Mesa Redonda: La necesidad de reformas en el Sistema de Seguridad Social español para garantizar su sostenibilidad

AutorJavier Aibar Bernad
CargoDirector General de la Tesorería General de la Seguridad Social. Moderador.
Páginas175

Nos acompañan en esta Mesa Redonda, empezando por mi izquierda: D. Salvador Bangueses, Secretario General de Política Institucional de Comisiones Obreras; Dª. Lourdes Méndez, portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular; Dª. Pilar Iglesias, representante del Área de Sanidad, Seguridad Social y Servicios Sociales de la CEOE y a su derecha D. Jaime Frades que reemplaza a Jesús Pérez, Secretario Ejecutivo de Empleo y Protección Social de la UGT, que no ha podido asistir. Igualmente excusa su asistencia Dª. Isabel López i Chamosa del Grupo Parlamentario Socialista.

Quiero hacer una breve presentación de cada uno de los ponentes, indicando que la sistemática de esta mesa redonda consiste en algo muy sencillo, un turno de una primera intervención por parte de cada uno de los ponentes y a continuación tendremos un tiempo para que haya una réplica entre los participantes de la Mesa y acto seguido daremos entrada a observaciones que se hagan desde el público.

Sin seguir ningún tipo de orden, tal como se me ha facilitado, voy a relatar el currículum de cada uno de los participantes, comenzando por Pilar Iglesias Valcárcel, es licenciada en Derecho, Directora del Área de Seguridad Social, Prevención de Riesgos Laborales, Sanidad y Servicios Sociales en el Departamento de Relaciones Laborales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y, en representación también de la CEOE, es Consejera en las Entidades Gestoras y en la Tesorería General de la Seguridad Social, así como en el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA)., Vocal del Comité Consultivo del Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud, Consejera de la CEOE en la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, y en el Patronato de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales igualmente es Vocal de la representación empresarial europea (UNICE) en el Comité Consultivo sobre Seguridad Social de los Trabajadores Migrantes de la Unión Europea; Vocal de la representación empresarial europea (UNICE) en el Comité Consultivo para la Seguridad, Higiene y Protección de la Salud de los Trabajadores y Consejera, en representación de la CEOE en el Consejo de Adminis-Page 176tración de la Agencia Europea de Seguridad y Salud.

Salvador Bangueses, natural de Parvón (Orense), Economista y maestro, ha trabajado en la empresa privada y en la enseñanza pública. Miembro del secretariado de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CC.OO.) de 1984 a 1991. Formó parte de la Ejecutiva de CC.OO. elegida en el 5º Congreso Confederal y de los años 1991 a 1995 fue secretario de Administración y Finanzas y, de la Ejecutiva Confederal elegida en el 7º Congreso celebrado en abril de 2000, ocupando desde entonces la Secretaría de Estudios. En febrero de 2002 fue elegido además secretario de Política Institucional y Social, cargo que renovó en el 8º Congreso Confederal celebrado en abril de 2004. Preside la Fundación de Investigación Educativa y Estudios Sociológicos de la Federación de Enseñanza de CC.OO. y ha sido miembro del Consejo Social de la Universidad de Alcalá de Henares y del Consejo Universitario de la Universidad Complutense de Madrid.

Lourdes Méndez Monasterio, es natural de Córdoba, licenciada en Derecho. Número 1 en la Escuela de Práctica Técnica de Salamanca. Es Master de Urbanismo en la Escuela de Negocios de Murcia. Abogada en ejercicio desde 1985 hasta enero 2002. Concejal de Urbanismo y Educación en el Ayuntamiento de San Javier (Murcia) entre 1990 y 1994. También Concejal de Urbanismo, Primer Teniente de Alcalde y Portavoz en San Javier de 1995 a 1999. Diputada autonómica (Portavoz adjunta) en la Asamblea Regional de Murcia de 1999 a 2003. Consejera de Trabajo, Consumo y Política Social entre enero de 2002 a enero de 2004. Miembro de la Junta Directiva Nacional y del Comité Ejecutivo Regional. Es Vocal de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Congreso, Vocal de la Comisión de Cultura y Portavoz adjunta de la Comisión no permanente de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo.

Jaime Frades, natural de la provincia de León, licenciado en Ciencias Políticas. Desde 1980 trabaja en el Gabinete Técnico Confederal de la Unión General de Trabajadores (UGT) dedicándose preferentemente a los temas de Protección Social. Ha venido representando a la UGT en los órganos de control de diferentes Entidades Gestoras de la Seguridad Social. Desde 1983 viene participando como consejero técnico de la UGT en las Conferencias Internacionales de la OIT así como en otros foros sociales.

Esta es la presentación de los ponentes, como he dicho tienen un turno aproximadamente de 10 minutos cada uno para su presentación y posteriormente pasamos a un turno de réplica,

Pilar, tienes la palabra

Transcripción de la Mesa Redonda

Dª. PILAR IGLESIAS VALCÁRCEL (CEOE)

Buenas tardes quiero agradecer la invitación para participar en esta Mesa Redonda a la Universidad Menéndez Pelayo y a la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.

En primer lugar deseo exponerles algunos comentarios sobre el tema de esta Mesa Redonda, La necesidad de reformas en el Sistema de Seguridad Social español para garantizar su sostenibilidad.

En un Sistema de Seguridad Social hablar de reformas es algo normal y natural. El Sistema de Seguridad Social, el nuestro como cualquier otro, guarda una estrechísima relación con la situación del mercado laboral. El mercado laboral es algo cambiante, está en estrechísima relación también con la vida económica, y la vida económica también es algo cambiante. Por tanto, cuando hablamos de reformas yo creo que todos debemos estar absolutamente tranquilos porque precisamente el camino de la reforma y el de la adaptación de un Sistema de Seguridad Social, que Page 177 nace en un momento dado conforme a unas circunstancias y a unas necesidades determinadas, debe de ir adaptándose a las circunstancias y cambios de la sociedad a la que ese Sistema de Seguridad Social se dirige. Por lo tanto, nosotros cuando abordamos la necesidad de reformas no estamos abordando nada ni traumático ni preocupante sino precisamente algo que es inherente a la propia realidad de un Sistema de Seguridad Social.

Respecto de la situación de nuestro Sistema de Seguridad Social, que muchos de ustedes conocen mejor que yo porque son ustedes expertos, permítanme esbozar un breve panorama, tenemos un sistema de reparto que está financiado en más de dos tercios por cotizaciones sociales, empresas y trabajadores. Las de las empresas financian más del 52% del gasto, luego, evidentemente, el empleo es la garantía de sostenibilidad de nuestro Sistema y lógicamente, como decía antes, el crecimiento económico es la garantía del empleo. Por tanto, nuestro Sistema depende de ambas circunstancias.

Veamos con unas cifras la realidad de nuestro Sistema. A junio de 2005, hay casi 18 millones de afiliados-cotizantes. De ellos, y a mí me parece muy importante porque seguramente hace cuatro años yo no podría dar estas mismas cifras, un 40,26% somos mujeres. Los varones son casi el 60% y el número de extranjeros afiliados, es importante esto, representa casi millón y medio, de ellos 1.202.000 pertenecen a países que no están integrados en la Unión Europea. Hay un reflejo reciente en el sistema del proceso de normalización de inmigrantes, pero la verdad es que yo creo que todavía es poco significativo, estará en torno a unas 300.000 nuevas altas.

El número de pensiones sin SOVI alcanza los siete millones y medio y con el SOVI 7.920.000. La relación cotizantes pensionistas está en 2,26%. Por tanto, lo que nos muestran las cifras en este momento es un Sistema de Seguridad Social que se desenvuelve en condiciones muy favorables.

Además de esa relación, elemento clave para que veamos la sostenibilidad del Sistema, ahora y de futuro, vemos que el incremento en el número de pensiones en el 2004, no llega al 1% en relación al año anterior. Este incremento en el número de pensiones nos da tranquilidad. El importe total del gasto ya es el 6,57% en relación al año anterior y en pensión media el 5,57. Sí llamo su atención sobre un aspecto que es importante para las organizaciones empresariales, el número de pensiones con complementos de mínimos es 2.233.000, que representa un 28% de las pensiones en vigor.

Principios fundamentales de nuestro Sistema, que ustedes conocen, son los de contributividad y proporcionalidad y el de solidaridad. Lo dejo aquí reseñado con los porcentajes porque tiene importancia en relación a algunas cuestiones a las que me voy a referir luego, como es el tema de la previsión social complementaria o algunas de las reformas que están todavía sin consolidar, como es la separación de fuentes en cuanto a la financiación de mínimos. Bien, digamos que para un salario medio por pensión para una persona jubilada a los 65 años en el Régimen General, los principios de proporcionalidad y de contributividad están en un equilibrio muy razonable. No ocurre igual, en realidad, en la mayoría de los Regímenes Especiales, pero sí en el Régimen General, que es el sostén del Sistema, el financiador mayoritario del Sistema, (ahora últimamente también con el de autónomos). Por tanto, el peso del Régimen General sigue siendo fundamental, y en este, la relación entre contributividad y proporcionalidad se desenvuelve en términos razonables.

El principio de solidaridad lo vemos si lo comparamos con lo que supone la proporcionalidad respecto a los salarios mínimos, a un cotizante con salarios mínimos que se ve beneficiado por la política de mejora de pensiones mínimas y de complementos de mínimos que desde hace años tiene nuestro Sistema. Tenemos que, con quince años cotizados, con 25, con 35 y mínimo con cónyuge sobrepa-Page 178sa en un 2,15% lo que sería su última base de cotización y sin cónyuge también está en unos porcentajes que solamente con 35 años guarda relación con el que tiene cualquier cotizante que no esté en salarios mínimos del Sistema.

Respecto a las cantidades absolutas que los ingresos de cotizaciones sociales han supuesto, en presupuesto de 2005, éstas se sitúan en 83.000 millones de euros, para la financiación del gasto contributivo. Del gasto no contributivo, las cotizaciones sociales financian 3.122 millones de euros del gasto no contributivo de complementos de mínimos, es decir el 72,5% del gasto de complementos de mínimos. El total del Sistema, ustedes lo conocen, 90.000 millones de gasto y la aportación del Estado para financiar el gasto no contributivo 4.936 millones. Por último, los excedentes previstos en el presupuesto de 2005, alcanzan los 5.351 millones de euros. Luego, en resumen, las cotizaciones sociales financian la totalidad del gasto contributivo comprometido y el gasto no contributivo de complementos de mínimos en el 72%. Además han ido financiando con los excedentes desde el año 2000 la dotación total que en este momento tiene el Fondo de Reserva, que si en el año 2001 nos atrevíamos a aspirar en la mesa de diálogo social que llegaría al cabo de cuatro años a unos 6.000 millones de euros, a junio de 2005 supera ya los 26.000 millones de euros. Me gustaría que todas estas cifras les ayudaran a ustedes a aproximarse al esfuerzo contributivo, a la presión fiscal, que soporta el factor trabajo para financiar el gasto del Sistema de la Seguridad Social.

El principio de solidaridad se ha aplicado de manera reiterada, se mejoran las pensiones mínimas muy por encima de la revalorización del IPC, también la de orfandad, y además se generan excedentes adicionales cada año a los presupuestados que van a dotaciones adicionales al Fondo de Reserva. Desde nuestro punto de vista, la presión fiscal que se realiza a través de las cuotas sobre el empleo es excesiva.

Llegamos ahora a la pregunta de esta Mesa, una vez que estamos situados tras este panorama del Sistema. Necesidad de reformas. Bueno, parece claro, hablamos de ellas ya desde hace años. El Sistema se ve afectado por factores externos, demográficos, la población envejece, hay una baja tasa de natalidad. El Sistema tendrá problemas de futuro. La dependencia económica actualmente está en una buena ratio, pero no va a continuar así por los factores demográficos, luego el Sistema va a tener problemas en la relación pasivos-activos. Debe de bajar también nuestra tasa de desempleo porque incrementa la dependencia económica. El problema realmente es cómo reemplazamos los pasivos por nuevos cotizantes activos.

Desde nuestro punto de vista, cómo incidir sobre las políticas de natalidad hasta llegar a la tasa ideal de sustitución va a resultar imposible, el objetivo que deben de tener las reformas, y desde luego no es sólo en el Sistema de Seguridad Social sino sobre el mercado laboral y las política económicas, es aumentar la participación laboral de los potencialmente activos. ¿Cuáles son?, las mujeres, los jóvenes y los mayores de 45 años.

Las estadísticas indican que la caída de la tasa de actividad en nuestro país en relación con la Unión Europea se produce de manera muy significativa en los varones entre 55 y 64 años, fundamentalmente entre 60 y 64, y los problemas vienen del propio mercado laboral, porque ¿qué se constata cuando haces un estudio de aproximación?, pues que quienes tienen unos graves problemas de empleabilidad son los mayores de 45 años, que además tienen mayor propensión a ser expulsados del empleo y muchas dificultades para integrarse porque son aquellos que permanecen más tiempo en paro de larga duración. Luego, el reto es cómo conseguir que estos potenciales empleados y ocupados, o por el contrario negativamente potenciales desempleados, se mantengan activos y en la ocupación hasta alcanzar la edad ordinaria de jubilación. Page 179

Respecto a los mayores las políticas son múltiples, unas son en el área formativa, para favorecer su empleabilidad, muchas de las cuales nos atañen a las empresas porque debemos de favorecer que accedan a la formación continua los trabajadores mayores, de manera que puedan permanecer en el empleo, y otras son las de incentivar su permanencia en el mercado laboral reduciendo los costes de las empresas. Esta es una medida que ustedes conocen que está puesta en marcha desde el año 2002, que tiene un éxito importante. Lo cierto y verdad es que del 2002 hasta ahora se están produciendo incrementos en esos tramos de afiliados del 60 a 64 años superiores al 8% y a nosotros nos parece que ese es un indicador de que la medida es efectiva y por eso se debería de extender.

No me voy a detener ahora en las medidas de prolongación de la vida laboral, porque uno de los objetos de la Mesa de diálogo social sobre Seguridad Social es justamente evaluar estas medidas.

Incorporación de mujeres y jóvenes. Las mujeres fundamentalmente tienen problemas a la hora de conciliar la vida laboral y familiar. Siguen siendo responsables, luego evidentemente si son socialmente responsables de esas cargas hay que implantar políticas que las ayuden a permanecer en el empleo, a acceder primero, si bien acceden. Las estadísticas demuestran cómo en edades jóvenes las mujeres acceden a iguales niveles de formación de la misma manera que lo hacen los hombres. Los problemas vienen después en el tramo de edad de 35 a 45 años, luego las políticas tienen que ser de servicios sociales y de ayudas para poder conciliar. De otra parte están las bonificaciones establecidas en Seguridad Social, que creo que es una medida pactada que está también produciendo buenos resultados.

En cuanto a los jóvenes, evidentemente, hay ya unas políticas de incentivos para favorecer su entrada en el mercado laboral y después su permanencia.

Por otra parte si examinamos la proyección de ingresos y gastos del Sistema de Seguridad Social, elaborada desde la propia Seguridad Social, lo que muestran las cifras claramente es que hasta el año 2015 nosotros no tendremos problemas importantes porque la demografía no va a producir sus efectos. La incorporación de la generación del baby boom española a la jubilación no se va a producir hasta ese período. Tenemos además un Fondo de Reserva que nos va a ayudar a sostener financieramente el Sistema, pero parece claro que a partir del año 2020 tendremos problemas, si no se han implantado antes de ese período medidas que favorezcan el equilibrio y la sostenibilidad del Sistema.

Unas consideraciones, ahora, en cuanto a algunas de las medidas y propuestas a considerar en la Mesa de diálogo social:

Estudiar la pensión de viudedad, el Secretario de Estado hizo referencia a ello en su intervención. Tiene que ver con lo que hablábamos antes. Se diseñó en un momento dado, en una situación de mercado de trabajo determinada. En una situación de las mujeres en un mercado de trabajo tal, que la foto fija de entonces no guarda ninguna relación con la foto fija que podemos hacer ahora y mucho menos con la que hagamos dentro de diez años sobre las mujeres. Luego, es razonable que se trabaje sobre el modelo de pensión de viudedad.

Reforzar el principio de contributividad, lo que desde nuestro punto de vista es una necesidad del Sistema, en particular en cuanto a los Regímenes Especiales. Es un tema delicado pero no cabe duda que habrá que abordarlo. Consolidar la separación de fuentes de financiación, que finalmente el Estado asuma la financiación de los complementos de mínimos en la cuantía que resta. Modular la pensión de Incapacidad Permanente con los años cotizados, porque debe de haber también contributividad en el acceso a la pensión permanente y desde nuestro punto de vista extender los incentivos en el empleo a los Page 180 mayores de 55 años, porque los problemas de empleabilidad empiezan antes y los problemas de su permanencia en el mercado laboral empiezan a los 55 años y no a los 60.

Hay un tema en particular, en el que quiero detenerme brevemente. Las medidas de control en la gestión de incapacidad temporal por contingencias comunes. Yo les expongo a ustedes unos datos de cómo han evolucionado las desviaciones al alza del presupuesto de gastos en materia de Incapacidad Temporal por contingencias comunes en los últimos años: el 2001 sobre el 2000, el 13,8; 2002 12,3; 2003 el presupuesto, es sobre presupuesto inicial, el 16,42; el 2004 17% sobre presupuesto inicial. A mi juicio este es un asunto al que le debemos dedicar todos, la suficiente atención, porque no hay razones que lo justifiquen. Presupuesta muy bien la Dirección General de Ordenación y presupuesta teniendo en cuenta los crecimientos previstos en el empleo, que si se producen en cotizaciones también se deberían producir en términos de prestaciones, presupuestan bien los crecimientos salariales, y aunque pudiera haber un decalaje, el porcentaje del decalaje no justifica estas cifras. Estamos hablando de cuantías que rondan el antiguo billón de pesetas, luego es preocupante poder ver, lamentablemente, que es insuficiente, que el procedimiento de gestión tiene unas deficiencias muy notables que se traducen en desviaciones al alza en el gasto, que no guardan relación con la morbilidad ni el estado de salud de la población trabajadora de nuestro país.

Saben que este es un tema que está en la Mesa de diálogo social, que hay un grupo de trabajo y ahí hemos empezado a trabajar haciendo un diagnóstico de situación, en la que no podemos tener nada más que grandes coincidencias, porque los hechos son muy notorios, trabajadores con patologías muy semejantes, y hay expertos médicos en el grupo de trabajo, que digamos que la diferencia que podría haber por circunstancias personales sería mínima, sin embargo tienen unos datos de duración media de los procesos absolutamente distintos dependiendo del territorio o comunidad autónoma donde se encuentren, del sector de actividad en el que trabajen, del régimen de afiliación en el que están encuadrados, si es pago directo o es pago delegado, es decir, una serie de circunstancias que lo que te hacen preguntarte es «bueno, aquí qué está pasando porque esto no tiene nada que ver con lo que sería una patología». Y la primera razón que se nos ocurre a todos es el hecho de que uno pague y el otro determine, lo que ocurre con cualquier proceso. Esto supone una distorsión gravísima, porque se induce a irresponsabilidad de unos y no digo que sea una irresponsabilidad querida, porque yo no podría decir eso, pero indudablemente si yo no respondo de un presupuesto, mis efectivos los destino a aquellos gastos de los que sí respondo y no a aquellos de los que no respondo.

Y después, otras cuestiones que son muy importantes. Yo espero que hagamos al menos un trabajo útil para todos cuando este trabajo se termine, porque se podrá ver cómo hay aspectos procedimentales, tanto en el área de los servicios públicos de salud como en el de la propia gestión de las entidades gestoras, el INSS o las colaboradoras como las mutuas, que otorgan tal burocracia a los procedimientos de gestión que alargan los procesos, no se cumple la normativa por parte de los servicios públicos de salud, con lo cual es muy difícil el proceso de control, y tenemos un problema, porque todo lo que sea desviación no justificada en el gasto de esta prestación merma ingresos en el gasto que presumiblemente, como hemos visto ahí en las proyecciones, va a crecer y va a dar problemas al Sistema.

Termino haciendo una referencia a la previsión social complementaria, porque está planteada también en la Mesa de diálogo social como una de las alternativas para que el nivel de sustitución entre las situaciones, de activo y de pasivo sea equilibrada. Este es un asunto de gran calado, yo creo que daría para otra mesa. Quedo pues a su disposición si quieren hacer algún comentario sobre él Page 181 cuando termine esta Mesa. Muchísimas gracias por su atención.

Dª. LOURDES MÉNDEZ (Grupo Parlamentario Popular)

Hola, muy buenas tardes a todos. En primer lugar también agradecer la invitación a esta Mesa Redonda a la Universidad Menéndez Pelayo, a los organizadores del curso, a la Secretaría de Estado de la Seguridad Social. Para mí es la primera vez que vengo aquí, por lo tanto agradezco doblemente el que me hayan invitado a estos cursos en esta Universidad. Y agradezco y además felicito a los organizadores del curso precisamente por este tipo de temas a tratar y sobre el tema de esta Mesa Redonda sobre la necesidad de una urgente reforma del Sistema de Seguridad Social por precisamente esa urgencia y la oportunidad en el momento en que nos encontramos de tratar este tema.

Todos sabemos, lo ha dicho ya quien ha iniciado esta Mesa Redonda, Pilar, la representante de la CEOE, porque además desde diversos foros analistas económicos, desde la Unión Europea, desde incluso el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se ha venido diciendo que efectivamente a partir de un año, a partir de 2015, el Sistema de la Seguridad Social no va a ser sostenible, no va a existir la viabilidad del Sistema actual de la Seguridad Social. Por lo tanto, efectivamente, hay que tomar medidas de carácter urgente.

Según un informe que acaba de publicar además el Instituto de Estudios Fiscales, un organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, la Seguridad Social tendrá en 2005 un superávit de 10,5%, pero en el 2015 arrojará un déficit de 9,7% ese estudio realizado explica que el desequilibrio en el sistema español se producirá por la mala situación entre gastos e ingresos, ya que se gastará más en repartir pensiones que en los ingresos que se obtienen por las cotizaciones de los afiliados.

Ahora mismo se están creando diversos puestos de trabajo, pero se están creando puestos de trabajo de baja cualificación, lo que incide en los ingresos de la Seguridad Social.

Pese a la imagen dada por la Seguridad Social en los últimos años, el ritmo ahora mismo de captación de ingresos se ha empezado a debilitar, ha empezado de crecer a tasas del 7,6% en febrero y marzo de 2004 a situarse en incrementos mensuales de recaudación del 5,7% en mayo de 2005. Y por el contrario los pagos a los que hace frente la Seguridad Social no han dejado de subir y a ritmos especialmente fuertes, el ritmo de crecimiento de los pagos se sitúa dos puntos por encima de los ingresos conseguidos por las cotizaciones. Ello se explica por el sistema de cotización existente en España, ustedes ya saben que un empleado que tenga un sueldo alto cotiza pagando hasta 796 euros al mes; cuando el cotizante es un empleado de rentas bajas tan sólo debe pagar 169 euros, es decir, cinco veces menos.

La importante entrada de inmigrantes en el mercado de trabajo, junto con el impacto en el sistema del envejecimiento de la propia población española hará que descienda aún más la relación entre pensionistas y cotizantes. No les explico las causas que ya ha explicado la interviniente anterior del envejecimiento de la población, baja tasa de natalidad, etc.

En Europa, en mayo de 2003, la Unión Europea elevó a las delegaciones de los Estados miembros un informe conjunto de la Comisión y del Consejo de la Unión Europea sobre la adecuación y viabilidad de las pensiones ya que la conclusión general es que muchos de los Estados miembros se enfrentan a unos aumentos de gastos muy elevados de sus sistemas de pensiones en el marco de las políticas actuales y aún deben tomar medidas para afrontar estos desafíos financieros sin comprometer la adecuación. Page 182

La Comisión expresamente, también lo saben ustedes, ha avisado a España de que debe realizar reformas en el sistema público de pensiones por el desequilibrio que se prevé a largo plazo. Los países vecinos ya han hecho diferentes reformas, en Alemania, Italia, Finlandia, Suecia ya se han puesto las pilas, en el argot de la calle, y efectivamente se han realizado reformas importantes en estos países, que en España todavía no hemos realizado.

Pues bien, los retos a los que nos enfrentamos no son pequeños y ¿cómo debemos de abordarlos?. Existía y existe todavía un cauce adecuado que es la Comisión del Pacto de Toledo, donde en 1995 se redactan unas conclusiones que vienen a cumplir casi la totalidad del texto, en donde intervinieron desde agentes sociales, económicos, grupos parlamentarios, Gobierno, etc., y después en el año 2003 se volvieron a realizar una serie de conclusiones y recomendaciones las cuales se han puesto muy pocas de ellas en marcha.

Pues bien, durante los gobiernos del Partido Popular, se pusieron en marcha todas y cada de aquellas conclusiones, yo desde mi papel y desde mi postura de Grupo Parlamentario Popular, como portavoz adjunta del Pacto de Toledo, no puedo decir lo mismo del Gobierno actual, no se han puesto en marcha ninguna de las recomendaciones que en el año 2003 se pactaron entre los agentes sociales, el Gobierno y los grupos parlamentarios. Qué duda cabe que tienen mucho que decir los agentes sociales económicos en este tipo de reformas, pero debo de afirmar que la responsabilidad en cualquier caso es del Gobierno. En la Comisión del Pacto de Toledo a lo largo de este año y medio solamente, lo único que se ha hecho ha sido estudiar de manera bastante concreta, eso sí, sobre el Libro Blanco de la próxima Ley de Dependencia. El Gobierno que se había comprometido a llevarla en el primer trimestre de este año, lo ha pospuesto al último trimestre de este año, cosa que en nuestro Grupo entendemos por ser esta una ley de calado, una ley importante. Lo que si es cierto que había una promesa del Gobierno de presupuestar mil millones de euros para la discapacidad y debido al retraso de la publicación de esta ley, no se han presupuestado para este año, lo que nosotros criticamos políticamente. Nosotros tenemos también una cierta precaución para que no ocurra lo mismo y que no se vaya a dejar de pre-supuestar, el dinero o la financiación que estimamos que debe ser suficiente u oportuna para la dependencia, sobre todo cuando existía ese compromiso por parte del Gobierno.

Entre aquellas recomendaciones del Pacto de Toledo que yo digo que no se han cumplido muchas de ellas, lo decía la anterior interviniente, ahora parece ser que se están estudiando en esa mesa de reformas, que nos parecen muy adecuadas, muy oportunas, pero sí que es cierto que muchas de ellas, muchas de esas reformas, sí que venían ya establecidas en las recomendaciones del año 2003 del Pacto de Toledo. Por lo tanto, nos parece que se ha perdido o se está perdiendo un tiempo que es importante, para el Sistema de nuestra Seguridad Social. Por ejemplo, entre ellas prolongar la edad de jubilación y poner freno a las prejubilaciones. Pues bien, desde nuestro punto de vista pensamos que el Gobierno no está promoviendo esto sino todo lo contrario, con los anuncios que se hacen de las prejubilaciones para los funcionarios. Nosotros también opinamos que es esencial dar prioridad al principio de contributividad, sería un error aumentar las pensiones mínimas hasta el salario mínimo interprofesional porque esta medida podría poner en peligro la viabilidad del Sistema. Y sigo diciendo que lo que nos parece importante es el desarrollo de todas y cada una de las recomendaciones del Pacto de Toledo, nos parece que son importantes la integración de los diferentes sistemas, el tema de la financiación, la separación y la clarificación de las fuentes de financiación, ya digo, es que todas y cada una de las cosas que Pilar nos venía comentando, no sé si todas pero muchas de ellas, ya venían reco-Page 183gidas en las recomendaciones del Pacto de Toledo del año 2003.

Pues bien, ya termino, voy a ser muy breve, yo termino solamente con una idea y es que el Gobierno debe de enfrentarse, junto con todos los agentes económicos, sociales, grupos parlamentarios, de manera urgente, al reto que entre todos tenemos, pero que ahora mismo la responsabilidad es del Gobierno en la reforma de la Seguridad Social. Muchas gracias.

D. JAIME FRADES (UGT)

Buenas tardes. Igual que el resto de los comparecientes anteriormente agradecer lógicamente a la Secretaría de Estado la invitación que nos hacen todos los años para estar aquí en este Seminario y también lógicamente a ustedes porque están aquí viéndonos a unas horas que son al menos para mí, un poco fuerte. Yo quisiera también agradecer, por primera vez en muchos años, el título del Seminario. Desde el año 92, que llevo viniendo a este Seminario, hablamos siempre del futuro de la Seguridad Social y este año han tenido mucha más imaginación y el título es La reforma de la Seguridad Social en tiempo de estabilidad y crecimiento económico, lo cual me parece muy oportuno porque hemos estado durante muchos años en época de crecimiento lógicamente, oyendo hablar de apretarnos las tuercas y por primera vez se habla de qué hacer en épocas de crecimiento económico.

Es evidente que en épocas, como esta, de crecimiento, las reformas deben ser menos traumáticas que con anterioridad, hechas éstas en momentos de crisis económica, y por tanto ahora pueden ser mucho más meditadas. A su vez, deben servir para incidir en aquellas políticas que pueden, digamos, ahuyentar los problemas que vienen emparejados con el envejecimiento demográfico.

Antes se ha hablado del envejecimiento demográfico. Me viene a la mente un artículo excelente del Director General de la Asociación Internacional de la Seguridad Social, el señor «Hoskins», en Madrid en el año 2002 con ocasión de la Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, que venía a decir, sin menospreciar el fenómeno del envejecimiento, que se estaba utilizando, a veces de forma intencionada, el envejecimiento demográfico como argumento para la reforma de las pensiones, para ocultar las respuestas políticas al problema.

Dos se mencionan como las respuestas políticas posibles: la primera el mercado de trabajo. Todos somos conscientes de que hay dos factores a los que apenas se presta atención: uno es la escasa o baja tasa de actividad femenina y otro, sobre todo en los países industrializados como el nuestro, la tendencia a que a la gente de edad avanzada la expulsen del mercado de trabajo sin apenas posibilidad de reincorporarse a él. El segundo aspecto al que hacía referencia, es que en épocas de una baja tasa de natalidad como la actual hay una simetría importante entre ese fenómeno y las políticas de apoyo a las familias. A estos dos fenómenos yo creo, a título personal, que en España en las últimas reformas no se ha hecho apenas caso.

Respecto a la misma respuesta, a la del mercado del trabajo, estamos ante una nueva paradoja. Estamos en un momento de crecimiento económico fortísimo en los últimos años y sin embargo se está produciendo un retroceso, una reducción en la edad media de jubilación, cosa increíble. Cuando eso se producía en épocas de crisis porque las empresas expulsaron a los trabajadores de mayor edad. Hay muchas causas que inciden en ese fenómeno, pero también ha incidido por ejemplo las últimas reformas que se llevaron a cabo, entre ellas por ejemplo la jubilación parcial. Un solo dato, en un año los beneficiarios de la jubilación parcial con contrato de relevo se han incrementado un 51%, en un año.

El segundo aspecto al que yo quería hacer referencia es al de la baja tasa de actividad Page 184 femenina y también a la baja tasa de natalidad. Ahí también los problemas son complejos, se ha hablado sobre ellos en el debate de la última hora de la mañana, pero en todo el mundo obedece, al menos en España apunta a una sola dirección, que es la escasa, por no decir la nula, importancia que se da en España a las políticas de apoyo familiar, sean prestaciones económicas o en servicio. No estamos en «ratios» de la Unión Europea. Por ejemplo, en España, para homologarnos tendríamos que multiplicar por siete los recursos que dedicamos a las familias o que nuestras prestaciones económicas se multiplicaran por cuatro o por doce veces para tener una cierta homologación con lo que se hace por ahí fuera.

En UGT, al menos, hemos situado desde hace varios años las prioridades en materia de bienestar social en los tres aspectos siguientes y por el siguiente orden: en primer lugar, la protección de las personas dependientes como un derecho universal subjetivo y a ser posible dentro del ámbito de la Seguridad Social; en segundo lugar, la mejora de todos aquellos aspectos o aquellas políticas que pueden mejorar la conciliación de la vida familiar y laboral, sea tanto en el ámbito laboral como en el ámbito de la oportunidad social, y, por último, en tercer lugar, la mejora de las prestaciones dirigidas a las familias con hijos a cargo. En nuestra opinión, para sortear los problemas relacionados con el envejecimiento, hay que hacer una fuerte inversión en estas políticas de bienestar social. Y para que no haya equívocos estas políticas que estamos proponiendo serían a financiar con recursos fiscales, con recursos generales del Estado y no con cotizaciones sociales, la mayor parte, lógicamente.

Y aquí conviene volver un poco la vista atrás y decir que en los últimos años el esfuerzo que ha hecho del Estado para financiar las políticas de bienestar social, se han mantenido en torno al 6% del PIB, un esfuerzo menor que el que se hizo hasta del año 1995. Y también decir que las prioridades sociales en los últimos años no han ido por consolidar o por mejorar esos ámbitos del bienestar social, sino por reducir durante dos reformas fiscales en el año 99-2000 los impuestos. Son dos opciones sobre las que tendremos que elegir los españoles: o más bienestar o menos impuestos y aquí se ha optado por menos impuestos.

En resumen, para terminar con este primer ámbito de mi exposición, se nos exige muchas veces a los agentes sociales responsabilidad, la cual aceptamos, para reformar la Seguridad Social, pero desde UGT exigimos una correspondencia, no se puede exigir hacer, ayudarnos a reformar la Seguridad Social, sin que haya una justa correspondencia y un mismo esfuerzo por aumentar la protección social en estos ámbitos, que es donde mayores lagunas tenemos, en el ámbito de esas tres esferas o políticas que acabo de señalar. A mí me parece muy grave que esto se vaya retrasando año a año, porque todo el mundo sabe que las políticas natalistas tienen efectos a muy largo plazo. El elevar las prestaciones económicas a las familias no supone que dentro de dos años las mujeres quieran tener más hijos ni mucho menos, pero la no existencia de esas prestaciones sí sabemos que no hace absolutamente nada por ayudar a ese incremento de la fertilidad. Cualquier demora, o seguir profundizando en ese atraso, en esas políticas supone el castigar al sistema de pensiones públicas a una reforma radical en el medio plazo.

En lo que respecta a las pensiones públicas, y no voy a evadir el debate, si bien existe un preconsenso en torno al Pacto de Toledo en los últimos acuerdos que ha habido sobre el modelo, no existe parecido consenso en cuanto a las medidas a llevar a cabo. Desde un punto de vista personal a mí me parece que se ha incidido mucho, por ejemplo en la pensión de jubilación, con vistas sobre todo a reducir el incremento de las pensiones, pero se ha incidido mucho menos en aquellas prestaciones que están totalmente desconectadas de la realidad social, me refiero concre-Page 185tamente a las pensiones de viudedad y a las pensiones de incapacidad permanente. Por lo que respecta a las pensiones de viudedad, hay que señalar que mantienen una estructura de hace 50 años y la sociedad ha cambiado enormemente. Esas pensiones tenían que haberse modificado muchísimo antes, ya el primer proyecto de reforma data, que yo sepa, del año 1985 y nunca se quiso llevar a cabo por las trascendencia social que pudiese tener, y eso está creando una situación en la que crean pasivos de forma artificial y se protege mal algunas situaciones y otras se sobreprotegen de una forma escandalosa, en mi opinión personal. Los mismo ocurre con la incapacidad permanente, su estructura sigue siendo la de hace 50 años y nada tiene que ver en todo el aparato jurídico que sostiene la incapacidad permanente con la realidad actual. Tenemos una forma de gradación que es absolutamente alocada, no se consideran los años de cotización para el cálculo de la pensiones, pero aunque se considerasen da lo mismo, tenemos tres formas distintas de calcular la pensión: si es por enfermedad común se cogen ocho años, si es por accidente no laboral se cogen las 24 mensualidades a elegir entre los siete últimos y si proceden del trabajo se coge el último año. Es una locura. No se ha querido o no se ha pretendido modificar aquellas prestaciones que están mucho más alejadas de nuestra realidad social.

Otro tercer aspecto que yo creo que habría que tocar en la reforma, es el de la edad de jubilación. La edad de jubilación es un elemento clave para la sostenibilidad de las pensiones públicas y digamos a las posibilidades que había se han añadido otras más, lamento que no esté presente ahora el profesor Tortuero que ha escrito sobre el particular cosas muy interesantes, pero yo creo que ha habido reformas que no tenían que haberse producido: en primer lugar el diferenciar, introducir en nuestro ordenamiento más modalidades de jubilación anticipada ha supuesto introducir mayor caos y yo creo que hay que tender hacia una simplificación de las fórmulas de jubilación anticipada, hacia una homologación de requisitos y sobre todo favorecer el que la gente permanezca el mayor tiempo posible en su puesto de trabajo y desde luego no facilitando el despido sino haciendo todo lo que sea posible para que el trabajador de edad permanezca el mayor tiempo posible en un centro de trabajo.

Ya para acabar, porque yo creo que todo el mundo sabe cuáles son los problemas del futuro de las pensiones, hay otro debate que yo no quisiera que pase inadvertido, y es sobre la suficiencia de las pensiones públicas. Yo estoy conforme con el incremento de las pensiones mínimas que se ha producido y que se va a producir. Entre otras cosas porque las pensiones mínimas, como todo el mundo sabe el acuerdo del Pacto de Toledo, se financiarían con las aportaciones del Estado. Pero aparte de ese aspecto importante, la cuantía de las pensiones sólo es una parte del problema y es que al hablar de las pensiones debemos también tener presentes otro tipo de dispositivos que ponen los poderes públicos para ayudar a la vejez o a los discapacitados y ahí es donde yo vengo, quiero incidir en esta prioridad: el tema de la dependencia. Es evidente la escasez de servicios públicos para atender esas situaciones de dependencia, sean de la vejez o la discapacidad y es evidente que con pensiones medias en el año 2005, digo medias de todas las pensiones, no de las más altas, de 700-800 euros es imposible acceder al mercado porque los precios para una residencia o centro de día doblan o triplican esas cuantías. Por tanto, nosotros como sindicato hemos puesto, lo vamos a plantear, como máxima prioridad en este proceso de diálogo social, la regulación de la protección a la dependencia como derecho universal y a ser posible, como decía al principio, dentro del ámbito de la Seguridad Social.

Y ya con esto termino porque creo que es suficiente. Muchas gracias. Page 186

D. SALVADOR BANGUESES (CC.OO.)

Buenas tardes. Esto de hablar el último tiene alguna desventaja porque habla cuando ya todos ustedes están cansados y no sé si seré capaz de decirles algo nuevo. En todo caso me voy a esforzar por comentar aquellas cosas que parece que forman parte de un denominador común, intentando hacerlo de una manera breve y amena. Y si soy capaz de decirles algo nuevo pues bien y si no espero que no me lo tengan en cuenta.

Vamos a ver, esto está planteado sobre la necesidad de reforma de la Seguridad Social en tiempos de estabilidad y crecimiento económico, por lo tanto lo primero es caracterizar o contextualizar cuál es nuestra situación económica en este momento. Tenemos una tasa de crecimiento notablemente superior a la de los países del entorno próximo en el cual nos desenvolvemos, y, pese a algunos desequilibrios importantes esta situación parece que puede mantenerse aún durante algunos años.

Ese crecimiento, como decía, tiene unos desequilibrios importantes en su seno, ya que está asentado fundamentalmente en determinados ámbitos de la producción o de los servicios, que desde mi punto de vista no van en la dirección más adecuada. Basa su predominio en un sector como es el de la construcción, que genera un importante acopio y crecimiento de la mano de obra, pero que no genera el empleo productivo y de calidad que nosotros desearíamos. Ello sin embargo contribuye a que haya un importante crecimiento, como nunca hemos tenido, de afiliaciones a la Seguridad Social y por eso estamos en cifras récord desde este punto de vista. Igualmente nuestra situación económica presenta un fuerte déficit exterior que pone en evidencia la competitividad de nuestras empresas y por lo tanto la ganancia o la pérdida de cuotas de mercado en el interior y en el exterior. A su vez nuestros niveles de productividad son manifiestamente mejorables.

En este contexto la Seguridad Social goza de una situación extraordinariamente solvente en relación con lo que ha sido nuestra historia a lo largo de aproximadamente 103- 104 años de vigencia. La diferencia de ingresos y gastos, es decir, el superávit actual, no es normal, por lo buena, y ello nos obliga a plantearnos si esta es una situación que puede continuar así o necesita que se tomen algún tipo de medidas para intentar prolongarla el máximo de tiempo posible y en cualquiera de los casos, para prevenirnos contra algunos de los riesgos que pueden derivarse de ese contexto económico, que yo antes intentaba caracterizar sucintamente.

Conviene recordar también, que frente a los agoreros que preconizaron una quiebra del Sistema de Seguridad Social para el año 2004, lo que hoy nos estamos planteando es una cosa bien distinta, que consiste en ver cómo proyectamos en el tiempo la salud del Sistema en el cual habitamos y que presenta una sintomatología satisfactoria desde el punto de vista actual.

Nosotros, CC.OO., hemos participado en los dos acuerdos que en materia de Seguridad Social se hicieron en el año 1996 y 2001, con gran satisfacción por nuestra parte y creo que hemos contribuido desde este punto de vista a una buena defensa de los intereses de aquello que representamos y también de los intereses generales de la sociedad y por lo tanto hemos demostrado que estamos comprometidos de manera absolutamente clara con la salud del Sistema, que es lo mismo que decir con su sostenibilidad. Y para garantizar la sostenibilidad es evidente que igual que cualquier sistema vivo, el de la Seguridad Social, requiere de reformas y de adaptaciones continuas sin las cuales entraría en graves riesgos de anquilosamiento y a partir de ahí entraríamos en una situación no deseable.

Todo apunta a que tenemos por delante un envejecimiento notable de la población. No les voy a dar cifras porque seguro que a lo largo de todos estos días han recibido ustedes Page 187 multitud de ellas, pero afortunadamente llega más gente a los 65 años, vive más tiempo desde los 65 años y por lo tanto es un reto que hay que afrontar. Tenemos que afrontarlo también desde la satisfacción de que eso sea así.

Tenemos unos niveles de natalidad bajos, que son mejorables, aunque empieza a apuntarse que puede haber algún tipo de repunte debido (no todos los análisis son coincidentes en este sentido), entre otras cosas a que las posibilidades médicas permiten que los momentos de fertilidad y de natalidad se pudieran retrasar y por lo tanto podemos estar asistiendo a algún cambio demográfico. Pero en cualquiera de los casos parece que nuestros niveles de natalidad debieran de ser mejorados para que la relación activos-pasivos en el futuro, pudiera ser una relación óptima desde el punto de vista de lo que a estos efectos parece conveniente.

Tenemos una tasa de empleo que si continua por una senda creciente determinará que podamos incorporar más gente al Sistema de Seguridad Social en su condición de cotizantes, y tenemos unas posibilidades importantes desde este punto de vista, sobre todo mejorando la situación de las mujeres que deben incorporarse en mayor número y en mejores condiciones al mercado laboral y, en consecuencia, al Sistema de Seguridad Social. Y tenemos unos niveles de temporalidad en el empleo que, en la medida en que seamos capaces de reducirlos, contribuirán también de manera muy positiva a la mejora del Sistema. Y tenemos una necesidad, cual es la de proyectar un cambio de modelo productivo capaz de generar no sólo mayor crecimiento y mayor riqueza, sino también de permitir mayores niveles de estabilidad porque tendríamos una mejor situación competitiva en el mercado internacional, porque nuestras empresas gozarían en este sentido de mejor salud y en consecuencia tendrían muchísimas mejores condiciones para poder competir en un espacio ya mundializado, en el cual no podemos aspirar a seguir compitiendo por la vía de bajos costes única y exclusivamente, sino que tenemos que aprovechar lo que son nuestras ventajas actuales para comprar aquellas que nos pueden poner en mejor situación.

¿Qué reformas?. Pues yo creo que reformas en dos sentidos: unas que nos permitan definir mejor el perímetro que esta situación permite, ampliándolo de manera prudente. Creo que esta es la clave, creo que nosotros necesitamos seguir mejorando, seguimos teniendo una pensión media todavía baja, seguimos teniendo todavía una buena parte de personas (aunque lo hemos reducido mucho) que tienen que ser objeto de complemento para alcanzar la pensión mínima, tenemos unas pensiones mínimas todavía reducidas y por lo tanto tenemos que ser capaces de combinar esas mejoras con la necesidad de corregir algunas carencias, como pueden ser la protección de las personas que entran en una situación de dependencia, etc., y que habrá que atender, fruto de esa nueva situación de envejecimiento que se nos está planteando con creciente necesidad. Por lo tanto tendremos que ir definiendo el perímetro de la Seguridad Social y de lo que en ella cabe y abarca junto con aquellas reformas que hagan que esto sea posible desde la sostenibilidad del Sistema.

Nosotros nos hemos manifestado abiertos a estudiar absolutamente cualquier tipo de reforma que se plantee, siempre que esté fundamentada en datos y que esté proyectada sobre la idea de hacer pervivir el actual sistema público de reparto. Entre las reformas, la única que no contemplamos es el cambio hacia un sistema de capitalización. Y consideramos que cabe hacer algunas cosas en relación con lo que decía antes, en relación con el perímetro y algunas otras en relación con la eficiencia que es demandada para que el sistema cumpla en este sentido con sus obligaciones.

¿Dónde podrían estar éstas?. Cuando nosotros apostamos por un Sistema de Seguri-Page 188dad Social proyectado en el futuro hay que decir que las reformas no están sólo en el Sistema de la Seguridad Social. El Sistema de la Seguridad Social es un Sistema dependiente y por lo tanto está en relación directa con la generación de riqueza que tengamos en el país y con el hecho de que esa generación de riqueza se traduzca en crecimiento del empleo y en empleo de calidad. De aquí que una de las primeras cuestiones que hay que definir y en este sentido ser capaces de atacar, desde una perspectiva de futuro, es la apuesta seria y no retórica por un modelo productivo distinto, basado en un mayor valor añadido de nuestros productos y que, como se sabe, requiere una mayor formación de todas las personas que constituyen nuestros efectivos en el tiempo presente y en el tiempo futuro, que hagan que los problemas de empleabilidad que se puedan plantear tengan como antídoto una formación adecuada. Esto, que tanto se predica, no puede ser una continua contradicción. Actualmente la formación a lo largo de toda la vida no parece suficiente para salvarnos, cuando en el entorno de los 50 te expulsan del mercado de trabajo. Creo que en ese sentido hay que producir un cambio cultural importante pero ese cambio cultural encontrará la base en aquello que podamos hacer por una mejor educación, por una mayor calidad educativa, por una extensión de la educación, por una mayor calidad de la misma. Igualmente es necesaria una mayor apuesta por el tema de la investigación y desarrollo de manera definitiva, puesto que esto es lo que nos proyecta en el futuro y lo que nos va a generar elementos importantes de solvencia que repercutirán positivamente en el Sistema de Seguridad Social. Desde esa apuesta, estoy seguro de que seremos capaces de generar más riqueza, generar más empleo, generar empleo de mayor calidad, mayor y mejor incorporación al mercado de trabajo de aquellas personas que tienen hoy dificultades para hacerlo, y, en consecuencia más efectivos para la Seguridad Social, más cotizantes, más ingresos, mejor salud financiera.

Desde el punto de vista del gasto tenemos tiempo para afrontar algunas cosas, pero no podemos dormirnos en los laureles. Antes se dijo y parece que casi todo el mundo coincide, con que en torno al 2015, (hasta 2015 tendremos superávit decreciente en el ámbito de la Seguridad Social), entraremos en situaciones próximas al equilibrio o capaces de ser equilibradas con los ahorros presentes que podamos hacer, fruto de la dotación actual y la dotación futura del fondo de reserva. Y a partir de 2021-2022 podríamos entrar en otro tipo de situaciones si mantenemos las cosas tal cual están hoy. Esta inactividad reformadora, no se ha producido nunca, por lo tanto espero que no se produzca de aquí a esas fechas. Disponemos por lo tanto de diez años aproximadamente para hacer entrar en vigor las reformas que requiere el Sistema y que atenúen el incremento del gasto y hagan posible pagar más y mejores pensiones.

Téngase en cuenta que en 2040 pagaremos aproximadamente unos cuatro millones más de pensiones que las actuales. Por lo tanto hemos de ser capaces de pagar más pensiones, tenemos que ser además capaces de pagar mejores pensiones que las actuales, pero tenemos que limitar, y esto hay que decirlo con una cierta claridad, el crecimiento que de ello se deriva si lo proyectáramos sobre la situación actual de manera estática. Y ahí es donde está el juego de las reformas, ahí es donde contamos con un instrumento extraordinariamente valioso por el que nosotros abogamos y queremos cuidar al máximo cual es el mantenimiento del acuerdo entre las fuerzas políticas, más allá de los matices, y de los agentes sociales, reflejado en lo que representa el Pacto de Toledo. Seguir abundando en ese proceso de reformas nos parece elemental. Lo contrario sería no sólo no hacer un servicio a este país sino hacerle un flaquísimo favor con medidas que podrían ser calificadas, suavemente, de imprudentes.

Nosotros pensamos que una de las primeras cosas que en este sentido cabe hacer es comprometernos, entre todos, con una cultu-Page 189ra en la cual, sin modificaciones legales en la edad de jubilación, seamos capaces de mantener la edad real de jubilación lo más próxima posible a la edad legal de la misma. Esto, que no requiere ningún tipo de modificación legal, y que precisa de determinadas prácticas, estoy convencido de que aporta al Sistema un notable relajamiento en lo que podrían ser sus niveles de preocupación.

Al mismo tiempo deberíamos ser capaces de que en aquellos temas de difícil control, como es el de la «IT», se estableciera una mayor exigencia desde el Gobierno central, desde el Ministerio de Sanidad en particular, desarrollando un liderazgo importante de gobierno del sistema que no de 17 sistemas y esto es importante, es un único sistema gestionado por 17 administraciones y por lo tanto cabe exigir a las fuerzas políticas que sean capaces de coordinar y de liderar aquel para que aquellas situaciones que no sean, no aparezcan razonablemente justificadas por la base productiva por las razones que fuere, esta situación que antes calificaba Pilar de descoordinación entre el que paga y el que presupuesta, no se den. Aquí estamos gastando todos de lo mismo, estamos gastando y jugando todos con nuestras aportaciones, independientemente de dónde se produzcan, porque se pueden producir hoy aquí y se pueden producir mañana en Galicia, se pueden producir pasado mañana en Murcia y al otro día en Toledo, estamos hablando de esto y por lo tanto cuando estamos hablando de esto si se detecta un problema y ese problema existe, lo que no cabe es la resignación por parte de los poderes públicos para que esa situación de descoordinación perviva. Es una obligación que requerirá mayores niveles de entendimiento, mayores niveles de coordinación, mayores niveles y mejores niveles de gestión y desde luego apearse de la disputa fácil y retórica, tan puesta de manifiesto con el abandono de foros que están concebidos para el gobierno del sistema. Ahí hay unas grandísimas posibilidades de ahorro y desahogo financiero del Sistema.

Además de esto pensamos que hay que emprender en este país una política de fomento de la natalidad. Si no se emprende una política de fomento de la natalidad nuestro problema demográfico no hará más que acentuarse, tendrá aliviaderos como el que aporta la entrada de inmigrantes en nuestro país durante un tiempo. Pero los comportamientos culturales de esos inmigrantes, por lo que está demostrado en otros países, se asemejarán a los nuestros probablemente en la segunda generación y tendremos pautas reproductoras muy similares a las actuales y con las mismas dificultades si no generamos mayores comodidades.

Esto pasa por atacar de manera seria el tema de la conciliación de la vida laboral y familiar por fomentar una política de ayudas familiares en este sentido, por fomentar elementos complementarios de la escolarización y por fomentar que las mujeres en este caso tengan mayor igualdad y también el punto de comprensión que se necesita por parte de toda la sociedad, a sabiendas de que estamos ante un problema que es necesario atacar ya porque no puede esperar.

Acabo ya con la otra cosa. Otro de los sectores favorecedores de las reformas, que hoy puede generar más gasto, pero que mañana generará retornos y la incorporación de un número importantísimo de efectivos al mercado laboral es la necesidad de atender de manera seria, y digo de manera seria y no retórica, la situación de las personas que entran en situación de dependencia. Actualmente los cuidados están siendo proporcionados por las familias, dentro de las familias están siendo proporcionados por las mujeres y lo que no se le puede pedir a una mujer es que trabaje, que cuide a los hijos, que cuide a los mayores, que cuide a las personas en situación de dependencia y que además contribuya mediante aportaciones a la Seguridad Social. Si tomamos estas cosas en cuenta y somos capaces de afrontar el problema de la contributividad sin ningún tipo de tabúes, pensando en mejorar el Sistema y sabiendo Page 190 que las pensiones de mañana serán más y serán mejores que las actuales, yo no veo ninguna razón para que alguien pueda decir que el Sistema está en crisis o que el Sistema resulta insostenible. Pero eso hay que empezar a hacerlo hoy porque dentro de diez años lo haremos tarde, lo haremos mal y seguramente nos entenderán peor.

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