La Información Financiera pública: objetivos
| Autor | Jesús F. Santos Peñalver. Luis Gil Herrera |
2. LA INFORMACIÓN FINANCIERA PÚBLICA: OBJETIVOS
Analizar la utilidad de la información financiera emitida por las entidades públicas supone verificar si ésta alcanza los objetivos para los que se elabora, siendo los usuarios y destinatarios1 de esa información pieza clave en el proceso, ya que en definitiva, “la cobertura de las necesidades de los usuarios es el principal condicionante a la hora de establecer los objetivos de un sistema de información, por lo que los listados de objetivos y necesidades de los usuarios siempre tendrán que estar fuertemente correlacionados” (Montesinos 1993, pág. 691).
Identificados los posibles usuarios de la información financiera pública, así como cuáles son sus principales necesidades a satisfacer, es necesario determinar qué objetivos debe cumplir la contabilidad pública.
Tradicionalmente, la base de la contabilidad pública ha sido el presupuesto, y consecuentemente, también sus objetivos han sido fundamentalmente presupuestarios, esto es, de control de legalidad y rendición de cuentas. Así lo recoge Barea (1984, pág. 18) cuando señala que la finalidad exclusiva de la contabilidad pública tradicional era poner de manifiesto el desarrollo de la gestión del presupuesto para determinar el déficit o superávit, y, “delimitada por esta finalidad, la contabilidad pública se organizó con el objeto de llevar cuenta a cada uno de los conceptos presupuestarios, para poner de manifiesto, por un lado, la comparación entre créditos presupuestarios y los ingresos y gastos realizados por cuenta de aquellos, y por otro, el superávit o déficit existente como consecuencia de dichos ingresos y pagos”.
Actualmente, como se recoge en el documento nº1 de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE, 1994, pág. 29) “Principios contables públicos”, la Contabilidad Pública “ha ampliado considerablemente sus fines, superando su anterior carácter de mero registro de la ejecución de un presupuesto para recoger desde una perspectiva globalizadora todas las implicaciones económicas, financieras y patrimoniales de la actuación del sector público”.
Así, hoy en día, los objetivos de la contabilidad pública son contemplados en distintos textos legales, al igual que por organismos normalizadores nacionales e internacionales. Ejemplo de los primeros son la Ley General Presupuestaria (art. 124), el RD 324/1986 por el que se implanta en la Administración del Estado un nuevo sistema de información contable, las distintas Leyes de Hacienda de las Comunidades Autónomas, la Ley Reguladora de las Haciendas Locales (art. 186), la Instrucción de Contabilidad de la Administración Local (regla nº 10), etc…, pues en todos ellos se recogen los fines a los que, legalmente, debe servir la Contabilidad Pública.
Por su parte, la Intervención General del Estado (IGAE,1994, pág. 176-177), organismo normalizador de la Contabilidad Pública en España, recoge, en su Documento “Información económico-financiera pública”, como objetivo principal de la misma, reflejar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera, de la ejecución del presupuesto y de los resultados de la entidad a que se refiera. Y para ello, la información económico-financiera pública deberá mostrar:
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La situación patrimonial.
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Cuál es la necesidad o capacidad inmediata o mediata de liquidez.
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Cómo se ha ejecutado el Presupuesto, es decir, si los recursos fueron obtenidos y utilizados de acuerdo con el presupuesto legalmente aprobado.
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Los gastos y los ingresos económicos, y en que medida éstos han sido suficientes para cubrir aquellos y si en el futuro los ciudadanos deberán soportar cargas por servicios previamente administrados.
Además, dicha información contable deberá responder a las necesidades de los distintos...
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