En la muerte del profesor don juan manzano (1911-2004)

AutorMiguel Ángel González de San Segundo
Páginas957-961

    En la muerte del profesor don juan manzano (1911-2004)

Page 957

Cuando el presente volumen del Anuario se encontraba ya en la imprenta, he recibido el muy honroso pero también muy triste encargo de escribir, para estas páginas de los historiadores del derecho, algunas palabras con motivo del fallecimiento de don Juan Manzano, que ha ocurrido en Madrid el día 9 de julio de 2004. Esta nota necrológica -sentida y sincera, pero necesariamente breve y también un tanto apresurada, dadas las circunstancias en las que se redacta, y que, además, habría deseado no escribir nunca- responde por mi parte, sobre todo, a lo que considero el cumplimiento de un elemental deber de gratitud en relación con la persona de quien, hace ya un tercio de siglo, me inició en las tareas de la docencia y de la investigación histórico-jurídica.

El profesor Manzano, en aquella Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid a la cual he de volver a referirme en seguida, era para algunos de nosotros únicamente "don Juan" (aunque él sabía entonces que yo he tenido también otro "don Juan" entre mis devociones más queridas), y estoy seguro de que, para los mismos, seguirá siendo únicamente "don Juan" de ahora en adelante, y ya para siempre. La noticia de su muerte, que para mí resulta penosísima, me ha llegado de repente hasta Zaragoza, sin darme ni siquiera la oportunidad de intentar una última visita o de hacer, al menos, una simple llamada de teléfono. Siempre lamentaré no haber tenido ocasión para ello. La discreción característica de la vida de don Juan Manzano -de su larga y fructífera vida; una vida de estudio, de trabajo y de familia- se ha mantenido hasta su conclusión material. Creo que ahora es el tiempo de dejar que la ausencia se transforme en recuerdo, y voy a tratar de hacerlo.

Juan Manzano y Manzano, nacido en Madrid el día 31 de octubre de 1911, cursó los estudios de la licenciatura en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, de la cual sería después catedrático, durante más de veinte años, así como también, en este caso muy brevemente, rector de la propia Universidad hispalense. Una vez licenciado en Derecho, siguió a continuación los estudios del doctorado en la Universidad de Madrid, o Universidad Central, en la que fue discípulo de don Rafael Altamira, a quien Manzano siempre se referiría en sus escritos, años más tarde, con expresiones tan afectuosas como "el entrañable maestro" o "nuestro querido e inolvidable maestro", y en cuya cátedra de Historia de las Instituciones políticas y civiles de América, que era entonces una de las cátedras del doctorado en las Facultades de Derecho y de Filosofía y Letras, ejerció -tanto en presencia como en ausencia de Altamira- la plaza de profesor ayudante, o profesor auxiliar, hasta el año 1936, cuando la guerra civil española iniciada entonces iba a interrumpir y a modificar tantas cosas. En esa etapa de formación académica anterior a la guerra, atraído y orientado por el maestro Altamira hacia los estudios histórico-jurídicos americanistas, su tesis doctoral tuvo como objeto el estudio de Las "Notas" a las Leyes de Indias de Manuel José de Ayala, y sería publicada en 1935, con prólogo del propio Rafael Altamira.

Muy poco tiempo después de terminar la guerra civil, don Juan Manzano ganó por oposición, en 1940, la plaza de catedrático de Historia del Derecho, o de Historia del Derecho español, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Creo que es sabido por muchos que tomó posesión de dicha cátedra previo aquel significativo acto de gene- rosidad personal con el catedrático anterior que probablemente habrá quienes recuerden todavía, y permaneció al frente de la misma hasta su traslado a la Universidad de Madrid, veintitrés o veinticuatro años después.

El inicio de ese dilatado período sevillano del profesor Manzano, de investigación y de docencia universitaria de las asignaturas histórico-jurídicas, iba a coincidir allí con un gran auge de los estudios históricos americanistas, en general. Cabe recordar, al respecto, Page 958 la sección investigadora que el Instituto de Historia de América "Gonzalo Fernández de Oviedo", del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, tenía establecida en la ciudad de Sevilla, así como la creación de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos, de la Facultad de Filosofía y Letras, en el año 1942, y también de la Universidad Hispanoamericana de Santa María de la Rábida en el siguiente año 1943, y el establecimiento de la...

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