Modelos y metodología de la mediación familiar
| Autor | Teresa Duplá Marín |
| Cargo del Autor | Catedrática URL. Profesora ordinaria del Departamento de Derecho Privado de ESADE. |
| Páginas | 28-46 |
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Si algo caracteriza la mediación familiar es que se trata, como hemos apuntado anteriormente, de un procedimiento con una dinámica ágil y fiexible, y en el que las partes participan de forma equilibrada, incluso en lo que se refiere a la estructura del procedimiento. Éstas son las que, junto con el mediador, crean y dan forma al procedimiento, siendo las grandes protagonistas del mismo. Son, también, las que tienen que formular acuerdos, siendo la función del mediador la de simple guía en la consecución de los mismos. Las partes pueden estar, o no, acompañadas de sus respectivos abogados, depende del tipo de sesión y de las indicaciones del mediador45. Las sesiones pueden ser conjuntas y también individuales (caucus)46, si así lo considera el mediador y, además, cabe la posibi-
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lidad de procedimientos con más de un mediador (co-mediación)47.
Hay que apuntar que, con la entrada en vigor de la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles, cabe la posibilidad de desarrollar mediaciones a través de medios electrónicos, las llamadas ODR (On-line dispute resolution). Esta modalidad se recomienda siempre que se trate de reclamaciones que no excedan de seiscientos euros y siempre que las partes puedan usar dichos medios48.
Dicho lo cual, si bien el ritmo y número de sesiones depende de cada mediación en concreto, y como hemos indicado, estamos ante un procedimiento en sí mismo fiexible, la estructura típica de la mediación familiar suele evolucionar y avanzar a través de las siguientes fases o momentos49:
SESION INFORMATIVA
SESIÓN CONSTITUTIVA FASE DE DESCUBRIR
FASE DE ORDENAR Y CREAR AGENDA FASE DE NEGOCIAR
FASE DE ACORDAR
FASE DE CIERRE
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SESIÓN INFORMATIVA. En realidad se trata de una sesión previa al inicio de la mediación, en la que, como su nombre indica, el mediador informa a las partes, conjuntamente o por separado, de lo que es la mediación, los principios fundamentales y las características de funcionamiento, las diferencias con la terapia y el aseso-
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ramiento legal, las ventajas del proceso, el coste, las consecuencias jurídicas del acuerdo que se pueda alcanzar y el plazo que tienen para firmar el acta de la sesión constitutiva. Se trata de un primer paso decisivo en todo el procedimiento, ya que del éxito de la misma depende el inicio real de la mediación. Por ello es fundamental que el mediador haga una buena presentación personal que transmita confianza a las partes. Además, en esta primera sesión, se les requiere información sobre el conflicto, con el fin de analizar si es adecuada la mediación en ese caso50. Se debe crear, desde esta primera sesión informativa, el clima y, distribución del espacio, adecuados para que las partes se sientan cómodas51.
A la sesión informativa se llega, o por solicitud de la misma por una o ambas partes (mediación extrajudicial), o por derivación judicial, una vez se ha iniciado un procedimiento judicial y el juez competente entiende que el conflicto puede intentar resolverse a través de este mecanismo (mediación intrajudicial)52. Si alguna de las partes no asiste, se entiende que desiste de intentar la mediación y esta no da comienzo. En caso contrario, si las partes asisten y deciden iniciar el procedimiento, el viaje por la mediación comienza con una primera sesión constitutiva53.
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SESIÓN CONSTITUTIVA o FASE DE ORGANIZAR LA MEDIACIÓN. Supone, ésta sí, el inicio formal de la mediación en la que el mediador con las partes debe concretar los aspectos de procedimiento, los logísticos y los económicos54. Es la primera sesión en la que las partes, tras aceptar someterse al procedimiento y al media-dor o mediadores elegidos o, en su caso, asignados por un Centro de mediación, ayudan al mediador a recoger por escrito en un acta los aspectos señalados, además del objeto del conflicto que les trae a la mediación, el programa provisional de sesiones que han acordado y duración máxima (que puede modificarse posteriormente)55, el coste de la mediación o los criterios para determinar la misma, la declaración de aceptación voluntaria del proceso y de sus obligaciones y principios, el lugar de celebración de las sesiones y la lengua del procedimiento, como principales56. Dicha acta debe ser firmada por las partes y el mediador. Si en este momento las partes no quieren continuar, se debe indicar esta circunstancia en el acta y se da por finalizada la mediación. El mediador suele comenzar esta primera sesión recordando a las partes todo el contenido de la sesión informativa. Se trata de un momento importante en la mediación ya que puede ser la primera vez que el mediador vea a las partes en conflicto57, lo que hace que sea una sesión relevante en el sentido de crear el clima de confianza necesario para que las partes se sientan cómodas con esta nueva situación, en la línea de todo lo que hemos apuntado respecto de la sesión informativa58.
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El mediador debe ser sumamente perceptivo, analizar cómo reaccionan las partes ante la mediación, así como prestar mucha atención al espacio físico en el que van a realizarse las sesiones puesto que es absolutamente relevante la creación de un clima confortable en el que hayan las mínimas distracciones posibles que permita la máxima interacción entre las partes y el mediador59.
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FASE DE DESCUBRIR o DE COMPRENSIÓN DE LA PERSPECTIVA DE LAS PARTES. Esta siguiente fase se desarrolla a lo largo del número de sesiones que el mediador y las partes consideren necesarias, en sesiones conjuntas o por separado60. El objetivo principal del mediador en esta fase es el de buscar información de ambas partes, por vía de ejemplo: conocer cómo ven el conflicto, cuales son los temas principales, que inquietudes tienen y qué esperan de la mediación, como creen que puede ayudarles su función en el proceso, y como les gustaría que se resolviera a partir de ahora61.
Hay que tener en cuenta que en la mediación no se aportan pruebas, solo se relatan hechos, si bien, y según los casos, la aportación
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de información puede ser a través de documentos62. El mediador debe intentar restablecer una comunicación ordenada y respetuosa entre ellos a través, como veremos, del uso de preguntas abiertas y de la técnica de escucha activa, entre otras. En este sentido, es importante el rol del mediador quien debe conseguir, no solo recabar la información que necesita para la comprensión y concreción del conflicto o conflictos, sino también que ambas partes escuchen la información y la versión que tiene cada uno de la historia63. El mediador debe escuchar y a la vez observar y comprender64.
En esta primera fase se patentizan las posiciones de partida de cada una de las partes, posiciones que el mediador debe conocer para poder avanzar hacia el camino de los intereses comunes65, pero que debe superar en el camino hacia los sentimientos que generan en las partes comprensión e incluso simpatía, más allá de la sensación de defensa propia de las posiciones66. El mediador debe ser hábil a la hora de generar confianza a las partes, conseguir un equilibrio en las intervenciones de cada una de ellas, evitando interrup-
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ciones entre ellas y, por supuesto, cualquier tipo de juicio sobre lo que está escuchando. También debe transmitir a cada una de ellas la comprensión del conflicto y de su posición de partida67, intentando hacerles ver que el conflicto al que han llegado es responsabilidad de ambos y que los dos han participado de la misma, siendo la conducta o acciones del uno, consecuencia de las acciones o conducta del otro en el pasado (principio de reciprocidad). Debe, por tanto, ayudar a las partes a comprender el punto de vista del otro y a exponer sus propios intereses, entendiendo que comprender no es estar de acuerdo con él. El mediador debe ayudar a las partes a separar el problema de las personas, también a eliminar las distorsiones que se tengan de la historia siendo, la positivización68y normalización del conflicto, fundamentales en estas primeras sesiones69. Se trata de un trabajo de reconstrucción de la historia con la información y visión de ambos y en el que la refiexión de las partes es fundamental.
En este sentido, el mediador debe tener muy presente que cada uno llega a la mediación con su visión propia de la historia y del conflicto. Suele ser una historia pre-construida, subjetiva y parcial que se ha quedado encerrada dentro de la propia persona. Durante los relatos es habitual la expresión de emociones y sentimientos que el mediador va a tener que saber gestionar a través de preguntas concretas que rompan una determinada dinámica, o a través, por ejemplo, de la creación de espacios de silencio cuando entienda que la otra parte ha asumido el dolor del que relata. Hay que tener en cuenta que las partes pueden llegar a la mediación con sensación de dolor, abandono, pérdida de confianza en uno mismo, temor a la incertidumbre de la nueva situación creada, rencor o ánimo de ven-
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ganza70. En cualquier caso el mediador debe tener siempre presente que la emisión de sentimientos es algo arriesgado, y debe procurar a las partes los agradecimientos que se merecen cuando la situación creada de emoción es profunda, puesto que esto es visto por ellas como una recompensa al esfuerzo que están realizando.
El posible estancamiento de las partes en sus posiciones de partida puede solucionarse, como hemos apuntado, a través de sesiones individuales o, en su caso, con la denominada técnica "El día del juicio", con la que se recuerda a las partes lo que puede ocurrir si no negocian entre ellas, así como los posibles resultados negativos de un juicio71.
Se recomienda cerrar esta parte preguntando a las partes su impresión hasta el momento del proceso, si ha sido útil, si es lo que esperaba, lo cual da al mediador la posibilidad de conocer lo que...
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