Olor y medio ambiente

AutorElizabeth S. Basto Gómez
Páginas327-387
327
Capítulo IV
Olor y medio ambiente
1. LOS PROBLEMAS GLOBALES DE LA
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
Este estudio no pretende analizar la contaminación en todos sus as-
pectos sino centrarse en un factor, la contaminación odorífera. Sin embargo
es necesario aproximarnos al continente para luego estudiar parte del conte-
nido. El olor se mueve, se extiende, desciende y asciende en la atmosfera y
depende de los fenómenos atmosféricos para su detección, concentración y
permanencia. Las presiones atmosféricas, las temperaturas y los vientos in-
tervienen en la percepción del olor. Y los problemas y fenómenos que afectan
a la atmosfera también inciden en la mayor o menor producción de olores. El
calentamiento global por ejemplo es uno de los factores que contribuirán a la
proliferación de olores en el planeta, tanto agradables como ofensivos.
Por otra parte, el olor no es propiamente un problema ambiental, en el
sentido de que pueda alterar a los ecosistemas planetarios como objeto último
de protección del Derecho Ambiental, como arma la doctrina421, aunque sí
puede ser un síntoma de la presencia de sustancias que pueden afectar a los
ecosistemas y, desde luego, afecta, en ocasiones gravemente, al «ambiente»
o entorno en el que se desenvuelven las personas. Y a la calidad de vida en
general.
421 REAL FERRER, Gabriel «La constr ucción del Derecho Ambiental», Revista Aran-
zadi de Derecho Ambiental (Pamplona, España), nº 1, 2002, págs. 73-93.
Régimen juRídico del aRoma y de la contaminación poR hedoR ElizabEth S. baSto GómEz 328
1.1. LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA422
1.1.1. CONCEPTO Y COMPRENSIÓN DEL FENÓMENO
La atmósfera es la capa gaseosa que rodea la litosfera y la hidrosfera. Se
entiende por contaminación atmosférica la presencia de materias, sustancias
o formas de energía que impliquen molestia grave, riesgo o daño para las per-
sonas, el medio ambiente y demás bienes.
Cuando se habla de calidad del aire, se hace referencia a la existencia en
la atmósfera, y particularmente en la troposfera, de unas características ener-
géticas, físicas y químicas que corresponden a los requerimientos de los se-
res vivos. Desde el punto de vista humano, se habla de buena calidad del aire
«cuando las cantidades de energía, como el ruido o temperatura, o de conta-
minantes atmosféricos presentes en el aire que se respira, no superan deter-
minados «niveles máximos permitidos» o «niveles máximos permisibles», los
cuales indican las concentraciones a partir de las cuales la presencia de esas
sustancias comienza a representar un peligro para la vida.»
Además, debe tenerse en cuenta que, «dentro de un ambiente tanto
urbano como rural, la calidad del aire no depende solamente de las emisiones
de gases y partículas resultado de la operación diaria de los diferentes sectores
como el automotor, agrícola, la construcción, el industrial, el doméstico, etc.,
sino también de las condiciones meteorológicas que lo rodean, ya que éstas
puede o no favorecer la dispersión y transporte de los contaminantes. En ge-
neral, la concentración de un contaminante es directamente proporcional a
su emisión pero inversamente proporcional a la intensidad del viento y a la
altura de capa de mezcla, es decir, si el viento es fuerte y la altura de mezcla es
422 Para la redacción de este apartado se han utilizado diversas web institucionales
(http://www.magrama.gob.es/es/, https://www.minambiente.gov.co/, http://www.
eea.europa.eu/es/themes/air, http://www.who.int/es/, http://www.pnuma.org/,) o de
divulgación cientíca, así como obras generales sobre la materia, como SEOANEZ
CALVO, Mariano, Tratado de la contaminación atmosférica. Problemas, tratamien-
to y gestión, Mundi Prensa, Madrid, 2002; MARTÍNEZ ATAZ, Ernesto y DÍAZ
DE MERA MORALES, Yolanda (Eds.); Contaminación Atmosférica; Ediciones la
Universidad de Castilla – La Mancha, Cuenca, 2004; PUIGCERVER, Manuel y
CARRASCAL, María Dolors; El Medio Atmosférico: Meteorología y Contaminación,
Universidad de Barcelona, Barcelona, 2008
caPÍtulo iv. olor y medio ambiente 329
máxima, entonces el transporte y la dispersión son mayores y por lo tanto la
concentración del contaminante es menor, entonces, el efecto más adverso a
los receptores ocurre cuando los vientos son débiles y/o la altura de mezcla es
muy baja423; entendiéndose por altura de capa de mezcla, el volumen atmos-
férico disponible en niveles cercanos a la supercie donde los contaminantes
realizan procesos de transporte y dispersión».
El concepto «calidad del aire» da una idea del grado de pureza del aire
que respiramos. Una buena o mala calidad del aire depende de la cantidad y
concentración de contaminantes presentes en el mismo. La evaluación de la
calidad de aire en España la realiza el Ministerio de Agricultura, Alimenta-
ción y Medio Ambiente, a partir de los datos que envían periódicamente las
Comunidades Autónomas y determinadas entidades locales. Las evaluacio-
nes son anuales. Sirven para conocer la calidad del aire y para diagnosticar la
situación en cuanto al cumplimiento de la normativa vigente en esta materia.
El preámbulo de la Ley Española 34/2007424, establece que la atmósfera es
un bien común indispensable para la vida, respecto del cual todas las personas
tienen derecho a su uso y disfrute y la obligación de su conservación. «Por su
condición de recurso vital y por los daños que de su contaminación pueden
derivarse para la salud humana, el medio ambiente y demás bienes de cual-
quier naturaleza, la calidad del aire y la protección de la atmósfera ha sido,
desde hace décadas, una prioridad de la política ambiental».
La importancia de la contaminación atmosférica y la necesidad de
mantener unos estándares mínimos de calidad del aire ha dado lugar a múl-
tiples esfuerzos cientícos por conocer el estado de este medio. España, por
ejemplo, cuenta con un sistema de modelización de la calidad del aire: el de-
nominado Sistema Calíope425.
423 RUIZ, José. «Simulación de la contaminación atmosférica generada por fuentes mó-
viles en Bogotá», Bogotá D.C., Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Co-
lombia. 2002.
424 Desarrollada por el Real Decreto 100/2011, de 28 de enero, por el que se actualiza el
catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera y se estable-
cen las disposiciones básicas para su aplicación.
425 Desarrollado íntegramente por el departamento de Ciencias de la Tierra del Barce-
lona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación. Web, http://
www.bsc.es/

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