos en el medio ambiente debería conseguirse mediante la integración de la política medioambiental y agrícola, y con el estudio conjunto de las cuestiones clave tales como la eutrofización, la acidificación y el cambio climático.

Frases clave

Directiva de los Nitratos, normativa del agua potable, prácticas agrícolas, tecnología de la desnitrificación

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