Flotats monta Beaumarchais de Sacha Guitry, en el Teatro Español de Madrid

AutorMagda Ruggeri Marchetti
Páginas223-224

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Continúa Flotats en su consolidada tradición de llevar a la escena a grandes intelectuales en cuya personalidad encuentran plena realización sus dotes actorales. Se trata además de personajes especialmente brillantes que han caracterizado una época y un país, y podemos comprender la fascinación que indudablemente ejercen sobre el actor. Los duelos entre gigantes de la política (Talleyrand y Fouché en La cena) o del pensamiento (Descartes y Pascal en El encuentro) son una arena ideal para él y debemos felicitarnos por ello: estilo y diálogos de altura son su característica.

Beaumarchais no responde en cambio a ese perfil de intelectual puro y, aun siendo indudablemente un genial pensador y creador, presenta, a no inferior nivel, las facetas de intrigante, inventor, negociante, aventurero, agente secreto y dramaturgo. Como tal, intentó renovar el teatro con dos grandes obras como El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro, que despertaron el interés de Rossini y Mozart que les pusieron música. En suma, un poliédrico personaje desparramado en las turbulencias pre-revolucionarias que no admite una fácil representación. Es, el filtro al que nos confiamos, o si preferimos el mérito, de Sacha Guitry, autor de esta

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obra, la selección de las facetas y momentos de la vida de Beaumarchais que vemos en escena y que Mauro Armiño ha sabido traducir, como siempre, a un magnífico español.

Queda claro que el autor, también actor, guionista y director de cine y teatro, se identifica con el personaje para denunciar las ilegalidades, iniquidades y envidias del mundo de las letras, que después de la liberación lo acusó de colaboracionismo con los alemanes y, como Beaumarchais, fue procesado y declarado inocente. El autor sitúa al personaje, ya dos veces viudo de sendas ricas propietarias, en los momentos más problemáticos no sólo de su vida sino también de los acontecimientos históricos que le tocó vivir, a través de los cuales pasó participando activamente y siempre buscando el modo de entrar a formar parte de la nobleza.

Le vemos así actuar como espía al servicio de Luis XV y Luis XVI, apoyar la guerra de independencia americana, sumarse en un primer momento a la Revolución, y explicar sus ideas a través de Fígaro que pretendía reformar el sistema político, criticar instituciones y eliminar injusticias y privilegios, que se negaban a la burguesía...

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