Nuevos desafíos éticos, legales y sociales para el Convenio de Oviedo planteados por las tecnologías emergentes

AutorJacques Montagut
Páginas15-23

Page 16

Desde hace más de treinta años, el debate ético se plantea en distintos niveles tanto geográficos como institucionales, siendo objeto de resoluciones, recomendaciones o dictámenes. Ahora, estamos debatiendo en el marco de esta eminente Cátedra de Derecho y Genoma Humano, abierta al debate público, en total consonancia con el artículo 28 del Convenio de Oviedo.

A modo de introducción, quisiera recordar que los avances en el conocimiento (científico, por ejemplo), siempre son de por sí un factor de libertad, si bien en determinados casos puede llegar a plantear problemas éticos; recordad, asimismo, que la ética nunca o muy raras veces se anticipa a la ciencia, que el derecho nunca o muy raras veces se anticipa a la ética. Las opciones sociales dimanantes del derecho pueden justificar la financiación de la investigación y los avances en el conocimiento. Y se cierra el círculo: avances en el conocimiento-ética-derecho-investigación, y de nuevo avances en el conocimiento. Finalmente, la ética en una democracia ocupa un lugar central en la relación entre saber y poder. Y esta relación está sujeta a la diversidad cultural. Aun cuando la ética debe tender al universalismo, el relativismo cultural pondera el universalismo de la ética salvo para determinados principios. Asimismo, la relación de la ciencia y lo político, está separada en los Estados Unidos, busca acercar posiciones en el Reino Unido, da primacía al derecho en Alemania, Francia, España, y otros muchos países europeos.

Page 17

El segundo elemento que deseo comentar de una forma igualmente esquemática, desgraciadamente, es el hecho de que hoy en día, tres corrientes de pensamiento filosófico podrían influir en los derechos humanos y la biomedicina: el bioconservadurismo con su sagrada referencia a la de la naturaleza, el transhumanismo que anima al hombre a incrementar su rendimiento frente a los desafíos impuestos por los cambios que el propio hombre ha impuesto a la naturaleza, y por fin, en particular en Estados Unidos, se perfila la corriente post transhumanista, en la que el hombre aumentado terminaría por ceder una parte orgánica de sí mismo a lo inorgánico (robótica, inteligencia artificial, Big data), convirtiéndose en un híbrido hombre–máquina de consecuencias muy poco previsibles.

Para pasar al corazón del tema, quisiera primero hablarles de la evolución de los instrumentos genéticos que tenemos a nuestra disposición.

En 1960, llegó el diagnóstico prenatal en líquido amniótico. Desde 2013, se han venido implementando técnicas de detección de trisomías en las células fetales de la sangre materna, descartándose con él los riesgos de una punción amniótica. Por fin, como ya saben, a principios de los años 90, se introdujeron las posibilidades de diagnóstico genético preimplantacional en el embrión con el fin de seleccionar embriones libres de enfermedad genética especialmente grave y de transmisión parental.

Actualmente, se están preparando nuevos instrumentos, en particular la técnica CRISPR-Cas9, una auténtica navaja suiza que va a revolucionar la genética. Les cuento la historia en pocas palabras.

Todo empieza con el descubrimiento de palíndromos en el ADN. Saben ustedes que los palíndromos son aquellas palabras o mensajes que se escriben igual hacia delante o hacia atrás, por ejemplo, la palabra “reconocer” o la famosa frase “a man a plan a canal Panama”. Pero lo interesante es lo que se ha descubierto entre los palíndromos del ADN: trozos de ADN en forma de horquilla.

Cuando una bacteria se ve atacada por un virus y éste inyecta su ADN, el ADN vírico se incorpora, en forma de horquilla, al ADN de la bacteria y la mata o la desnaturaliza.

Para defenderse la bacteria va a recurrir, por una parte, a un aviso de búsqueda (transcripción fotocopiada del ADN vírico), la denominada CRISPR, y, por otra parte, a un matón a sueldo, la enzima Cas 9 va a cortar muy precisamente el trozo de ADN vírico. Corría el año 2007, veinte años después del descubrimiento de los palíndromos.

Page 18

En 20121, la francesa Emmanuelle CHARPENTIER y la estadounidense Jennifer DOUDNA2tuvieron la idea genial de utilizar el CRISPR-Cas9 para llevar a cabo la cirugía del genoma.

La idea es diseñar en laboratorio una guía ARN y luego acoplarla a la enzima Cas 9 para el recorte. El objetivo apuntará bien sea a restablecer la función de un gen, bien sea a eliminar un gen nefasto o deficiente, o bien a insertar un nuevo gen que servirá para la reparación gracias al sistema de recombinación homóloga. Su uso es sencillo, rápido y preciso. Pero hoy sabemos que existen riesgos inducidos y todavía mal controlados: efecto fuera de la diana...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR