Nuevos modelos de negocio unidos al WI-FI: el movimiento FON

CargoCremades & Calvo-Sotelo
Páginas65-80

I. Introducción

Con Internet llegó la revolución, pero el movimiento FON quiere dar un paso más en ese hito: mediante la unión de todos los usuarios de Internet pretende romper barreras, fomentar la cultura, el acercamiento de los pueblos, el intercambio de ideas y tecnologías; en suma, pretende hacer llegar Internet a todos los rincones para que no haya un solo punto aislado del planeta.

Esta iniciativa proviene de un nuevo actor que ha irrumpido en el mercado de la conexión a Internet con las ideas muy claras y la confianza en que los usuarios responderán a la llamada de la comunidad.

En todo caso, es importante ver este fenómeno desde una perspectiva histórica, cuando Internet en sus comienzos no era más que una red de computadoras que unía diversos centros permitiendo compartir su información almacenada, para acabar convirtiéndose, gracias a su expansión mundial, en un auténtico movimiento social facilitador de nuevos modelos de negocio y en un medio de comunicación que permite mantener contacto con los puntos más remotos del planeta pulsando un solo botón.

El continuo crecimiento en número de usuarios y tráfico ha llevado aparejado un evidente interés, por parte de las empresas de telecomunicaciones, en desarrollar una tecnología cada vez mejor, capaz de facilitar mayor velocidad de transmisión y mayor capacidad de la misma. Así, de sus limitados inicios en este sentido se ha ido evolucionando a una tecnología cada vez más desarrollada, hasta que se produjo la revolución con lo que dio en llamarse "banda ancha", es decir, el ADSL1 y sus posteriores versiones mejoradas, siendo la última incorporación a la familia el ADSL2+, que prácticamente triplica la cantidad de espectro que puede usar sobre el cable de cobre del bucle de abonado llegando a poder ofrecer velocidades teóricas de hasta 24 Mbps.

Toda la evolución tecnológica mencionada ha hecho que cada vez sean mayores la exigencias de los usuarios de Internet quienes, además de esa mencionada conectividad de alta capacidad, estén reclamando cada vez con más fuerza una solución que les proporcione movilidad absoluta, surgiendo las llamadas "redes locales inalámbricas"2, que si bien fueron inicialmente concebidas para ser aplicadas dentro de espacios interiores (en espacios geográficamente determinados, como complemento de las redes corporativas y, por lo tanto, con una limitada movilidad) se están aplicando cada vez con más éxito para dar cobertura a espacios abiertos, llegando incluso a áreas metropolitanas.

El gran desarrollo experimentado por el WI-FI (Wireless Fidelity) se debe a la integración de esta tecnología en algunos de los dispositivos que mayor penetración tienen en el mercado como son las PDA?s, los ordenadores portátiles, las cámaras digitales con WI-FI, etc. Igualmente resulta importante destacar la tendencia/necesidad entre los usuarios de disponer de un acceso de banda ancha con una movilidad preferentemente ilimitada.

Las WLAN son redes de alcance local que utilizan ondas electromagnéticas como medio de transmisión de la información que viaja a través del canal inalámbrico, enlazando (a través de tecnologías de microondas y de infrarrojos) los diferentes equipos o terminales móviles asociados a la red. Cuando se busca un alcance más general de esas redes inalámbricas, se habla de una red WI-FI, cuyo éxito respecto a otras tecnologías vía radio radica en haber sido el estándar acogido casi unánimemente para desarrollar redes sin cables, lo que ha favorecido la interoperabilidad de los dispositivos de los distintos fabricantes.

Decir WI-FI es lo mismo que hablar de la familia de estándares IEEE 802.11 que ha ido desarrollándose y mejorando en cuanto a su velocidad, calidad y seguridad, siempre con el denominador común de funcionar en las bandas de frecuencia de 2,4 GHz ó 5 GHz3. Así, del primer estándar IEEE 802.11, aprobado en 1997 y con una velocidad máxima de 2 Mbps, se ha ido evolucionando hasta el IEEE 802.11b4, con velocidades de hasta 11 Mbps y una cobertura de celda de 100 m, el IEEE 802.11a y 802.11g, que llegan hasta los 54 Mbps, funcionando en la frecuencia de 2.4 y 5 GHz respectivamente, etc. El último que se pretende incorporar pronto a la familia es el protocolo IEEE 802.11n, que soportaría velocidades de hasta 600 Mbps y funcionaría tanto en la frecuencia de 2,4 GHz como de 5 GHz, haciendo interoperativas, por lo tanto, las redes 802.11a y 802.11g actuales. El estándar 802.11n está teniendo problemas en el seno del IEEE para ser ratificado por la falta de acuerdo entre los fabricantes.

Es interesante en este punto mencionar a la Alianza WI-FI, una asociación internacional no lucrativa creada en 1999 para certificar la interoperabilidad de productos de redes locales wireless y en la que actualmente hay unas 200 compañías asociadas. El certificado que emite la Alianza es la única seguridad de que un producto ha pasado rigurosos test de interoperabilidad que aseguran que productos compatibles de diferentes fabricantes pueden trabajar conjuntamente.

En relación a las bandas de 2 y 5 GHz que albergan las frecuencias que utiliza el WI-FI, según el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF)5 que distribuye en el ámbito de nuestro país los distintos servicios de telecomunicaciones entre las frecuencias existentes, dichas bandas tienen el carácter de "uso común", pudiendo entenderse como tal, según los Artículos 12 y 13 del Reglamento sobre el uso del Dominio Público Radioeléctrico6 el asignado a las bandas de frecuencias sobre las cuales no es preceptivo la obtención de un título habilitante para su utilización, incluyéndose también dentro de este uso "la utilización de aquellas bandas, subbandas, canales y frecuencias que se señalen en el CNAF para aplicaciones industriales científicas y médicas".

Es importante destacar que el Artículo 12 finaliza su redacción señalando que "los servicios que efectúen un uso común del espectro, no deberán producir interferencias ni solicitar protección frente a otros servicios de telecomunicaciones autorizados de categoría diferente". Es decir, el uso común no garantiza la protección frente a otras utilizaciones ni puede causar perturbaciones a otros servicios existentes legalmente autorizados.

Si bien, como hemos podido ver, el Reglamento citado no atribuye esas frecuencias específicamente a las redes de comunicaciones inalámbricas, se debe entender que les son también aplicables a ellas los principios que rigen la organización de las frecuencias, que exigen, entre otros, que sean utilizadas las mismas de manera eficaz y racional. Además, se ha tratado de paliar la falta de mención expresa de estos servicios mediante la inclusión de determinadas excepciones que se detallan en las Notas UN (Utilización Nacional)7, que son una trascripción de notas de Utilización Internacionales8, conforme a las cuales se debe realizar la utilización de las frecuencias y el despliegue de estas redes.

No obstante, todo el régimen de atribución...

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