Mutilación genital femenina: un análisis de las necesidades sociales y de los planteamientos políticos en España

AutorJuana María Serrano/Roberto Moreno/Santiago Gutiérrez
Páginas45-62

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1. Introducción

La mutilación genital femenina es una práctica milenaria muy arraigada en la tradición sociocultural de algunas etnias, fundamentalmente africanas y asiáticas, que supone un acto de violencia extrema contra las niñas y las mujeres. En las últimas décadas la comunidad internacional se ha manifestado en contra y parece

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estar sumando esfuerzos para erradicar este fenómeno, que, a causa de la emigración, se ha extendido a los cinco continentes.

Una de las primeras medidas asumidas por muchos Estados, ha sido declarar su prohibición. Sin embargo, como demuestra la experiencia de países como Sudán, donde la prohibición es de 1941 y su prevalencia actual es del 87%, o la Constitución de Guinea que lo hace en 2003 y mantiene una prevalencia del 97% (Ismail, De Dios y Gascón, 2015), no resulta eficaz si la prohibición no va acompañada de otros instrumentos que aborden las distintas concepciones que las sostienen.

La complejidad que entraña esta práctica por sus consecuencias físicas, psicológicas, emocionales, sexuales, reproductivas y sociales, requieren instrumentos que tengan en cuenta las necesidades de las niñas y de las mujeres. En este capítulo, además de presentar un estudio estadístico sobre la población originaria de los países que mantienen la tradición que se encuentran viviendo en España, un breve marco teórico sobre la mutilación y las necesidades básicas asociadas a quienes son víctimas de esta práctica, se presentan y se analizan aquellos protocolos desarrollados por algunas comunidades autónomas que, a priori, plantean el trabajo desde una perspectiva integral.

El trabajo que presentamos tiene su origen en el Proyecto Europeo de investigación AFTER Against FGM/C Through Empowerment and Rejection financiado dentro del Programa Daphne de la Comisión de Justicia de la UE.

2. Concepto y causas de mutilación genital femenina (MGF) La MGF en España

La mutilación genital femenina es una grave violación de los derechos humanos tal y como se reconoce internacionalmente. Consiste en la extirpación total o parcial de los órganos genitales femeninos de manera intencional y por motivos no médicos (OMS, 2016). Es, por tanto, un caso de violencia extrema contra la mujer que repercute en su salud física, sexual, psicológica y emocional.

Tiene unos orígenes difusos y remotos, pues se han encontrado algunas evidencias de esta práctica en el antiguo Egipto y ha perdurado hasta nuestros días como una tradición vinculada a ciertas etnias originarias de áfrica y Asia. Hoy, como consecuencia de los movimientos migratorios ha alcanzado una dimensión global y se estima que hay 200 millones de niñas y mujeres mutiladas en el mundo (UNICEF, 2016).

Esta práctica comprende varios tipos (OMS, 2016) por lo que es más correcto hablar en plural de mutilaciones genitales femeninas (MGF en adelante):

• Tipo I, o clitoridectomía, que supone la extirpación total del glande del clítoris Ia, o parcial del clítoris Ib.

• Tipo II, o escisión, que afecta a los labios menores. Los labios se pueden extirpar de forma total o parcial, subtipo IIa, extirpar los labios menores y el clítoris, IIb o incluso añadir algún tipo de corte a los labios mayores, IIc.

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• Tipo III, o infibulación, que es una extirpación más amplia donde además del corte que puede afectar, o no, al clítoris, se practica una sutura para estrechar la apertura vaginal. En el subtipo IIIa se cortan y suturan los labios menores y el subtipo IIIb que se aplica el procedimiento a los labios mayores. Se deja una pequeña abertura para el paso de la orina y el flujo menstrual, y con ella se pretende preservar la virginidad de la mujer y evitar su posible promiscuidad.

• Tipo IV comprende un amplio abanico de prácticas difíciles de clasificar. Pero en cualquier caso se trata de procedimientos lesivos de los genitales externos con fines no médicos, tales como la perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.

Se ha de destacar que en todos los supuestos descritos, se corta una parte sana y funcional del cuerpo femenino lo que supone un atentado contra la integridad física, psíquica y emocional de las niñas y las mujeres (Kaplan, 2006). La edad en la que se practica puede ir desde las primeras semanas después del nacimiento al momento antes de contraer matrimonio. Lo más habitual es que tenga lugar entre los 5 y 14 años, pero se está detectando un aumento de niñas mutiladas antes de los 5 años para evitar su resistencia y los problemas legales en aquellos lugares donde está prohibida. También parece que el riesgo está aumentado en la franja 14-18, cuando los padres emigrados a envían a sus hijas a sus países de origen para que sea mutilada, requisito necesario para casarse (Kaplan, 2015).

Las MGF son un signo de pertenencia al grupo que, para muchas culturas, constituye un rito de paso a la edad adulta, un requisito para que la niña pueda ser considerada una mujer plenamente, ser aceptada y participar de la vida adulta. Se sustentan en creencias religiosas, sociales, psicológicas, sanitarias y sexuales. Por ejemplo, se cree falsamente que es un precepto del Corán que en realidad no existe, que facilita la fertilidad, que previene la mortalidad infantil, que preserva la virginidad y evita la promiscuidad, además se asocia con la limpieza espiritual y la necesaria purificación de la mujer.

Las consecuencias, son numerosas y afectan a todos los planos de la vida de las niñas y las mujeres. Dependen, además del tipo de mutilación practicada en una zona profusamente vascularizada e inervada, de:

— Las condiciones en que se practica, en muchas ocasiones los utensilios se reducen a la tapa de una lata, unas tijeras, cristales o cuchillas, no siempre bien afilados, sin esterilizar. Para coser en caso de infibulación, a veces espinas de acacia o alambre, y como antisépticos y cicatrizantes cenizas o ungüentos preparados a base de hierbas o estiércol.

— La habilidad de la persona que la realiza, normalmente la responsable es la partera, o una mujer mayor que goza de reconocimiento pero que no tienen conocimientos médicos.

Los daños son múltiples y se prolongan a lo largo de la vida. Puede producir la muerte de la niña en el momento en que se realiza, en los días posteriores, por complicaciones durante el parto o a consecuencia de alguna infección contraída como hepatitis o VIH. Puede producir infecciones crónicas en las vías urinarias y

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genitales, dificultades en la micción, trastornos renales, cálculos en vejiga y uretra, fístulas, fibrosis, falta de elasticidad, fuertes dolores, anemias crónicas, shock traumático, depresión, etc. (Ismail, De Dios y Gascón, 2015 y Kaplan, 2006).

Pero no practicar la mutilación puede condenar a la niña, a la mujer y, por extensión a su familia, a la exclusión en unas sociedades donde los lazos comunitarios son fundamentales para la supervivencia.

3. Análisis estadístico

Para contextualizar las necesidades de las mujeres en riesgo de MGF en España es necesario analizar la población inmigrante en España y en Europa proveniente de países donde se produce esta práctica cultural y que según UNICEF (2016) establece en 30 países: Somalia, Guinea, Yibuti, Sierra Leona, Mali, Egipto, Sudán, Eritrea, Burkina Fasso, Gambia, Etiopía, Mauritania, Liberia, Guinea-Bissau, Chad, Costa de Marfil, Nigeria, Senegal, República Centro Africana, Kenia, Yemen, Tanzania, Benín, Irak, Indonesia, Togo, Ghana, Níger, Uganda y Camerún. La preocupación por este tema en Europa ha ido en aumento por el creciente número de población inmigrante proveniente de estas zonas. Es una realidad nueva para que obliga a dar una respuesta para tratar de erradicar esta práctica no solo en la zona de la UE sino, en la medida de lo posible, también en las zonas de origen.

Los datos que hemos analizado debemos tomarlos con cierta precaución ya que varían en función de la fuente de donde se tomen, o en función de los criterios de selección que se escojan. Con el tiempo estas comunidades se han ido asentando y arraigando en Europa y hoy hay un volumen significativo de segundas generaciones. Entre ellas hay personas que pueden tener ya alguna de las nacionalidades europeas, por lo que resulta complicado detectar con exactitud el número real de población, sobre todo cuando hablamos de menores. Este hecho nos lleva a considerar que los datos oficiales no logran reflejar totalmente la situación real.

3.1. Situación en España

La MGF en España es consecuencia del aumento progresivo de migrantes procedentes de los países que mantienen esta práctica a partir de las décadas de los 70 y los 80 y que experimenta un incremento exponencial con el nuevo siglo. Al crecimiento continuo de esta población se ha sumado el fenómeno de las segundas generaciones ya nacidas en España. Los primeros casos de MGF fueron detectados por personal médico al realizar exploraciones rutinarias a las mujeres en consulta, y en los años 90 se denunció algún caso de niñas que habían sido mutiladas en Cataluña y Baleares (Kaplan, 2015).

Para extraer los datos estadísticos se ha utilizado la fuente del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los criterios de búsqueda han sido personas resi-

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dentes en España, pero nacidas en alguno de los 30 países recogidos por UNICEF (2016) donde...

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