La normalidad del holocausto

AutorElia Patricia Neri Guajardo
Páginas358-360

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Cuando se escuchan los testimonios de los sobrevivientes y se conocen sus historias, es imposible apartar la sorpresa, derivada de la experiencia vivida. Porque si se escucha con atención, es posible observar que la organización de la operación que debía haberlos llevado inevitablemente a la muerte, era impecable. Todo se encontraba perfectamente calculado, el Holocausto no podía haber sido sino un producto de la civilización moderna: racional, planificado, científico, coordinado y eficientemente administrado. En opinión de Bauman, el Holocausto fue en todos sus aspectos un logro extraordinario toda vez que :

«...destaca claramente sobre los episodios genocidas del pasado de la misma manera que la fábrica moderna sobresale sobre el taller de un artesano o la moderna explotación agrícola, con su maquinaria, abonos y pesticidas, es «superior» al cultivo de la tierra con caballo, azadón y fuerza física del antiguo campesino...».34La muestra de esta racionalidad, planificación y eficiencia administrativa, puede entenderse claramente si se analiza el evento conocido con el nombre

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de Kristallnach o la noche de los cristales rotos: Una muchedumbre azuzada por las autoridades atacó tiendas, casas y lugares de culto, aproximadamente 100 personas murieron. Este evento fue el único pogrom35 de importancia durante la Segunda Guerra mundial y el único que puede ser considerado como un acto de violencia tradicional contra los judíos. Si el trato de los nazis a aquellos, hubiera consistido únicamente en eventos comparables a la noche de los cristales rotos, se hubieran necesitado 200 años para lograr la eliminación física de aproximadamente 6 millones de seres humanos. Sin embargo, la violencia de la multitud tiene sus fundamentos en la emoción violenta, pero esta no puede mantenerse irremediablemente. El Estado alemán tenía muy claro que para lograr el asesinato sistemático que deseaba, tenía que cambiar las muchedumbres por la burocracia, el odio racial por la obediencia a la autoridad y debía ser llevado a cabo además, mediante una rutina organizada, sin espacio para la espontaneidad. Sólo la sociedad moderna en la que vivimos, tiene preparado el camino para los que cometen genocidios sistemáticos, fríos y exhaustivos, como Stalin y Hitler.36El genocidio planeado y realizado por el nazismo, es un genocidio con un objetivo bien delimitado, matar a los judíos y a los asociales, no es el fin previsto por el Estado alemán, sino el...

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