El estudio de las minorías en la Edad Moderna de acuerdo con las investigaciones de Soledad Carrasco

AutorB. Vincent
Páginas178-182

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El vocabulario empleado por los investigadores es siempre interesante y revelador de sus procedimientos, de sus referencias, de sus interpretaciones. El movilizado por Sole-dad Carrasco Urgoiti es en este sentido paradigmático. ¿Cómo podría ser de otra mane-ra en el caso de una profesora tan atenta a las palabras que esta utilizando? Para subrayar esta permanente preocupación suya basta releer las páginas que ella publicó en 1998 bajo el título Apuntes sobre el calificativo «morisco» y algunos textos que lo ilustran. Su frase inicial lo dice todo «¿Qué profesor de historia o literatura no tiene que aclarar una y otra vez el sentido del término morisco?»

En estas condiciones sus elecciones semánticas y también sus silencios resultan altamente significativos. Así su uso de la palabra minoría esta lleno de enseñanzas. Las ocurrencias están limitadas a diez si no me equivoco. Encontremos una en El morisco ahidalgado en las letras del Siglo de Oro, texto inserto en el volumen Images des morisques dans la littérature et les arts editado por la Fundación Témimi en 1999. Doña Soledad se pregunta sobre la identidad de autores que podrían pertenecer a la minoría morisca. Otra está en el ensayo Pedro de Padilla en el entorno de la Granada morisca que figura en el Homenaje a Elena Catena publicado en 2001. Ahí formula la hipótesis que Padilla poeta y carmelita, amigo de Cervantes, «estuvo vinculado a la minoría morisca». Dos empleos de la palabra minoría aparecen en la contribución Personajes moriscos en la obra de Cervantes dada a las II jornadas de Estudios moriscos de Hornachos cuyas actas fueron editadas en 2002, una ya en el segundo párrafo del texto «muchos miembros de esta minoría, como los arrieros, llevaban una vida itinerante» y otra en el ultimo «al crear a la mayoría de los personajes moriscos, Cervantes parece olvidarse de los análisis negativos que en su tiempo se realizaban sobre esta minoría». Soledad Carrasco abre y cierra su estudio con esta noción y no es por supuesto un azar. Y las seis ocurrencias más figuran todas en el libro El problema morisco en Aragón al comienzo del reinado de Felipe II. La primera es inmediata, en el tercer párrafo de la introducción, cuando Soledad Carrasco define a los mudéjares aragoneses como una minoría diferenciada. Luego en el segundo capítulo titulado la inquisición frente a los moriscos y a los señores de vasallos ella recurre tres veces a la expresión minoría morisca y dos más en el capítulo III Algunos rasgos de la vida morisca. Que en una obra tan extensa y tan rica como la suya el vocablo minoría esté aplicado diez veces a los moriscos puede parecer poco si tenemos en cuenta con que frecuencia otros estudiosos de la materia lo han utilizado. Repasando simplemente los títulos de libros o artículos lo encontramos en trabajos de Juan Aranda Doncel, Manuel Fernández Chaves y Rafael Pérez García, Trevor Dadson, Amalia

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García Pedraza, etc. Su parquedad es reforzada por la total ausencia de trabajos suyos sobre judíos, conversos o gitanos y por consecuente del vocabulario que a menudo sirve a analizarles. No es que los ignora. Como buena discípula de Américo Castro y buena compañera de Francisco Márquez Villanueva o de Julio Caro Baroja presta atención a la inmensa bibliografía que los aborda. Y cuando reflexiona sobre su trabajo y la necesaria tarea de definir objetos y modos de acercarse a ellos judíos y conversos afloran bajo su pluma. Por ejemplo recuerda nítidamente «la ambigüedad léxica derivada de una afinidad sociológica cuando hablamos de nuevos convertidos» para inmediatamente precisar en una frase tan concisa como aclaratoria «así pues, en el terreno del léxico, convertidos y conversos no se confunden, pero la hermandad sugerida por la germinación etimológica tiene su paralelo en la vida real, ya que todos son blanco de las mismas exclusiones mientras conservan vivo el recuerdo histórico de una pluralidad que fue admitida en el pasado. «Y cuando analiza su propia trayectoria y más concretamente su acercamiento a la novela el Abencerraje revela la importancia que tuvo para ella una simple nota de un libro de Julio Caro Baroja» dedicado no a los moriscos sino a los conversos de origen hebreo». Se refiere obviamente a los judíos en la España moderna y contemporánea, cuyos tres volúmenes...

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