Metodología
Autor | Juan Quereda Sabater |
Páginas | 119-131 |
Page 119
En opinión de Sarabia y Zarco (1997), «nunca antes había habido tantos paradigmas, estrategias de investigación o métodos de análisis para perfilar o utilizar» (p. 103).
Dentro de estos paradigmas, siguiendo la propuesta de Norman Denin e Yvona Lincon, Sarabia y Zarco distinguen «las posiciones paradigmáticas, y dentro de ellas por aquellas que definen como positivistas y pospositivistas. La postura paradigmática positivista se distinguiría por no tomar como problemáticos los criterios de cientificidad clásicos en su aplicación a lo cualitativo. Negaría en alguna medida la crisis de legitimidad (…), utilizando los criterios clásicos al uso en la perspectiva cuantitativa y trataría de cumplirlos dentro de su propio enfoque. Una postura que coexistiría con la anterior sería aquella que argumentando criterios realistas y naturalistas, en el sentido de adecuación al objeto de estudio, trataría de desarrollar criterios específicos a este criterio cualitativo. Estaríamos en presencia del intento de hacer legítimos criterios como el de credibilidad, veracidad, capacidad de generalización o reflexividad interna».
En esta investigación hemos adoptado un enfoque paradigmático positivista y flexible como el propuesto por King, Keohane y Verba (2000), que opinan que «las diferencias entre la tradición cuantitativa y cualitativa son de tipo estilístico y que su importancia en términos metodológicos y de contenido es mínima. Puede considerarse, con razón, que toda investigación científica procede de la misma lógica inferencial subyacente. Tanto los estudios cuantitativos como cualitativos pueden ser sistemáticos y científicos» (p. 15).
En esta línea, y de manera cada vez más frecuente, distintos autores abogan por la superación de la dicotomía entre los métodos cualitativos y cuantitativos
Page 120
y por la combinación de ambos modos de investigación para reforzar sus virtudes y reducir sus debilidades: es lo que se conoce como «triangulación» o «es-trategia multimétodo»?(Vallés, M., 2003, p. 41; Cea D'Ancona, M. A., 1996, pp. 30 y ss.; Olabuénaga, 1997, p. 16).
Por ello hemos utilizado tres fuentes de información de distinta naturaleza:
-
Encuesta autoadministrada por correo electrónico a altos cargos con rango de director general (secretarios generales técnicos, directores generales y asimilados) y a los funcionarios de rango más alto: los subdirectores generales y los jefes de área.
-
Entrevistas en profundidad a altos cargos, ex altos cargos y altos funcionarios de la Comunidad de Madrid.
-
Fuentes documentales: estadísticas públicas, registros, revisión bibliográfica.
En la tabla 5 se adelanta la principal utilización de estas fuentes en el análisis de las distintas dimensiones de la relación entre políticos y funcionarios en la Comunidad de Madrid.
Aunque se trata de una descripción necesariamente simplificada y esquemática (la mayoría de las preguntas del cuestionario y de las fuentes documentales aportan información sobre varias dimensiones de la relación entre políticos y funcionarios) sí resulta ilustrativa del modo en el que se pretenden utilizar simultáneamente las distintas fuentes de investigación.
Tabla 5
[VER PDF ADJUNTO]
Page 121
[VER PDF ADJUNTO]
Fuente: Elaboración propia.
Page 122
Para poder analizar la relación entre políticos y empleados públicos en la Administración de la Comunidad de Madrid, el tamaño total del universo relevante sería, en principio, de 162.107 empleados en el año 200863. De ellos solo 419 podían considerarse «políticos» en alguno de los sentidos del término: la presidenta de la Comunidad Autónoma, 15 consejeros, 16 viceconsejeros, 135 altos cargos (directores generales, secretario general técnico y asimilados) y 253 «funcionarios eventuales», de confianza directa de los cargos anteriores y que cesan automáticamente con ellos64.
Pese a la gran dimensión de este universo de investigación, es necesario tener en cuenta un aspecto decisivo que puede facilitar su estudio: la Administración es una organización fuertemente jerárquica. Por lo tanto, en realidad, solo el núcleo más alto de los empleados públicos mantiene relación directa con los altos cargos políticos.
Por ello, nos centramos en nuestra pregunta de investigación (¿cuál es la relación entre los altos cargos con rango de director general y los altos funcionarios en la Comunidad de Madrid?) y dirigimos la encuesta a los 135 altos cargos de designación política por el Gobierno de la Comunidad de Madrid (directores generales, secretarios generales técnicos y gerentes de Organismos Autónomos), a los 194 subdirectores generales o asimilados y a los 275 jefes de área (máximos escalones de la carrera funcionarial). Hemos obtenido así información de los dos grupos de la Administración de la Comunidad de Madrid que protagonizan en primera línea, sin intermediarios, la relación «políticos»-«empleados públicos».
La encuesta se dirige a los altos cargos y altos funcionarios de la Administración general de la Comunidad de Madrid y sus organismos públicos adscritos. Ni las sociedades mercantiles, ni los consorcios están incluidos. Esta exclusión se debe, en primer lugar, a la imposibilidad de acceder a los datos del personal directivo de estos organismos con el mismo grado de desagregación
Page 123
que en la Administración central, pero también porque no cabe duda de que el volumen e importancia de las decisiones que se adoptan en el núcleo central de la Comunidad de Madrid constituye en sí mismo un ámbito de importancia crucial.
Tampoco se remitió el cuestionario a los funcionarios eventuales. Sus identidades y correos electrónicos no son públicos y, adicionalmente, su papel en la Comunidad de Madrid no parece ser, por lo menos por el momento, de mucha relevancia65.
No se trata en realidad de un muestreo «estratégico» o de «juicio» (frente a otras formas de muestreo probabilístico, aleatorio o circunstancial), sino que la encuesta se dirige a la práctica totalidad de los que son los principales protagonistas de la relación entre políticos y empleados públicos en la Comunidad de Madrid y que ostentan por lo tanto una situación privilegiada y única para informar sobre ella (Cea D’Ancona, 1996, p. 171).
El modo de administración previsto para la encuesta es la encuesta por correo electrónico. A través de los distintos directorios de la Comunidad de Madrid publicados en papel y en la página
Frente a otras formas de administración de la encuesta (telefónica, cara a cara, correo postal), la encuesta por correo electrónico presenta algunos problemas e indudables ventajas (Berrens, R. et al., 2003; Kaplowitz, M. D. et al., 2004; Fricker, S. et al., 2005; Thompson, L. F., 2007). A nosotros nos garantizó el poder trasladar el cuestionario a la práctica totalidad de la muestra, asegurándonos que decidían en la práctica totalidad de los casos personalmente si responderla o no. Nos permitió también la emisión sistemática de recordatorios sin coste adicional. La población destinataria está, por un lado, altamente alfa-betizada y tiene un alto nivel académico, alejándose del...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba