Nación, identidad nacional y globalizacion
Autor | Javier María Donézar Díez de Ulzurrun |
Cargo del Autor | Catedrático de Historia Contemporánea Universidad Autónoma de Madrid |
Páginas | 233-259 |
NACIÓN, IDENTIDAD NACIONAL
Y GLOBALIZACIÓN
Javier María Do n é z a R Dí E z D E uL z u R R u n
Catedrático de Historia Contemporánea
Universidad Autónoma de Madrid
Un nuevo fantasma, resalta F. Sa v a r i n o , parece andar suelto
por el mundo y tiene un nombre: volkgeist. Las palabras nación y
nacionalismo, protagonistas de los dos siglos pasados, han vuelto a
hacerse fuertes casi por necesidad en el mundo de la globalización
desaando a los que vaticinaban su desaparición. El derrumbe
de las ideologías, la evaporación de las utopías o la eliminación
de los límites espacio-temporales parecen no tener efectos en el
siempre poderoso llamado espíritu nacional.
La palabra «nación» continúa estando por todas partes aparen-
temente indicando libertad mientras el fenómeno nacionalista se
muestra con una intensidad que no se conocía desde las descoloni-
zaciones de los años sesenta; su fuerza real, sea cual fuere, queda di-
simulada por la ilusión semántica que convierte a todos los Estados
de hoy ocialmente en «naciones» (y miembros de las organizacio-
nes internacionales) incluso cuando es patente que no lo son.
Por otra parte, el concepto «nacionalismo» es tan heterogéneo
y tan ambiguo como el concepto de democracia, pero no por ello
deja de ser una realidad histórica. Muestra un dinamismo multi-
forme, cuenta con una enorme extensión geográca y conduce a
la identicación de elementos comunes como población, territo-
rio, etnia, historia, lengua, cultura, religión, clima y actividades
económicas entre otros. Existen algunas modalidades del nacio-
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nalismo donde todos estos elementos se pueden identicar, sin
embargo hay otras modalidades donde pocos de estos elementos
o uno solo identican a sus miembros.
En este mundo intercomunicado todos los movimientos de
liberación siguen queriendo ser movimientos de liberación «na-
cional», siendo las agitaciones «nacionales» las que perturban a
los Estados-nación más antiguos de la Europa occidental o a los
antiguos regímenes socialistas de la oriental. Hay luchas por los
derechos de los pueblos oprimidos, reivindicaciones regionales
buscando ser Estados o movilizaciones nacionales en contra de
la globalización. Y allí donde hay un conicto de ideologías o
de grupos sociales para derrotar a los contrincantes se apela a la
comunidad imaginaria «nacional» 1.
Para comprender el signicado de este renacimiento general
del nacionalismo es obligado situarlo en relación con el otro fe-
nómeno, aparentemente contradictorio, de la globalización homo-
geneizadora y destructora de toda dimensión local, y así llegar a
entender el sentido de su permanencia en la esfera de la política
y cultura contemporáneas.
I. EL FENÓMENO DE LA GLOBALIZACIÓN
Es de uso habitual llamar proceso de globalización al «empeque-
ñecimiento» del planeta —en sentido espacial y temporal— pro-
ducido por la extensión mundial del mercado, especialmente de
capitales, acompañada de la aparición de grandes corporaciones
nancieras e industriales. Tal proceso ha sido posible gracias al
desarrollo de grandes redes informáticas y multimedia —la lla-
mada «sociedad de la información», que escapa al control de las
instituciones que han solido regular estos ujos informativos— y
de la velocidad de circulación de tales ujos propiciada por el ace-
lerado cambio informático. Esto último es un aspecto sustantivo
de la globalización porque signica el establecimiento de circuitos
1 F. Sa v a r i n o , «Los retos del nacionalismo en el mundo de la globaliza-
ción», Rev. Convergencia, México, núm. 26 (2001), pp. 97-98. Vid. E. J. Ho b S b aw m ,
Naciones y nacionalismo desde 1780, Barcelona, 1990. También P. Ro d r í g u e z Ro-
j a S , «La globalización frente a los nacionalismos e identidades culturales», en
Rev. Aldea Mundo, Univ. de los Andes-Tachira (San Cristóbal, Venezuela), mayo-
octubre de 1998, pp. 54-55.
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