A modo de epílogo: nuevas perspectivas de la administración electrónica

AutorBorja Adsuara Varela
Cargo del AutorProfesor, abogado y consultor
Páginas547-553

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I Conceptos previos (10)

Antes de analizar las «nuevas perspectivas de la Administración electrónica», me gustaría repasar, aunque sea brevemente, algunas cosas que se han dicho en este IV Congreso sobre «Innovación tecnológica y Administración Pública», bajo el lema: «La reforma de la Administración electrónica: una oportunidad para la innovación desde el Derecho», organizado conjuntamente por la UCLM y el INAP.

Se ha hablado de: «reforma», «transformación» (digital) e «innovación» (tecnológica); de «administración» (pública), (administración) «electrónica» y «servicios» (públicos electrónicos); de «evaluación» (de políticas públicas), «participación» (electrónica), «transparencia», «reutilización» (de información del sector público), y es conveniente hacer algunas relexiones previas sobre estos importantes -y repetidos- conceptos.

  1. Reforma

    Según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), «reformar» es «volver a formar, rehacer», «modiicar algo, por lo general con la intención de mejorarlo». Y dice «por lo general», porque lo que debería ser la inalidad de toda reforma, mejorar algo, no siempre se cumple. Frente al falso espíritu «reformista», de «reformar por reformar», se impone el sentido común del refrán: «no hay que arreglar reloj que funciona».

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  2. Transformación (digital)

    También según el DLE, «transformar» es «hacer cambiar de forma a alguien o algo» y podríamos añadir: «hacer cambiar la forma de hacer algo». Y es lo que algunos hacen con la implantación de los medios digitales en las Administraciones Públicas: cambian la forma de hacer algo. Pero lo importante no es eso, sino el resultado: la mejora y, sobre todo, la simpliicación. Si no, es mejor hacerlo igual que siempre.

  3. Innovación (tecnológica)

    Dice el DLE que «innovar» es «mudar o alterar algo, introduciendo novedades». Lo cual es redundante, porque se suele transformar algo para introducir una novedad. Pero «innovar por innovar» no tiene sentido, si lo nuevo no introduce alguna mejora, ya sea en «cómo» se hace algo (nuevos procedimientos, más simples y eicientes), ya sea en «qué» se hace (nuevos servicios, más útiles).

  4. Administración (pública)

    El Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Joan Corominas, dice que «administrar» viene del latín «ad+ministrare» (servir) y éste de «minister» (siervo), de donde derivó «ministerio» (servicio, empleo, oicio). Por eso, lo más importante de la Administración es su vocación de «servir» al ciudadano. «Un Maestro es más importante que un Ministro» (magister

  5. (Administración) electrónica

    Aunque sea una forma común de hablar, la «administración electrónica» en realidad no existe, igual que no existía antes la «administración mecanográica» o telefónica. Sólo existe la Administración, que en cada momento utiliza los medios que están a su alcance para prestar los servicios públicos lo mejor posible. La Administración del s. XXI debe utilizar...

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