El nuevo federalismo europeo: la posición del Parlamento Europeo ante el debate sobre el futuro de Europa

AutorIgor Filibi López
Cargo del AutorProfesor de Relaciones Internacionales UPV/EHU
Páginas89-105
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El nuevo federalismo europeo:
la posición del Parlamento Europeo
ante el debate sobre el futuro de Europa
I F L
Profesor de Relaciones Internacionales UPV/EHU
Introducción
Evolución del federalismo europeo
La emergencia del nuevo federalismo europeo
Evolución de la soberanía en el marco de la integración europea: ¿qué es hoy la soberanía?
El nuevo federalismo europeo: las resoluciones de 16 de febrero de 2017 del
Parlamento Europeo
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El federalismo es un asunto complejo que, además, está sometido a una considerable
confusión sobre su definición, tipos y alcance, a diferencia de lo que sucede con otras
ideas políticas como el liberalismo o el socialismo. Ello se debe principalmente a que
en el estudio del federalismo se ha impuesto una doctrina que no es científica, sino
ideológica, y que se propone “hacer que el federalismo entre en el molde del modelo
dominante de Estado nación (de la teoría del Estado) (...) y producir un discurso de
legitimación que valide la congruencia de tal asociación” (Cagiao, 2014:20). Un hecho
derivado de esto es la generación de una teoría “blanda” del federalismo, que consiste en
entender el federalismo como mero equivalente a un Estado descentralizado o regional
(Cagiao, 2014:232). Frente a estos reduccionismos, Cagiao apuesta por separar en el
estudio del federalismo lo realmente nuclear –una pluralidad de pueblos que libremente
suscriben un pacto para formar una unión política– y dejar al margen los asuntos
“exteriores” como la forma de gobierno. Esto conduce, por un lado, a dejar de considerar
como fórmulas federales lo que, en sentido estricto, no dejan de ser sino formas de
descentralización política de un Estado unitario; y por otro lado, el definir el federalismo
Igor Filibi López
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a partir de su elemento nuclear, permite pensar y categorizar formas federales más allá
del Estado-nación.
Daniel J. Elazar, en su estudio clásico Explorando el federalismo, advertía que la
aplicación del principio federal “no implica necesariamente la implantación de un
sistema federal en el sentido convencional, es decir, lo que conocemos como un estado
federal”. Y desarrollaba este punto a continuación:
La esencia del federalismo no se encuentra en un determinado conjunto de
organizaciones, sino en la institucionalización de las relaciones entre los interesados
en la vida política. En consecuencia, es un fenómeno que ofrece muchas opciones
para la consecución de la autoridad y del poder político. Una vez creadas las relaciones
apropiadas, se pueden desarrollar una gran variedad de estructuras políticas, siendo todas
ellas coherentes con los principios federales. (Elazar, 1990:32)
De aquí surge su famosa definición básica de federalismo: “autogobierno más
gobierno compartido”. Esta idea principal, y no el marco habitual (el Estado-nación),
debe ser el punto de partida para comprender el federalismo europeo. Elazar ofrece otra
clave interesante para el tema que nos ocupa, lo que él denomina el problema de pensar
federalmente, es decir, “de aproximarse a las relaciones políticas desde una perspectiva
federalista en vez de hacerlo partiendo de conceptos monistas o centralistas”. Y esto sugiere
que “el federalismo, entendido en sus propios términos, ofrece una alternativa al modelo
centro-periferia, válida para la integración y otras cuestiones políticas.” Elazar insiste en
que “el modelo matricial es policéntrico por diseño” (Elazar, 1990:33-34) y termina su
reflexión con la idea que explica el potencial del federalismo en el caso europeo:
La integración política según el modelo matricial es completamente distinta
a la integración alrededor de un centro. En primer lugar, la medida de la integración
política ya no es la fuerza del centro en oposición a la periferia, sino que es la solidez de
la estructura. En este modelo, el conjunto y cada una de las partes pueden fortalecerse
simultáneamente y, ciertamente, hacerlo sobre la base de la interdependencia. Más aún: la
integración política con base federal ofrece la posibilidad de establecer lazos de unión más
allá de las fronteras de un Estado-nación convencional. (Elazar, 1990:35)
Esta ha sido primero la idea y, luego, el proyecto federal europeo (Burgess, 2000).
Sin embargo, la inercia del marco estatal ha sido siempre muy importante. Por ello, en el
ámbito del federalismo europeo, todos los grandes teóricos han señalado esta importante
cuestión, la necesidad de no limitar el federalismo a ser una teoría del Estado federal
(Albertini, 2007).
Escuchando esta prevención, resulta obvio que existen al menos dos grandes
visiones federales de Europa. Por un lado, probablemente la visión mayoritaria, consiste
en la creación de una federación europea, unos Estados Unidos de Europa, con clara
inspiración en los Estados Unidos de América. Esta visión pretendería construir, con
todas los matices que se quiera, un Estado federal europeo.

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