La movilidad laboral desde una perspectiva empresarial

AutorMaría Ángeles Pérez Corrales
CargoSubdirectora General Adjunta de Análisis Evaluación Estadística de la D.G. de Fondos Comunitarios y Financiación Territorial. Ministerio de Hacienda.
Páginas55-67

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La movilidad laboral desde una perspectiva empresarial

MARÍA ÁNGELES PÉREZ CORRALES

Uno de los aspectos más interesantes y desconocidos del mercado de trabajo es el análisis de la movilidad laboral. Las acepciones y perspectivas desde las que puede estudiarse dicho concepto son tan variadas que a pesar del amplio elenco de fuentes estadísticas de empleo disponibles subsisten importantes lagunas informativas. Las estimaciones obtenidas de la Encuesta de Coyuntura Laboral (ECL), disponibles para el cuatrienio 1998-2001, aportan en este sentido novedosos indicadores de los flujos brutos de entradas y salidas en los puestos de trabajo que permiten cubrir, al menos parcialmente, esta demanda de información. Sus resultados ponen de manifiesto el dinamismo del mercado de trabajo existente en nuestro país.

La estructura de este documento es la siguiente. En primer lugar se delimita el concepto de movilidad laboral que será objeto de análisis. En segundo término se describen, sintéticamente, los aspectos metodológicos esenciales de la fuente de datos utilizada: Encuesta de Coyuntura Laboral, y, en particular, los métodos utilizados para la estimación de la movilidad laboral. Seguidamente se realiza un breve análisis de los principales resultados obtenidos para el último cuatrienio.

  1. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO. FLUJOS BRUTOS DE MOVILIDAD

    Resulta obligado comenzar describiendo el concepto de movilidad investigado por la ECL, máxime si consideramos el volumen de fenómenos diferentes que se suelen acoger a este término. La encuesta estima flujos trimestrales brutos de entradas y salidas en los centros de su ámbito de investigación, distinguiendo según sea su carácter externo, altas y bajas laborales, o interno, modificaciones de contrato. Al tratarse de flujos brutos comprenden tanto los derivados de la creación o destrucción de puestos de trabajo, como aquellos debidos a la rotación de individuos en puestos de trabajo que ya existían con anterioridad al inicio del trimestre y que subsisten al final del mismo.

    La investigación de las modificaciones de contrato es uno de los aspectos más novedosos de la encuesta. Su pormenorizado análisis de los flujos internos, derivado de la casuística especial de nuestro mercado de trabajo, diferencia esta investigación de las existentes en los pocos países que abordan el estudio de los flujos brutos de puestos de trabajo 1.

    Subdirectora General Adjunta de Análisis Evaluación y Estadística de la D.G. de Fondos Comunitarios y Financiación Territorial. Ministerio de Hacienda.

    1 Señalemos como experiencias más relevantes la francesa, la portuguesa y la norteamericana. El primero de los casos, pionero en este tipo de investigaciones, estima los flujos brutos en puestos de trabajo a través de una estadística administrativa que registra los movi-

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    Por lo que se refiere a los flujos externos, la información relativa a las altas y a las bajas estimada por la encuesta se corresponde con las nuevas contrataciones de efectivos laborales y salidas del centro de los mismos producidas durante el trimestre de referencia. Las altas pueden producirse en puestos de trabajo de nueva creación o en puestos de trabajo que existían con anterioridad en el centro. Del mismo modo, una baja laboral no conlleva necesariamente la desaparición del puesto de trabajo que ocupaba el asalariado que la causa.

    No existe, por tanto, una equivalencia entre las altas laborales, entradas en las empresas, y la creación de empleo. Del mismo modo que no existe entre las bajas laborales y la destrucción del puesto de trabajo en el que se produzcan. La movilidad externa estimada por la encuesta engloba, por tanto, sin que sea posible diferenciarlos, dos fenómenos bien distintos: la creación o destrucción de puestos de trabajo y la rotación laboral 2. Este hecho tiene importantes consecuencias en la interpretación de los resultados. Mientras la parte de la movilidad debida a la creación o destrucción de puestos de trabajo sólo depende de la voluntad del empresario, el resto de los movimientos externos observados, lo que hemos denominado rotación en puestos de trabajo, puede producirse bien por la voluntad del empresario o bien por iniciativa del trabajador. Por ello, una movilidad elevada no debe identificarse necesariamente con un mal comportamiento del mercado de trabajo. Los movimientos voluntarios de los trabajadores, debemos suponer que realizados con la finalidad de mejorar su situación, están incluidos en ella.

    Hay que señalar que los movimientos brutos externos estimados por la encuesta son movimientos observados desde el punto de vista de la empresa y no del individuo. Como consecuencia, no aportan información relativa a la situación inicial o final respecto a la actividad económica del individuo que los produce. Esto es, pueden corresponderse a situaciones iniciales o finales del individuo de ocupación, inactividad o paro. Una parte de las entradas observadas puede deberse al cambio de empresa de un trabajador, procediendo por tanto estos individuos de la ocupación, sin que esta fuente permita diferenciarlas de aquellas entradas que supongan para el individuo un cambio en su situación respecto a la actividad económica. De forma análoga, las salidas de las empresas o bajas laborales no deben identificarse con situaciones finales de paro o inactividad, hecho imposible de estimar a partir de los datos de la encuesta 3.

    mientos de mano de obra y ofrece información de la causa de los mismos, siendo la mayor de sus restricciones que únicamente investiga establecimientos de más de 50 asalariados. El caso portugués, más cercano al nuestro, investiga la movilidad bruta a través de una encuesta por muestreo dirigida a asalariados en establecimientos de cualquier tamaño, y obtiene estimaciones separadas de creación y destrucción de empleo. Por último, Estados Unidos ha abordado recientemente el análisis de los flujos brutos de entradas y salidas de las empresas a través de una encuesta por muestreo, JOLTS, cuyos primeros resultados se difundirán a finales de 2002.

  2. En 1990, Davis y Haltiwanger desarrollaron un método de estimación de la creación y destrucción de puestos de trabajo. Consiste básicamente en considerar creación de puestos la suma de los saldos positivos observados en las empresas en expansión y destrucción la suma de los saldos negativos observados en empresas en recesión. El método, excelente en la medida en que permite obtener una estimación de la creación y destrucción de puestos de trabajo partiendo únicamente del microdato de empleo en las empresas en dos periodos determinados, ofrece buenos resultados por características de la empresa. Presenta como limitaciones la exclusión de la estimación de la creación y destrucción de empleo en empresas con saldo nulo y su sensibilidad

    a la amplitud del periodo de referencia en que se aplique. Esta metodología ha dado origen a múltiples trabajos en la literatura internacional, y ha sido aplicada con gran seriedad en España por Dolado y Gómez (1995), y por Malo y Serrano (1997).

    3 Para analizar este aspecto de la movilidad ha de acudirse a otras fuentes, siendo desde luego la Encuesta de Población Activa la que presenta mayores posibilidades. Puede consultarse como excelente muestra de ello el trabajo de Toharia (1998).

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    Por lo que respecta a los movimientos trimestrales internos de los efectivos laborales que ya pertenecían al centro, las modificaciones de contrato, estos son estimados por la encuesta de forma independiente, y clasificados según el contrato en el que se produce el alta y la baja, respectivamente. Parece bastante claro en este caso que no se corresponden con creación ni con destrucción del puesto de trabajo, sino con una variación de las características y, en general, de la calidad del puesto. Del mismo modo, hay que hacer notar que en este movimiento la situación respecto a la actividad económica del individuo es inequívoca, se produce desde y hacia la situación de ocupado.

  3. DESCRIPCIÓN DE LA FUENTE

    La Encuesta de Coyuntura Laboral, implantada en 1990 4, es una investigación por muestreo dirigida cada trimestre a una muestra de 12.000 centros del sector no agrario. Su principal objetivo es obtener estimaciones de diversos aspectos coyunturales del mercado de trabajo desde la óptica empresarial. Para ello, trimestralmente, se recoge información relativa a los efectivos laborales y sus características, la movilidad laboral y sus componentes, la jornada laboral, las horas no trabajadas y las extraordinarias, y las opiniones de los empresarios respecto a la evolución de empleo a corto y a medio plazo.

    Adicionalmente, con periodicidad anual, se investigan otros aspectos complementarios del mercado laboral a través de un módulo cuyo contenido es variable. En los últimos años este módulo ha permitido obtener información sobre aspectos tales como la forma en que organizan las empresas las actividades preventivas de riesgos laborales, las medidas que adoptarían ante un aumento de la demanda, los cauces utilizados para cubrir sus puestos de trabajo, los factores que suponen mayor obstáculo a la decisión de realizar nuevas contrataciones o la disponibilidad de nuevas tecnologías de la información y de la comunicación en sus centros. En este sentido la encuesta se consolida como un observatorio continuo de empresas.

    La encuesta se dirige a centros con asalariados afiliados al Régimen General de la Seguridad Social y al Régimen Especial del Carbón de todo el territorio nacional, con excepción de Ceuta y Melilla. Se investigan centros de cualquier tamaño en los que la actividad económica principal desarrollada sea no agraria, excluyéndose de su ámbito sectorial la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social, Organismos territoriales y Organizaciones religiosas.

    El diseño muestral contempla las siguientes características del centro: su ubicación geográfica, su tamaño, su actividad económica y el tipo de evolución trimestral de empleo en el centro. Las tres primeras variables han sido utilizadas como variables de estratificación, delimitándose los conjuntos homogéneos por la comunidad autónoma, nueve tramos de tamaño del centro y, para aquellos de menos de 250 trabajadores, determinadas agrupaciones de actividad económica. Éstas se establecieron atendiendo a las características especiales de cada comunidad autónoma y tramo de tamaño y son, por tanto, diferentes en cada uno de estos cruces. El total de estratos generados de esta forma fue de 650.

    Por lo que se refiere a las características de los centros respecto a la evolución trimestral del empleo, esta variable interviene en la fase de selección y de renovación de la muestra. El objetivo es dotar a la misma de representatividad por grupos que resultan esenciales para estimar la movilidad laboral: centros nuevos, centros en expansión, estables o en

    4 La metodología ECL fue modificada sustancialmente en 1997. Los objetivos esenciales fueron: incluir en su ámbito de investigación los centros de 1 a 5 trabajadores, contemplar la actividad económica como variable de estratificación y mejorar las estimaciones de movilidad laboral, incorporando un reequilibrio por tipo de evolución del centro.

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    recesión. Para ello se realiza un reequilibrio trimestral de las unidades muestrales de cada una de estas características.

    2.1. Método de estimación de la movilidad laboral

    Los movimientos laborales, objetivo esencial de la encuesta, presentan grandes problemas en su estimación por motivos diversos. Podríamos señalar como esenciales, por una parte, la necesidad de garantizar trimestralmente una muestra representativa de los movimientos y, por otra, sus altos errores de muestreo. A lo anterior ha de añadirse el elevado coste de depuración de estas rúbricas, en las que resulta esencial la coherencia intertrimestral. Pero incluso si se dispone de estimaciones de cierta calidad aparece un nuevo problema: los saldos de movilidad son un indicador de la variación de empleo intertrimestral, que no coincidirá algebraicamente con el saldo intertrimestral de efectivos laborales obtenido de la encuesta 5.

    Con objeto de evitar la incoherencia algebraica entre los saldos estimados por movilidad y por efectivos laborales, se optó por obtener de forma directa tres de las cuatro variables implicadas. Así, los estimadores utilizados para las variables relativas a la movilidad laboral, al igual que los utilizados para los efectivos, son estimadores de expansión para muestreo estratificado, con la única excepción de las bajas de efectivos laborales. Estas últimas se estiman por diferencia entre las altas estimadas en un trimestre y la variación de empleo observada por la propia encuesta entre dos trimestres consecutivos 6.

    Los subgrupos en los que se realizan estas diferencias se delimitaron por el cruce de cada una de las comunidades autónomas y de los sectores de actividad económica investigados 7. En cada uno de ellos se realizan estimaciones independientes para cada sexo y tipo de contrato.

  4. PRINCIPALES RESULTADOS DEL PERIODO 19982001

    Los flujos brutos de movilidad estimados por la ECL y difundidos para el periodo 19982001, proporcionan información sobre los movimientos laborales clasificados por sexo, tipo de contrato, comunidad autónoma y sector de actividad económica 8. Los resultados se presentan tanto en valores absolutos como en tasas respecto a los efectivos laborales de partida, esto es, a los existentes al inicio del mismo. Las tasas pueden considerarse un indicador de la probabilidad de que se produzca un movimiento laboral en un determinado colectivo. A continuación realizaremos un recorrido por los principales resultados obtenidos para el periodo citado.

    La tasa media de movilidad trimestral externa, elaborada como semisuma de las tasas correspondientes a altas y a bajas laborales, se ha situado en el periodo analizado en el 17.8%. Como se verá con detalle más adelante, esta tasa ha convivido a lo largo del

    5 En ausencia de errores de contenido coincidirían de forma estadísticamente significativa, pero no pueden evitarse los errores debidos al muestreo.

    6 Cuando se trata de estimaciones de bajas por tipo de contrato, se introducen en la fórmula los saldos observados por modificación de contrato en la modalidad de que se trate.

    7 La restricción a estos subgrupos se explica por varios motivos. Destaquemos por una parte que la estimación por diferencias perderá calidad al aumentar el error de muestreo en los conjuntos en los que se realice. Por otra, la exclusión del tamaño del centro se deriva de la imposibilidad de delimitar de forma inequívoca el tramo de tamaño según el cual establecer las diferencias. Podría utilizarse el de partida, trimestre anterior, el de destino, trimestre actual o un tramo de tamaño medio del centro en el trimestre en el que se analiza la movilidad, pero en ninguno de los tres casos existen criterios que permitan imponer una igualdad algebraica entre saldos.

    8 Su detalle puede consultarse entre otros en la publicación monográfica trimestral de la encuesta.

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    cuatrienio 1998-2001 con importantes incrementos de empleo. La componente interna de la movilidad, las modificaciones de contrato, presentó una tasa media trimestral del 1.4%, lo que indica que un 7% de los movimientos se debieron a la misma. A pesar del escaso peso relativo de esta figura, su repercusión en la evolución de los efectivos laborales por tipo de contrato ha sido determinante.

    3.1. Movilidad externa. Altas y bajas laborales

    3.1.1. Intensidad en diferentes colectivos

    Nos centraremos en primer lugar en valorar la intensidad de la movilidad laboral externa en los distintos colectivos para los que la ECL proporciona información. Para ello utilizaremos las tasas medias trimestrales correspondientes al conjunto del periodo 1998-2001 reflejadas en el cuadro 1. La primera conclusión será la existencia de grandes diferencias en la movilidad externa, ya se trate de colectivos delimitados por características personales o por las correspondientes al centro en el que se ubica el puesto de trabajo.

    Así, por sexo, frente a una tasa media de movilidad externa del 16.6% para los varones, la correspondiente al colectivo femenino alcanza el 20%. Sin duda el factor más determinante de la intensidad de la movilidad laboral es el tipo de contrato, registrándose en el periodo analizado unas tasas medias de movilidad trimestral externa del 3.7% para el colectivo de los indefinidos frente al 42% registrado en aquellos que tienen un contrato de duración determinada 9.

    El sector de actividad económica que presenta menores tasas trimestrales de movilidad es el industrial, 10.6%, seguido del sector servicios con un 19%, tomándose los valores más altos de movilidad en la construcción, donde ésta se sitúa por término medio en el

    26.1%. También las comunidades autónomas en las que se encuentre ubicado el centro de trabajo resultan determinantes a la hora de identificar la intensidad con la que se producen los movimientos. Así, podemos hablar de un grupo de comunidades con una intensidad alta de flujos brutos externos, entre las que se encuentran Andalucía, Baleares, Canarias, Extremadura y Murcia, situándose en el otro extremo, en el que se registran las tasas más bajas, Castilla y León, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.

    Una de las cuestiones que se plantean ante la disponibilidad de resultados de movilidad laboral es la posible relación de su intensidad en los diferentes colectivos con la evolución del empleo en los mismos 10. Pues bien, si analizamos las tasas medias de movilidad para el conjunto de los cuatro años disponibles por sexo, sector de actividad económica y comunidad autónoma, nos encontramos con que aquellos colectivos que presentaron valores de movilidad superiores a la media fueron precisamente los que registraron incrementos de empleo en el periodo superiores al observado para el total nacional. Análogamente, los menores incrementos de empleo se produjeron en aquellos colectivos con menores tasas de movilidad 11. Esta pauta se observa no sólo para las tasas de movilidad externa media, sino para cada una de sus componentes: las altas y las bajas. Las excepciones son muy pocas y se producen en comunidades

    9 No obstante, no es posible llegar a conclusiones finales por tipo de contrato sin considerar los flujos internos, las modificaciones de contrato, que serán objeto de análisis posterior.

    10 Para interpretar correctamente los datos, que pueden resultar sorprendentes, ha de recordarse que el periodo analizado, 1998-2001, ha sido un periodo de continuo crecimiento de empleo. Al no disponer de una serie más amplia no es posible emitir un juicio respecto al comportamiento de la movilidad en periodos de recesión.

    11 Estos resultados son idénticos si se considera también la componente interna de la movilidad laboral, las modificaciones de contrato.

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    que no tienen características comunes respecto a la movilidad laboral: Aragón, Cantabria, Valencia, Madrid y La Rioja.

    Esta evidencia de la fuerte relación, en el periodo analizado, entre tasas de movilidad superiores a la media y crecimientos de empleo superiores al total nacional, no permite establecer una relación biunívoca entre la magnitud del incremento de empleo en los diferentes colectivos y la de sus tasas de movilidad. No obstante, resulta interesante observar el comportamiento por sector de actividad. La construcción, sector donde la movilidad media toma su máximo, ha experimentado en los últimos cuatro años un crecimiento neto de empleo según la ECL del

    60.4% 12; los servicios, donde la movilidad alcanzó los valores mínimos, registraron un incremento cuatrienal de efectivos laborales del 7.8%.

    No se ha incluido en este análisis el tipo de contrato debido a la importancia de los movimientos internos para explicar los incrementos netos de empleo tanto de carácter indefinido como temporal. En todo caso son, desde luego, una clara excepción a la regla descrita, algo que en este caso fortalece la bondad de las conclusiones. Así, a pesar de que la tasa trimestral de movimientos externos en puestos de trabajo de carácter temporal alcanza en el periodo una media del 42%, el incremento neto de puestos de estas características fue muy inferior a la media, 21.7%. Frente a ello, la escasa movilidad externa en los puestos de empleo de trabajo de carácter indefinido, 3.7% ha sido compatible con un fortísimo incremento neto de los puestos de trabajo ocupados por indefinidos, cifrado para el cuatrienio analizado en el 30.6%.

    3.1.2. Evolución

    La evolución de las tasas de movilidad externa a lo largo del periodo ha sido, en términos generales, la siguiente: se produce un crecimiento de las mismas en el periodo 19982000 para descender prácticamente en todos los colectivos en el año 2001. Las excepciones a esta regla son las siguientes. Por una parte el sector de la construcción y la comunidad autónoma de Andalucía, en los que los primeros indicios de descenso de la movilidad relativa se presentan en el año 2000. Por otra, cinco comunidades autónomas en las que la movilidad laboral continuó su ascenso hasta 2001: Asturias, Castilla la Mancha, Castilla y León, Murcia y País Vasco. Los comportamientos descritos se producen tanto en las altas como en las bajas.

    Al igual que hicimos con la intensidad de la movilidad en los diferentes colectivos, cabe preguntarse si existe una clara relación entre la evolución interanual de la movilidad y la de los efectivos laborales. No hay conclusiones claras en este sentido. Los crecimientos interanuales de movilidad observados en 1999 y 2000, se corresponden en un caso con estabilidad en la evolución de las tasas de variación de empleo y en otro con un descenso de las mismas. En 2001 se observan simultáneamente descensos interanuales en la movilidad e importantes disminuciones en la magnitud de incremento de empleo respecto a 2000. Así pues, no parece que una determinada evolución de las tasas de movilidad pueda, con el corto periodo disponible, interpretarse como un fenómeno negativo respecto a la evolución neta de empleo.

    3.1.3. Perfil estacional

    Aunque pueda resultar prematuro realizar un análisis del perfil estacional de la movilidad laboral externa, la estabilidad del comportamiento por trimestres en los cuatro años disponibles anima a realizar una primera interpretación. Para ello, partiendo de las tasas trimestrales de movilidad externa, se han elaborado los índices estacionales que se recogen en el cuadro 2. Los resultados

    12 Final de 2001 respecto a final de 1997.

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    indican que la mayor probabilidad de que se produzca un movimiento laboral externo en un puesto de trabajo se registra en el tercer trimestre de cada año, comportamiento que afecta tanto a las altas como a las bajas laborales. Los aspectos diferenciales entre las mismas son los siguientes. Mientras las altas laborales se concentran en los trimestres centrales de cada año, las bajas laborales se producen con más frecuencia en los trimestres siguientes a los máximos de las altas, esto es, en el segundo semestre de cada año.

    Si analizamos los resultados por sexo, de nuevo es el tercer trimestre el que registra los mayores valores del índice estacional y, consecuentemente, las mayores tasas de movilidad. En el caso de los varones, las entradas se reparten de forma bastante equilibrada a lo largo de los tres primeros trimestres de cada año, siendo el último trimestre el que con gran diferencia presenta una menor probabilidad de entrada a un puesto de trabajo para este colectivo. Por lo que respecta a las bajas, para el colectivo masculino, las menores probabilidades de causar baja en un puesto de trabajo se observan en los primeros semestres de cada año, siendo máximas en el semestre final. En las mujeres el comportamiento es totalmente diferente. La probabilidad de entrada en un puesto de trabajo para una mujer toma su mínimo en los primeros trimestres de cada año, siendo también muy

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    improbable que se produzca una baja en este periodo.

    Por tipo de contrato, en términos medios, los mayores movimientos externos en puestos de trabajo de carácter indefinido se concentran en los últimos trimestres, y los de duración temporal en el último semestre. Para los indefinidos, la probabilidad más alta de causar alta en un centro de trabajo se produce al principio de cada año, siendo el fenómeno más frecuente que causen baja en los finales del mismo. Por lo que respecta a los temporales, el perfil es muy diferente. La más alta probabilidad de que un trabajador cause alta en un puesto de trabajo de carácter temporal se registra en el semestre central de cada año, de abril a septiembre. Consecuentemente, las bajas externas se registran con mayor frecuencia en el semestre final 13.

    Los índices estacionales obtenidos para el periodo por sector de actividad económica son bien diferentes entre sí. El sector servicios sigue una pauta similar a la observada para el total nacional, con una concentración de los movimientos en los últimos semestres de cada año, y tomando sus valores mínimos en los primeros trimestres. Estas cifras son el resultado de la concentración de las altas en la parte central de cada año y de las bajas en el semestre final. Frente a ello en la industria el primer trimestre cobra gran importancia. Las altas, cuyo peso es superior en los nueve primeros meses de cada año, toman su máximo en él. La pauta observada para la construcción es la siguiente. La mayor probabilidad de causar un movimiento se registra en los primeros y terceros trimestres de cada año, aunque por motivos bien distintos. En el primer trimestre, como consecuencia del gran volumen relativo de altas, que desciende ininterrumpidamente a lo largo del año. El comportamiento en las bajas es el contrario, la menor probabilidad de causar baja en este sector se registra en los primeros trimestres de cada año.

    Por comunidades autónomas, aunque exceda de la ambición de este comentario realizar un análisis detallado, en términos generales se reproduce el perfil observado para el total nacional, aunque con diversas intensidades. Ello con la notable excepción de Baleares. Esta comunidad, caracterizada por una marcada estacionalidad en la evolución de su empleo, presenta una fuerte concentración de movimientos en los trimestres segundo y cuarto de cada año. En el segundo trimestre consecuencia de sus altísimas tasas de altas laborales y en los cuartos de sus tasas de bajas.

    3.2. Movimientos internos. Modificaciones de contrato

    Los flujos brutos internos estimados por la encuesta recogen las modificaciones de contrato de efectivos laborales que ya pertenecían al centro investigado y cuyos contratos se ven sometidos a variación. Se dispone de estimaciones de los mismos clasificadas por la duración del contrato en el que se cause el alta y la baja, indefinida o de carácter temporal.

    La importancia del fenómeno es inequívoca en la medida en que aporta información de la frecuencia con que se mejora la calidad, desde un punto de vista contractual, de los puestos de trabajo investigados. Adicionalmente, permite valorar el peso relativo de esta figura como generadora de contratos de duración indefinida. Este hecho resulta esencial, máxime si consideramos el elevado incremento neto de empleo indefinido en el cuatrienio que venimos analizando, estimado por la encuesta en el 30.6%.

    Como puede observarse en el cuadro 3, en el periodo 1998-2001, más de dos millones de puestos de trabajo, exactamente 2125 mil,

    13 Téngase en cuenta que estamos hablando en este caso de flujos externos, excluyéndose por tanto las modificaciones de contrato.

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    CUADRO 4. MOVILIDAD LABORAL SEGÚN TIPO DE CONTRATO

    han registrado un cambio en su modalidad contractual. En la mayor parte de los casos, 1764.8 mil, la modificación ha supuesto un alta en contrato indefinido. Las escasas ocasiones en que ha supuesto un alta en contrato temporal se pueden explicar por variaciones en la modalidad contractual realizadas, muy probablemente como consecuencia de cambios en la jornada de trabajo: a tiempo completo o a tiempo parcial. Los resultados clasificados según el contrato en el que se causa baja indican una esperada concentración en los contratos temporales, 1938.7 mil en el conjunto del periodo analizado 14.

    14 Al igual que sucedía con las altas en contrato indefinido por modificación de contrato, la cifra de bajas en este tipo de contrato por modificación es escasa y se debe, muy probablemente al motivo ya señalado, un cambio en la duración de la jornada laboral.

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    Los movimientos internos descritos han supuesto a lo largo del periodo un saldo neto positivo de 1578.6 mil contratos indefinidos, y, consecuentemente, una disminución de la misma magnitud en los contratos temporales. Si tenemos en cuenta que el incremento neto de efectivos laborales con contrato indefinido estimado por la encuesta en el mismo periodo ha sido de 1627.3 mil, podemos concluir que la aportación de las modificaciones de contrato a esta cifra, el 97%, ha sido determinante.

    No obstante, resulta evidente que ello no es incompatible con la importancia que los movimientos externos en este tipo de contrato han presentado a lo largo del periodo. Aunque el saldo neto de indefinidos obtenido por movimientos externos haya resultado prácticamente nulo, 48.7 mil, y apenas explique un

    0.6% del incremento observado en este tipo de contrato, éste no se hubiera producido sin el elevado volumen de entradas externas registrado en contrato indefinido a lo largo del periodo, 3.6 millones, un 66.4% del total de altas estimado en contratos de estas características.

    Por lo que se refiere al incremento neto de efectivos laborales con contrato temporal en el cuatrienio que se viene analizando, 760.9 mil puestos de trabajo, un 21.7%, los datos recogidos en el cuadro 4 confirman que es el resultado de dos componentes con comportamientos bien distintos. Mientras los flujos externos de movilidad han presentado notables saldos positivos en los cuatro años analizados, estos han sido en gran medida compensados por los saldos netos negativos registrados en esta modalidad contractual derivados de las modificaciones de contrato.

    Las cifras comentadas ponen de manifiesto la importancia cuantitativa que han tenido en los últimos años las modificaciones de contrato en la mejora de la calidad de los puestos de trabajo observada en el periodo, y abren un excelente camino para comprender los mecanismos utilizados por las empresas para ello.

    Mayo 2002

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    Quiero expresar mi más sincero agradecimiento al equipo de la encuesta, al que tuve la fortuna de dirigir hasta la fecha de finalización del presente trabajo, por su constante estímulo y por su valiosa colaboración en las distintas fases de preparación de las estimaciones que aquí se presentan.

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    RESUMEN: En este trabajo se analizan los flujos brutos de movilidad en puestos de trabajo obtenidos de la

    Encuesta de Coyuntura Laboral para el cuatrienio 1998-2001. Se distingue según el carácter de los mismos: externo o interno. En el periodo analizado no existe una clara relación entre la evolución de los flujos externos de movilidad en puestos de trabajo y la evolución del empleo, sin embargo se observa que los colectivos que presentan tasas de movilidad superiores a la media en el periodo analizado se corresponden con aquellos en los que los incrementos netos de empleo han sido también superiores a la media. Se pone de manifiesto la importancia de la figura de las modificaciones de contrato como mecanismo para mejorar la calidad, desde un punto de vista contractual del mercado de trabajo, siendo posible explicar con ellas un 97% del incremento neto de empleo indefinido del periodo.

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