Novedades canónicas (1 enero - 31 diciembre 2006)

AutorJesús Bogarín Díaz
Cargo del AutorUniversidad de Huelva
Páginas251-327

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I Romano Pontífice
1.1. Alocuciones, mensajes y escritos de interés jurídico
A) De contenido canónico

- Discurso a los prelados auditores, defensores del vínculo y abogados de la Rota Romana (28 enero 2006). 1El tema del año 2006 fue el amor a la verdad. Comenzó recordando la instrucción Dignitas connubii, cuya mayor contribución dijo "consiste en indicar en qué medida y de qué modo deben aplicarse en las causas de nulidad matrimonial las normas contenidas en los cánones relativos al juicio contencioso ordinario". A continuación se refirió a la aparente contradicción entre el espíritu de las normas de la citada instrucción (que exige el cumplimiento de las formalidades jurídicas previstas) y la preocupaciónPage 252 de los padres sinodales en la asamblea general de 2005 por acelerar la regularización de la situación matrimonial de los fieles de manera que puedan acceder a la Eucaristía. Considera el Santo Padre que el planteamiento de esta pretendida contradicción obedece a una contraposición entre derecho y pastoral a la que ya respondió Juan Pablo II en su alocución a la Rota Romana de 1990. En esta ocasión Benedicto XVI desea subrayar que el punto de encuentro fundamental entre derecho y pastoral lo constituye el amor a la verdad, que desarrolla en dos observaciones.

La primera de ellas hace referencia a la naturaleza del proceso judicial en general. Este es un instrumento de la razón al servicio de la justicia y de la paz; en efecto, persigue que un tercero imparcial declare la verdad con objetividad, tempestividad y eficacia; por eso la Iglesia acogió este instrumento y -en la época medieval del Derecho Canónico clásico- lo perfeccionó notablemente. Se utiliza en la Iglesia cuando las partes, pese a que por poder disponer de la materia del pleito podrían haber llegado a un acuerdo, sin embargo no lo han conseguido; se les ofrece una solución de justicia que es adecuada y, aunque no sea suficiente, es un paso significativo hacia el amor. Pero además el proceso es usado también para resolver controversias sobre materias que exceden la capacidad de disponer de las partes, como es la declaración de nulidad matrimonial.

Precisamente la segunda observación versa sobre la búsqueda de la verdad en este tipo de procesos. En ellos se hace -argumenta el Pontífice- más cierto el que una parte no se dirige contra la otra como si fuera un agresor. En el caso del proceso de nulidad, "el destinatario de la solicitud de declaración es la Iglesia misma", que presume la validez del vínculo formalmente contraído. Por eso Benedicto XIV instituyó la figura del defensor del vínculo e hizo obligatoria su participación (constitución apostólica Dei miseratione, 3 noviembre 1741). Así se garantiza más la dialéctica procesal que está orientada a la verdad. Y otro aspecto de la cuestión en estos procesos lo constituye el valor pastoral de la verdad. Critica el Papa que por complacencia a las personas se diluya la búsqueda de la verdad y se convierta el proceso en la constatación de un fracaso conyugal, contribuyendo así a oscurecer el principio de indisolubilidad del matrimonio reafirmado ante la Rota Romana por Juan Pablo II en sus alocuciones de 2000 y 2002. Recomienda Benedicto XVI poner en práctica la sensibilidad pastoral en prevenir las nulidades antes de admitir a los novios al matrimonio y en ayudar a los cónyuges a resolver sus problemas y a reconciliarse, Page 253 mientras que en el propio proceso de nulidad esa pastoralidad debe llevar a salvaguardar la verdad y a aplicar las normas procesales previstas para protegerla, así como a esforzarse en que esa verdad sea declarada en tiempos razonables. AAS 98 (3 Februarii 2006) 135-138; Comm 38 (Junii 2006) 3-6; OR 3 febrero 2006, 55; Ecc n.3297, 18 febrero 2006, 234-236; texto y comentario de Juan Ignacio Bañares en Ius Canonicum 46, 2006, 299-306.

- Mensaje al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos con motivo de la sesión plenaria del dicasterio (24 abril 2006). El Papa se refirió a los cuatro temas tratados por la congregación. En primer lugar, sobre la "Instrucción para el desarrollo de la investigación diocesana en las causas de los santos" que está preparando el dicasterio, el Pontífice declaró que la instrucción pretende facilitar la aplicación de las Normae servandae de 1983 "para salvaguardar la seriedad de las investigaciones" y subrayó que no se puede iniciar una causa sin comprobar la fama de santidad, "aunque se trate de personas que se han distinguido por su coherencia evangélica y por particulares méritos eclesiales y sociales". En segundo lugar, sobre los milagros recordó que "constituyen la confirmación divina del juicio expresado por las autoridades eclesiásticas sobre su vida virtuosa" y que en el examen confluyen la competencia de los científicos (pues "la praxis ininterrumpida de la Iglesia establece la necesidad de un milagro físico y que no basta un milagro moral") y de los teólogos (que tienen la última palabra pues la teología es "la única capaz de dar del milagro una interpretación de fe"). En tercer lugar, sobre el martirio, aun admitiendo que los perseguidores intentan cada vez más ocultar su aversión a la fe cristiana, simulando razones de naturaleza política o social, sin embargo la prueba del martirio exige llegar a la certeza moral del odium fidei del perseguidor. En cuarto lugar, recordó su deseo de implicar más visiblemente a las Iglesias particulares en los ritos de beatificación. AAS 98 (2006) 397-401; Comm 38 (Decembris 2006) 163-160; OR 5 mayo 2006, 230; Ecc n.3309, 13 mayo 2006, 693-694.

- Discurso a los obispos de la Conferencia Episcopal de Ghana en visita ad limina (24 abril 2006). El Papa se refirió a dos sacramentos. De un lado dijo que "es esencial que la entera comunidad católica acentúe siempre la importancia de la unión monógama e indisoluble de hombre y mujer, consagrados en el matrimonio sagrado. Para los cristianos, las formas tradicionales de matrimonio nunca pueden sustituir el matrimonio sacramental". De otro lado, recalcó que el ministerio sacerdotal "nunca debe considerarse un modo de mejorar la propia categoría social o el nivel de vida". Page 254

- Discurso al primer grupo de obispos de Canadá en visita ad limina (11 mayo 2006). Advierte el Santo Padre que en un contexto de disminución del número de sacerdotes, el recurso a los laicos en la organización pastoral no debe "restar importancia al papel central del sacerdote, que in persona Christi capitis enseña, santifica y gobierna a la comunidad. El sacerdocio ministerial es indispensable para la existencia de una comunidad eclesial". OR 19 mayo 2006, 255; Ecc n.3317, 8 julio 2006...

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