Nuevas tecnologías en el nivel de postgrado

AutorIsmael Hernández Redondo
CargoDirector Internacional del PRALEBAH. Tegucigalpa (Honduras)

Ismael Hernández Redondo

Director Internacional del PRALEBAH

Tegucigalpa (Honduras)

Introducción

Érase una vez un país chiquito, con pocos habitantes. Sus montañas dibujaban grandes honduras entre dos mares tropicales. El país tenía bajos índices de desarrollo, según las Altas Agencias del Planeta. Sus documanes, empeñados en encerrar todo dentro de índices computables, le colocaban en el puesto 106.

Sin embargo sus gentes querían progresar. No siempre contaban con el apoyo de sus curules, pero querían progresar. Tampoco estaban muy al tanto de los nuevos artefactos y ondas invisibles que invadían el cielo, pero querían progresar. También, curules y documanes les apremiaban para taponar brechas con los países mejor situados en la carrera de acaparar cosas. Aunque las brechas tenían nombres raros (digital, ecológica, comunicacional...) no parecían enfermedades, como antaño. "Si queréis progresar, es preciso cerrarlas", les decían.

Un día, a principios del siglo XXI (¿o era a finales del XX?: tanta telemática y no se ponían de acuerdo sobre el asunto), desde un viejo país allende el mar del Este y algo pariente según antiguas leyendas, les llegó una propuesta. Esta vez, era de apoyo y cooperación:

"¿Por qué no compartimos nuestras aulas MENTOR?" ofrecieron los del PNTIC, del Ministerio de Educación.

"¿Y eso que es?"

Cuando se conoció que era eso, la primera reacción fue de reserva:

"Fíjese que nuestro país no tiene tanta cosa tecnológica".

"Es posible"- insistieron los del PNTIC (aunque ya se llamaba CNICE)

"¿Y por qué no lo intentamos?"

Se intentó y se logró. El país de tropicales honduras comprobó que en algunos indicadores podía superar, y con mucho, el puesto 106 asignado por los documanes.

Esta alegoría podría ser el resumen del primer año de funcionamiento del aula MENTOR "Carlos Gómez Múgica", inaugurada el 20 de noviembre de 2.000 en Tegucigalpa, capital de Honduras. Porque el principal obstáculo para poner en marcha el aula fue superar la infundada apreciación de que todos los componentes de progreso deben desarrollarse a la par.

Y no es así. Los avances en las tecnologías de la información y de la comunicación permiten su uso con una línea telefónica y el acceso a un servidor de Internet sin necesidad esperar al desarrollo de otros sectores que necesitan grandes inversiones.

La expansión de las tecnologías de la información y de la comunicación en los países en vías de desarrollo es una realidad y una necesidad. Lograr que estos países no queden rezagados es otro de los retos que impone la globalización. Las inversiones necesarias y su relativa simplicidad de uso son comparativamente menores que los precisos para otras tecnologías y están al alcance de la mayoría de estos países.

Sin embargo, existe un cierto escepticismo sobre la oportunidad y la posibilidad real de que su generalización se deba potenciar en países como Honduras, cuyos equipamientos básicos no cubren las necesidades de la población.

En este artículo se muestra la experiencia de la implantación de la primera aula MENTOR en América Central, sus logros, sus dificultades y sus enormes posibilidades de desarrollo. Reducir la llamada "brecha digital" es posible. Al menos, esa es nuestra experiencia, objeto del presente artículo.

Contexto

Honduras ocupa el puesto 113 en el Informe de Desarrollo Humano del año 2000. Éstos son algunos indicadores:

INDICADOR VALOR

Población 6.103.422 habitantes

Extensión 112.492 km/2

Tasa de mortalidad infantil 42 por mil

Esperanza de vida 70 años

Tasa de alfabetismo 81%

Población con Educación Primaria 58%

Población rural 48%

Producto Nacional Bruto per capita 850 euros

Deuda externa 5.600 millones euros

Gasto en educación 3,6%

Gasto en salud 2,7%

Líneas de teléfono por 1000 habitantes 38

PC por 1000 habitantes 7.6

Tasa de crecimiento económico anual 2.7%

Fuente: elaboración propia a partir de datos publicados en anuario del periódico "El País" de 2001.

Además hay que tener en cuenta la fuerte desigualdad en la distribución de la riqueza, siendo los habitantes de las áreas rurales y las mujeres los colectivos más discriminados.

Pero lo que no pueden recoger los fríos datos es la voluntad de superación de miles de ciudadanos, a pesar de tener en contra múltiples circunstancias, incluidas las actuaciones de gobiernos y organismos internacionales que no siempre tienen en cuenta los intereses de la mayoría.

Una pequeña muestra de esta voluntad de superación puede ser representada por las 153.708 personas que han sido atendidas por el Programa de Alfabetización y Educación Básica de Jóvenes y Adultos en Honduras (PRALEBAH) en sus cinco años de funcionamiento.

El PRALEBAH surge en 1997...

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