A Modo de conclusión

AutorM. Elena Nieto-Cabrera/Inés María Martínez Cramer/Concepcion Nieto-Morales
Cargo del AutorGrado RRLL/Lda. Derecho. Letrada Ilustre Colegio de Abogados Sevilla. Especialidad: Penitenciario/Dra. Sociología. Pfra. Universidad Pablo de Olavide. Sevilla
Páginas120-120
Cada sociedad y tiempo produce y tiene un tipo de delincuencia, es una construcción social
con base cultural. Las penas se encuentran definidas en el Código Penal.
El debilitamiento de los vínculos morales y éticos alteran los hábitos y pueden producir
delincuencia, en ocasiones las conductas delictivas son aprendidas, porque las personas que
delinquen se han educado en la cultura delincuencial.
Los estudios cualitativos y las historias de vida arrojan datos personales en muchas ocasiones
desde el corazón, que si fueran datos cuantitativos no podrían ser valorados emocionalmente.
La vida del interno no es fácil, se encuentra tutelada a expensas de los demás que deciden
por ella. El derecho a opinar y decir lo que se piensa, se puede convertir en algo
contraproducente y perjudicial para esa persona privada de libertad. Muchas personas
consideran que no darse por enteradas de cuestiones que ven o escuchan es fundamental para
evitar problemas.
Las condenas de penas privativas de libertad, pueden sorprender a cualquier persona, de
cualquier edad, condición, nivel social, etc., en cualquier momento, aunque las estadisticas
ponen de manifiesto que la mayor parte de personas cumpliendo penas de prisión, es decir
condenadas por delitos graves, pertenecen a clases sociales medias, bajas y marginales; con
deficiencias educativas, trabajos precarios, a menudo de barriadas con alto índice de
delincuencia, familias con múltiples problemas y situaciones familiares complicadas, etc. en
cierto modo, muchas de estas personas entran y salen constantemente de la cárcel, es su
modo de vida y no saben vivir de otra forma.
La vida y convivencia en la prisión tiene gran falta de privacidad, en parte por los fines del
encarcelamiento y las condiciones de este.
La reinserción social considera las internas que solo se produce en prisión si la persona quiere
reinsertarse y no todas siguen las indicaciones cuando estan fuera de prisión, muchas veces
tiene propósitos de buena voluntad que se rompe cuando finaliza la condena y conviven en
sociedad.
Las personas suelen muchas veces suelen justificar sus conductas, especialmente las
delictivas enmascararlas tras necesidades económicas, existiendo falta de objetividad,
problemas estructurales sociales y familiares.
Deberia de constituirse en una obligación la ocupación laboral de los presos, que se recoge
en la legislación vigente, debiéndose buscar los medios y realizar actuaciones para que
existieran empresas que proporciones trabajo a todas las personas que cumplen condena de
penas privativas de libertad.
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