Algunas notas sobre la organización del trabajo en Alemania
| Autor | Dr. Percy Barber |
| Cargo | Rechtsanwalt |
| Páginas | 324-342 |
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Origen de la economía, clasificada en profesiones. Todo trabajo humano sirve, en su origen, para la satisfacción de una necesidad concreta e inmediata. Con la formación de comunidades empieza el almacenaje, es decir, los hombres comienzan a "economizar", por lo que se entiende en relación con la ya citada "satisfacción de las necesidades" la recolección de productos de trabajo, es decir, la formación de capital y su adecuación para nuevo empleo. Otra consecuencia de la formación de comunidades que va paralela con el comienzo de la economía es la diferenciación del trabajo. Se forman distintas profesiones y oficios: por un lado, el aldeano; por otro, la burguesía, con sus múltiples divisiones, para referirnos solamente a estas dos categorías, ya que para nuestro trabajo no son necesarios más detalles sobre el origen y pormenores de la división del trabajo. Lo principal y el punto al que uno ha de atenerse es el siguiente: en el momento en que los hombres empiezan a trabajar con vistas a un futuro y dejan de vivir al día, originándose una economía que, como consecuencia de la división del trabajo, se divide entre distintas profesiones, se da la necesidad de ocuparse según un plan preconcebido; es decir, tiene que haber conformidad dentro de una economía, limitada territorial, políticamente o de otro modo cualquiera, sobré qué clase de trabajo ha de hacerse y por quién ha de ser hecho, ya que en otro caso, en vez de una actividad productiva que cubra las necesidades de todos y el empleo económico de los productos adquiridos por el trabajo, entra el caos, con las consecuencias consiguientes de superproducción, por un lado, y de falta de manos, por el otro. Con otras palabras: en una economíaPage 325 clasificada en profesiones (arbeitsgeteilte Wirtschaft) tiene que existir una organización del trabajo. Esta organización, que al principio en pequeñas comunidades económicas "cerradas" se regía casi automáticamente y sin necesidad de la intromisión de las autoridades, aumenta en importancia y extensión con el crecimiento de las comunidades económicas, con el desarrollo del comercio internacional, extendido más allá de las fronteras del Estado. Y con el desenvolvimiento continuado del comercio internacional, con una diferenciación progresiva del trabajo, con la invención de máquinas ante todo, que a los hombres les servían, al principio, como medios auxiliares, para, más tarde época de la racionalización, suplantar la energía humana, con todas esas complicaciones se origina la necesidad de hacer cada vez más vasta la organización del trabajo.
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Importancia de los gremios. En la Edad Media bastaron para realizar esta organización los gremios (Zünfte) : éstos eran las asociaciones de artesanos, bajo la inspección del soberano, en las que la entrada era forzosa. El objeto de los gremios consistía en cuidar de la formación de los aprendices y oficiales, así como del justo salario y dignas condiciones del trabajo, del mantenimiento de una calidad determinada de los productos y la conservación de una competencia leal. Pero los gremios tenían, además, en sus manos la admisión para los distintos oficios, de modo que pudiera ser impedida la superproducción y el paro forzoso. Aquí se ve que los gremios no se limitaban en organizar la actividad humana, es decir, el trabajo propiamente dicho según un plan determinado, sino que realizaron una organización de la economía en el sentido de la dirección de las energías productoras o fuerzas de trabajo en determinados oficios. Recordando en este lugar aun una vez que la economía representa una forma determinada de trabajo ya arriba precisado, se ve claramente que en nuestro tiempo, aún menos que en la Edad Media, es suficiente la organización del trabajo en sí mismo, sino que además, y en estrecha colaboración con la organización del trabajo, ha de ser organizada la economía. Claro que en Alemania, aun después de la desaparición de los gremios, condicionada por el crecimiento de la industria fabril y el desarrollo del comercio internacional, nunca ha faltado una organización del trabajo ni de la economía, como corresponde a un tan disciplinado pueblo y tan altamente dotado de aptitudes organizadoras. Pero al comienzo de este siglo, y principalmente en los decenios de la postguerra, han fra-Page 326casado las organizaciones hasta entonces existentes, fundadas en la diferencias de clases o bien en principios de una libertad total en la economía privada, porque no podían, sencillamente, preservar de grandes crisis la moderna economía y el sistema social, o bien encontrar una salida de ellas.
Para impedir las crisis económicas, la superproducción y la miseria del paro forzoso; en pocas palabras: para impedir la disminución del bienestar del pueblo, no tiene sentido alguno como ya Alemania lo ha experimentado en su propia cabeza estar aguardando un robustecimiento de la economía por medio del capital internacional o de una nueva organización de la economía mundial. El mérito del régimen nacionalsocialista y lo que más fundamentalmente diferencia la nueva organización alemana del trabajo y la dirección de la economía de las otras concepciones hasta ahora mantenidas sobre trabajo humano y economía, es que en toda energía humana reconoce una posibilidad latente de riqueza nacional, y según ese reconocimiento organiza todas las energías del trabajo, es decir, las utiliza. Trabajo dirigido economía dirigida, sin destruir por eso la iniciativa privada o la aspiración al éxito individual, es la clave para preservar a un pueblo de paro forzoso y la miseria, manteniendo a un tiempo el equilibrio de la economía y el trabajo constante para todos. Si llegara un día en que cada uno de los Estados hubiera puesto en orden su economía y dado trabajo digno y suficientemente recompensado a todos los ciudadanos, entonces podría pensarse en ordenar la economía mundial por una estrecha colaboración de todos los Estados.
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Derecho a trabajo como principio económico.-Utilizar totalmente y moviendo hasta el último y más insignificante de los ciudadanos todas las energías productoras existentes en un Estado, como el factor más valioso y constante de riqueza nacional, es como hemos visto lo nuevo en la concepción nacionalsocialista del trabajo y de la economía y lo que rompe con todas las otras concepciones y teorías hasta ahora existentes. De esta concepción se deduce que todo subdito de un Estado tiene, frente a la colectividad, la obligación de trabajar, es decir, de estar ocupado de un modo determinado según se le exijaPage 327 en el marco de una economía dirigida. La objeción de que de esa manera los individuos de un Estado pasan a ser, en cierto modo, como muñecos con los cuales la autoridad pública organiza y mantiene la economía sin consideración al individuo, a sus inclinaciones y facultades, esta objeción es rebatida por la proclamación del principio basado en el contenido ético del trabajo del derecho al trabajo. Todo individuo tiene derecho y este principio se ha hecho también fundamental en la organización del trabajo nacionalsocialista y en la dirección de su economía a ser formado según sus aptitudes y ser colocado según su rendimiento. Junto a este derecho al trabajo está el deber de trabajo como en correlación indispensable. Y de este derecho de cada ciudadano de encontrar siempre el trabajo correspondiente a sus aptitudes, se origina un ciclo que tiene por consecuencia una economía equilibrada por sí misma. Pues todo ciudadano tiene trabajo y, por consecuencia, también un ingreso regular y constante, por medio de este ingreso regular y constante de todos los ciudadanos se origina un consumo regulado de productos, y con eso una necesidad también regulada de los mismos. Por medio de la realización del derecho al trabajo, por tanto, se introduce no sólo un principio ético, sino al mismo tiempo el rendimiento máximo y constante de todas las fuerzas económicas utilizables. Con la proclamación del derecho al trabajo, la economía ha perdido su preponderancia, conseguida hasta entonces frente a toda otra manifestación de la vida humana. Hoy la economía sirve para colocar, por más allá de la satisfacción momentánea de las necesidades de todos los ciudadanos, medios y capitales disponibles para un nuevo trabajo productivo. Aquí se encierra el verdadero sentido de la economía y también la justificación del capitalismo, pero un capitalismo que no debe conducir jamás a que un grupo determinado de ciudadanos caiga bajo la dependencia de las clases acomodadas; pues el capitalista está obligado a colocar su capital, es decir, el producto de cualquier trabajo realizado en cualquier tiempo, para hacer posible nuevo trabajo productivo, un empleo que ha de ser regulado de acuerdo entre el Ministerio de Trabajo, Economía y Hacienda.
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La organización del trabajo y de la economía se compenetran. Al tratar de la organización del trabajo no puede, por tanto, ser dejado siempre a un lado sí bien antes se ha hecho, en vista de la correspondencia lógicamente condicionada entre trabajo y economía, la organización de ésta, sobre todo en lo que concierne a la estructuraciónPage 328 corporativa de la economía. En una comunidad ordenada en la que los miembros distintos no trabajan uno contra otro, sino en estrecha armonía, la política del trabajo y de la economía colaboran juntamente y tienen que resolver un gran número de problemas comunes. Esta reflexión ha sido tenida en cuenta en Alemania, de modo que tanto la estructuración orgánica de la política del...
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